¿Qué tan peligroso será?/ Yoon Jeonghan (Mafia)

Tenía que pasar

X: Déjame en paz, te lo suplico ¡¡Maldición!! estas lastimandome. ¿Quién carajos eres? Quítame el trapo de los

[HORAS ANTES]

2:10 a.m.

Salí a dar un pequeño paseo por las calles de Seúl, iba acompañado de mis cuatro guardaespaldas. Estacionaron la camioneta en uno de los antros más lujosos de Seúl. Esperamos aproximadamente 20 minutos para que el dichoso saliera de aquel lugar; estaba ebrio y olía un poco mal. Sin levantar alguna sospecha lo tomaron de su saco y lentamente lo introdujeron a la camioneta. Al estar ahi; uno de mis ayudantes le vendó los ojos y poco a poco lo fue durmiendo. Llegamos a una pequeña casa que se encontraba retirado de la población. Ordené que lo bajaran y lo dejaran en la silla que se encontraba en el centro de la casa. Ambas manos las colocaron a los costados y las esposaron.

Jeonghan se acercó lentamente pensando en lo que debería de hacer con aquella persona que tenía enfrente de él. Tenía bastantes ideas rondando por su cabeza pues días atrás había planeado todo, sin embargo; teniéndolo en físico quería hacerlo sufrir de cualquier manera. Si él hubiera querido lo mata desde un principio pero él no era ese tipo de persona, él prefería alargar sus muertes y así hacer que sufrieran más, que pagaran por sus errores. Para ser más específica, en este caso Jeonghan estaba consciente y sabía que no podía acabar con la vida de aquella persona, pues no quería hacerlo pero sí lo haría pagar por lo que había cometido. Probablemente se estén preguntando qué fue lo que el susodicho hizo para que Jeonghan estuviera más que molesto, que fue lo que provocó para que él lo hubiera capturado y así después torturarlo de una y mil maneras. De por medio estaba una "chica" aquella en quien pensaba horas, quien hacía que él perdiera los estribos, se conocían bastante bien para ser real.

Volviendo a la realidad, Jeonghan se encontraba colocando una mesa y una bandeja que dejaba ver algunos instrumentos quirúrgicos. Los hombres que se encontraban unos minutos antes habían desaparecido por completo, pues este les ordenó que salieran. Jeonghan disfrutaba cada vez que tenía la oportunidad de hacer esto, pues no sería la primera vez que lo realizaba, tiempo atrás pero no muy lejano había torturado a las personas que lo traicionaron y todo esto era por órdenes de su mayor "su padre" quien en ese momento era quien tenía el mando.

Dos horas después colocó una silla enfrente de la persona que se encontraba un poco adormecido, poco a poco el chico iba despertando y podía notarlo por los pequeños ruidos que emitía de su boca y los movimientos lentos que realizaba. Se levantó de aquel lugar y tomó del mentón al desquiciado.

-Veo que has despertado, tardaste mucho en hacerlo y eso me hace enfadar mucho más. Has hecho que pierda mi tiempo.-

El joven quien trataba de recuperarse en aquel sitio comenzó a reír, a pesar de no saber lo que estaba sucediendo a su alrededor, de estar vendado y esposado; aún tenía el descaro de reír.

-Te parece gracioso, veamos si te sigue resultando gracioso.-

Jeonghan tomó uno de los utensilios, lo tomó con mucho cuidado pues le gustaba que todo fuera más relajante para él, pero más desesperante para la persona que no lograba saber que era lo que le esperaba. El que él dijera "Te parece gracioso, veamos" haría que cualquier persona borre su estúpida sonrisa de arrogancia y comience a pensar en miles de cosas que la otra persona podría hacerle.

Acercó con calma su mano y de ella sacó un pelo de la nariz. Haciendo que este brincara en su lugar pues al parecer Jeonghan sabía que la nariz del estúpido hombre era su parte más sensible. Por lo pronto él empezaría con algo tranquilo para después ir aumentando el ritmo. Sin más que decir comenzó a dar golpes en su no tan perfecto rostro, haciendo que este cayera y golpeara su cabeza contra el frío piso. Lo tomó de su camisa y lo levantó. Apesar de sentir dolor por su rostro y cabeza se quejó al sentir como Jeonghan pellizcaba su pecho con mucha fuerza al levantarlo.