MARGUS // ONE-SHOTS

Tímido

Agustín era el chico tímido. No solía hacer bromas, no solía molestar a la gente, ni saltar como defensor del pueblo, no, él sólo se dedicaba a pasar tiempo con sus amigos Juan Ignacio, "Nacho", y Constanza, "Coti", ambos estudiantes del interior que se fueron a vivir a Buenos Aires por el trabajo de sus padres.
Marcos era todo lo contrario, a penas llegó se hizo amigo de todo el salón, era extrovertido, no le importaba dar su opinión, ni defender a alguien que lo necesitaba. No tenía problema en decir que era abiertamente homosexual o en decirle "cumplidos" muy coquetos al chico de ojos celestes que tanto llamaba la atención, aunque el chico sólo saliera corriendo de ahí, el salteño no se daría por vencido.
Agustín estaba hablando con Nacho en la hora libre, ya que su mejor amiga se había ido a charlar con su novio.

-Entonces, ¿Nadie te parece atractivo de acá? ¿Ni siquiera un poco? -interrogó el rubio con leve molestia.

-Juanchi, ya te dije que no tres veces, ¿Cuántas más lo tengo que repetir flaco? -contestó el platense con burla, su amigo odiaba aquel apodo, ya que su padre siempre le decía así.

-¿Yo tampoco le resulto atractivo, primo? -y ahí estaba de nuevo, ese chico de ojos verdes y llamativos que le sacaban el aliento al más bajo.

-Vos sos el que menos atractivo le pareces, eso se nota. No te quiere hablar -sentenció Nacho con firmeza.

-Le estoy preguntando al chico lindo de ojo' azule', no al intento de Paulo Londra -escupió con leve desprecio el más alto, para luego posar su vista en Agustín-. Entonce'... ¿No le resulto para nada atractivo?

-Em... No... Bueno sí... Bueno... Yo... Este... Em... ¡Tengo que ir al baño!

Y sin más, el chico apodado como "Frodo" se levantó de su asiento para salir corriendo, tan rápido como sus piernas le dieron. Entró al baño algo agitado, con las mejillas rojas, se acercó al espejo y comenzó a mojarse un poco la cara con la poca agua que salía de las canillas. Intentó tranquilizarse mientras en su mente se repetía, varias veces, la pregunta del salteño, con esa tonada tan bella, esa voz gruesa y esa sonrisa brillante. ¿Marcos le resultaba atractivo? Claro que sí, era un chico realmente guapo, no podía negarlo, pero tampoco tenía la cara tan dura como para decírselo en medio del salón. Mientras seguía perdido en sus pensamientos, escuchó a lo lejos la puerta del baño de hombres cerrarse. "No, otra vez no..." Pensó aterrado de que algún idiota le jugara una broma pesada y lo encerraran nuevamente en ese lugar. Pero su sorpresa fue inmensa al darse vuelta y encontrarse cara a cara con el dueño de sus pensamientos, ese chico guapo del interior que había entrado hacía un tiempo a la escuela.

-¿Está' huyendo de mí, primo? -indagó con leve tristeza el más alto, Agustín lo volvía loco.

-N-No, obvio que no. Sólo tenía que venir al baño y ya terminé -sus palabras eran buenas, pero su voz temblando arruinó toda la evidente mentira.

-No me mienta, ¿Le caigo mal? -preguntó con tristeza el de ojos verdes.

-¡No! No es eso... -murmuró apenado el ojiceleste que, para ser sinceros, no podía estar más nervioso.

-¿Entonce' que es? Porque siempre huye de mí, en especial cuando le digo algún cumplido... Llevo do' mese' intentando invitarlo a salir pero me lo deja muy difícil si no puedo ni decirle una palabra que se va corriendo... -bufó con leve cansancio apoyándose en la pared, realmente se veía sexy hasta cuando estaba decaído.

-Eh... ¿Estás tratando de invitarme a salir? -el más bajo estaba anonadado, sólo había podido dejar salir la pregunta, sin siquiera pensar antes. El de ojos verdes bufó bajo y lo miró a los ojos.

-¿Por qué siempre me huye? -cuestionó el salteño ignorando la pregunta de su compañero, se acercó unos pasos a él, sin apartar la vista de los ojos ajenos.

-Porque me pones muy nervioso... -susurró hipnotizado en aquel verde esmeralda tan hermoso, comenzando a soltar todas sus verdades-. Me resultas muy lindo y me encantaría salir con vos, pero tengo miedo de que todo ésto sea una broma de tu parte. Soy demasiado tímido como para no salir corriendo cada vez que me dirigís la palabra, Nachito siempre me dice que es gracioso porque cuando estoy muy nervioso hablo demasiado o sólo salgo corriendo y...

Antes de poder seguir hablando a una velocidad increíblemente alta, el mayor acortó la distancia entre ellos, plantándole un suave y dulce beso en los labios. El más bajo sentía como sus piernas temblaban, perdería el equilibrio en cualquier momento, o eso creía, ya que el de ojos verdes lo tomó firmemente por la cintura atrayéndolo hacia su cuerpo formado. Marcos intentaba que Agustín se sintiera seguro a su lado, y al parecer lo estaba logrando, ya que el más bajo rodeó su cuello con sus brazos. Se separaron lentamente sin cortar aquel abrazo tan dulce y tierno, se sentían plenamente felices en esa pequeña burbuja que habían formado. El más alto lo miró a los ojos con una amplia y brillante sonrisa en su rostro.

-No piense que ésto es un broma, uste' es el chico má' hermoso que vi en mi vida... ¿Quiere salir conmigo? -preguntó acariciando suavemente su cintura.

-Yo... Guau... Es que... Soy de hablar mucho, puedo ponerme insoportable, soy muy friki, amo jugar videojuegos y ese tipo de cosas... ¿Estás seguro de lo que estás haciendo? -cuestionó el más bajo apenado, esa difícil para él creer que alguien tan guapo podría aceptarlo con todas sus tonterías.

-¿Uste' cree que yo soy alguien perfecto? Claro que no, tengo muchas rarezas que quiero que conozca, y quiero conocer las suyas... Espero no preguntarlo de nuevo... ¿Agu' queré' salir conmigo?

El menor sonrió ampliamente y se aferró aún más al abrazo, apoyó su cabeza en el pecho del salteño con una amplia sonrisa.

-Sí, me encantaría Marquitos...

Los adolescentes sellaron su amor con un beso, un poco más largo e intenso que el anterior, no era necesario que hablen para entenderse, porque en ese preciso momento se dijeron todo lo que ambos tenían guardado desde hace un tiempo. Quizás aún debían saber muchas cosas del otro, pero por ahora, querían ser felices y aprovechar ese pequeño momento tan bello que estaban teniendo.