Regresamos a casa alrededor de las 3 de la tarde. Al ingresar a casa nuestros padres dijeron que fuéramos directamente a su despacho y así fue, llegamos y cada quien tomó asiento para poder escuchar lo que él quería decirnos. Fue una lagar platica y en algunos momentos me aburría, pero después tocó un tema que me interesó mucho. Mi padre hablaba acerca del por qué no habían podido sacarnos de ese lugar y ahora todo tenía sentido. A veces un rescate no es fácil o más bien ningún rescate es fácil, no sé trata de; toma cierto dinero y entregamelo, eso es imposible. Mi padre aclaró que no fue sencillo hacer algún trato con él señor Bae puesto que no sólo él era quien estaba en todo ese lío. Resulta que el señor Bae, tiempo atrás empezó a formar aliados, prometiéndoles que si él llegaba a obtener lo que quería, les daría bastante dinero a cambio, seguridad en todo momento y les daría poder. Como saben, en el mundo de la mafia, se basa en el que los de abajo sueñan con tener lo que los de arriba tienen, y este era el caso de Bae y sus 4 aliados. Por obvias razones el día de ayer el señor Bae fue encontrado sin vida en su propia casa mientras dormía, los demás murieron de la misma manera, ¿raro no?. Pero eso no puedo contar porque es confidencialidad. Mi padre prefirió no decir que fue lo que en realidad pasó, nadie revelaría algo así. En fin, terminó de hablar y los cinco nos retiramos para poder subir a nuestras habitaciones y poder cambiar nuestra ropa. Hoy había sido un día muy largo e inesperado ya que volví a ver a mis primos, me encontré con los italianos, llegué a casa para tener una charla muy larga y así después poder subir a mi habitación.
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Era Miércoles por la mañana, estaba desayunando para poder ir al instituto. No quería ir, no tenía ganas de prestar atención tantas horas pero tenía que hacerlo sino quería un regaño por parte de mis hermanos. Si les soy honesta, le tengo más miedo a mis dos hermanos mayores que a mis propios padres. Terminé de desayunar, me lavé los dientes y esperé a que ellos terminarán sus deberes. Me encontraba en la sala principal cuando sentí que mi celular comenzó a vibrar. Era un número desconocido, así que ni siquiera me tomé el tiempo de leer lo que quería. Decidí encender la televisión y entretenerme unos segundos. Sin querer pensarlo comencé a cerrar mis ojitos y poco a poco me fui quedando dormida en aquel sillón largo.
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-¡¡¡¡AHHHH!!! IDIOTA, TONTO, MALDITO juro que voy a matarte.-
-No me digas tan feo, sólo fue una bromita. Ya levántate que se nos hace tarde y luego ya no nos darán permiso de entrar al salón.-
Estaba recuperándome del susto que Jaehyun me había dado. Antes de despertar estaba soñando con algo de terror y después sentir la mano de Jae en mi hombro y diciendo "boo" hizo que me espantara. No sé en qué momento me había quedado dormida pero cuando vi la hora en mi celular, sólo habían pasado 10 minutos.
Llegamos al instituto y cada quien se fue a su salón, llegué a tiempo pero la maestra no me dejó ingresar.
-¿Por qué no puedo pasar? Sólo faltan 2 minutos para que comience su clase.-
