31. Mystic

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El que se fuera sin darme explicaciones me hizo sentir traicionada ¿Qué había pasado para qué se comportará así? ¿Tenía que ver con Sir. August? Vuelvo a sentarme en el borde de la escalera y observo aquel trono vacío, no puedo evitarlo y una pequeña lágrima rueda por mi mejilla ¿Por qué tuvo qué morir? Me siento inútil al aún no haber podido hacer algo al respecto ¿Pero ¿qué pasaría si lo hiciera ahora? ¿Cambiaría eso mi presente? Siento que sí, pero eso no evita que piense que él se merece más, además ni siquiera sé si puedo ser una buena reina ¿Qué implica serlo?

Cierro los ojos y pienso en todo lo que ha pasado, pienso en como mi vida cambio tanto y antes de que me dé cuenta mi mente regresa a aquella primera visión, la vez que casi fui arrollada por un carruaje... pienso en el terror que tuve al no comprender lo que ocurría, en lo surreal que en ese momento se sintió viajar en el tiempo, en cómo un nombre tan ajeno se volvió parte de mí. Ahora ese terror tenía más un tinte de nostalgia, bien dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, como me gustaría que mi vida volviera a ser así de simple, ojalá pudiera volver a aprender de nuevo y no tuviera que cargar con el peso de lo que ahora se, comienzo a sentir ganas de llorar, pero de pronto escuchó un relinchido y abro los ojos sobresaltada.

El caballo alza sus patas y el carruaje se detiene por orden del cochero, y de él, baja un August preocupado tal como aquella vez, me invade una sensación de deja vu. El baja del carruaje y corre en mi dirección preocupado-¡Ane! ¿Te encuentras bien?

Está vez asiento y corro a abrazarlo, él me mira un poco consternado, pero me sigue el abrazo gustoso, mi corazón se acelera y una parte de mi teme que de la nada la escena desaparezca, pero al ver que eso ocurre no puedo evitar que la emoción me invada. -¡Estoy aquí y tú también! ¿Esto es real? ¿En verdad estás aquí conmigo?

Él acaricia mi cabello-Estoy aquí, siempre voy a estar cuando me necesites. -No logro evitarlo y el llanto me vence.

-Pequeña, me estás asustando ¿Puedes decirme qué ocurre?

Niego, aún no me siento lista para decirlo, eso lo volvería real-Solo me alegra verte.

Él suspira-Bueno, ya me lo contarás más tarde. -me extiende su mano ayudándome a subir al carruaje. -Yo la tomo gustosa, y subo junto a él, pero no puedo evitar pensar que tarde o temprano él volverá a dejarme.

* Mientras tanto en la sala del trono*

Ian llega a la sala del trono en busca de Anelis, pero no la vislumbra por ningún lado, rápidamente llama a Emil y a los chicos y comienzan a buscar por todo el recinto. Ian se siente asustado sabe que le ha fallado a su cencalli y eso le acongoja, no quiere decepcionar a Rodric, él le dio un hogar cuando más lo necesitaba, pero conforme los minutos pasan se da cuenta que es una realidad, la princesa a desaparecido. Clarys y Rodric comienzan a discutir con la noticia-¡Todo está fue tu culpa! ¡No tenías que dejarla sola!

-¡Crees que no lo sé! ¡Solo necesitaba un momento!.-Rodric aprieta con fuerza sus nudillos conteniendo las ganas de llorar.
-¡¿Un momento?! ¡Un momento era lo que te tomaba esperar a alguien para que se quedará con ella! ¡Era tú deber cuidarla!

Se lleva las manos al cabeza molesto -¡Lo sé y lo siento! Deje que mi corazón se interpusiera a mi deber.

De pronto Danield cruza la puerta molesto y luego empuja a Rodric contra la pared-¡Decir lo siento no basta, pueden matarla!

Rodric lo empuja librándose de su agarre-¿Y tú dónde estabas? ¡Dices que es mi culpa, pero ella estaba buscándote! ¡¿Por qué no te encontró?!

El Secreto De La Sangre RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora