40. La verdad

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Él enojo crece en mi interior al escuchar eso último—¿Si estabas ahí porque no hiciste nada?
—No pude hacerlo, cuando llegue ya era tarde.
—Sabes que, no me importa. -me pongo de pie y lo encaro-No vine aquí por excusas así que déjate de rodeos de una vez y dime quién sabía.
Él suspira—No sé su nombre, ella solo apareció.
—Si le confiaste algo tan delicado no podías no conocerla, es absurdo.
—No lo es porque no le dije nada y si lo hice no fue intencional.
—Fingiré que te creo, dime cómo era.
—Tenía el cabello plateado y ojos lila, era uno de los tuyos lo sentí en cuanto la vi. Estaba fuera del salón de plata en Aspen.
—¿Y qué hacías tú en Aspen? Es tierra sagrada para mi gente, esperas que crea que llegaste ahí por error ¿Me crees tonta?
—Para nada, no me malentiendas yo no llegue ahí por error, fui a buscar a tu abuelo para pedir ayuda. -Siento un nudo en la garganta al pensar en la posibilidad de que August tuviera algo que ver con el ataque.
—¿Y qué ayuda pediste exactamente? ¡Que se deshiciera de tú hijo por ti!
—No, no para nada, yo lo amaba solo que en ese momento no supe que más hacer, te juro que no es lo que piensas no soy él monstruo que tú crees.
—¿Entonces porque fuiste? ¡Por qué!
Suspira—Fui porque no supe a quien más acudir, luego de que tu fueras a ver a la orden las cosas se salieron de control.

Lo miro confundida—¿A la orden? De que hablas, deje la orden poco después de que empezamos a salir.
—Si, pero volviste por él, ese día cuando él y Isak fueron emboscados.
—Cuando eso paso Lind aún era un bebé ¿Qué tiene que ver con el ataque? Y a qué te refieres con que las cosas se salieron de control.

—Si, él era un bebé y pues no tiene que ver con el ataque directamente pero desde hace tiempo he empezado a pensar que todo está relacionado, ese día él dormía mientras yo practicaba unos hechizos pero cuando abrió los ojos las cosas empezaron a volar, él reía y jugueteaba con sus manos, trate de correr hacia él y pararlo pero cuando lo intente no podía hacer nada.-empieza a temblar—Nuestro hijo suprimió mi poder, no sé bien como pero lo hizo y yo me asusté, pero no de la manera que crees yo no tenía miedo de él, temía por él ¿Y si se hacía daño?

—Ya lo habíamos hablado, si algo pasaba usarías el collar y yo abriría un portal de vuelta a casa.
—Lo intente, pero no respondiste. -Recuerdos de ese día vuelven a mí.

"Estaba sentada jugando con Lin cuando la cabeza comenzó a dolerme era como una corriente tratando de salir de mi interior, entonces lo entendí era el enlace, pero no tenía sentido se rompió el día que hice mi juramento con los Skad. Toco la runa en mi frente y está comienza a doler, renuncié a mi naturaleza, la dejé ir ¿Cómo podía volver y pelear contra mí? Simplemente no tenia sentido

Lind sintió que algo andaba mal y comenzó a llorar, rápidamente lo cargué tratando de ignorar el dolor que emanaba de mi interior —Shh tranquilo, no te asustes, todo está bien, quien es mi niño lindo -el río y puso su pequeña mano en mi mejilla, sentí un poco de calor, pero no le di importancia y volví a colocar a Lin en la manta, en cuanto lo solté el dolor desaparecido. Entonces escuché a Isak en mi cabeza —Así no es como quería morir-Eso último me hizo helar ¿Qué estaba pasando? ¿Con quién hablaba y porque podía escucharlo? Los pensamientos de Rodric respondieron mi pregunta —Cierra la boca, no vamos a morir, aún tenemos tiempo si subimos a ese risco podemos lograrlo-. La desesperación comenzó a llenarme, busqué con prisa aquel hilo que solía unirme a ellos después de buscar fervientemente, finalmente logré encontrarlo era lejano y se sentía confuso, cuál cable mal conectado, pero estaba ahí —¿Chicos están ahí?

¿Mileva?¿Cómo es qué...?

Antes de que Rodric pudiera terminar la frase escuche a Isak maldecir—¡Eso estuvo cerca!

¿Qué estuvo cerca? -. Escucho un zumbido en mis oídos y todo vuelve a quedar en silencio ¡No! por favor no, no ahora.

Tomo a Lin en brazos y corro escaleras arriba en busca de Max —No tengo mucho tiempo para explicar, Rodric está en peligro y debo ir a buscarlo.

El Secreto De La Sangre RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora