Consejo de Amor

Extra 4: Isaac y Daniela (Parte 2)

Narra Alicia

A ver, volviendo de sorpresa yo me esperaba encontrarme algo que no esperaba, ¿Pero esto?

Cuando me he cruzado con Aurora en la puerta de la casa supuse que algo raro había, la verdad, aunque lo último que me imaginaba era encontrarme dos niños en el sofá llorando y a mi hermano y mi cuñado con cara de no haber dormido en toda la noche.

Bolt sigue ladrando y entonces Pablo reacciona yendo hacia los bebés y cogiendo a uno de ellos.

Eric: ¿Hambre?
Gavi: ¿Eso parece, cuando fue la última?
Eric: Dos horas y poco.
Gavi: Les toca ya, dime por favor que queda.
Eric: Creo que para una de cada uno hay.

Mi hermano busca cosas en la cocina y su novio intenta coger al segundo bebé en brazos, así que miro a Aurora dándome cuenta de que me está mirando a mí, por lo que deduzco que entiende lo mismo que yo, es decir nada.

Aurora: Así que esto es para lo que necesitáis ayuda.
Alicia: ¿Podéis explicarnos qué pasa?
Gavi: Ahora os explicamos, pero hay otras cosas.
Eric: Los niños en cuanto coman se duermen, y Bolt los vigila sin problemas, así que entonces podremos hablar tranquilamente.

Dejo las cosas en la entrada y voy directamente a la cocina para ayudar a mi hermano mientras que la andaluza va a ayudar al suyo con los bebés. Y como había dicho Eric, en cuanto se terminan los biberones se quedan dormidos como dos angelitos.

Vamos los cuatro a la cocina para hablar más tranquilamente y Eric se quita las gafas para poder frotarse los ojos, confirmado que no han dormido.

Aurora: Bueno, crisis superada.
Alicia: Ahora podéis explicarnos qué ha pasado aquí.
Gavi: Ayer al salir de la ciudad deportiva los encontramos llorando y encerrados en una mochila.
Eric: Los trajimos para que no se helaran, la noche ha sido bastante larga.
Gavi: Cada dos horas comida y ahí medio van a la par, pero el pañal uno a cada rato.
Eric: Y nos hemos apañado como hemos podido, compramos en el supermercado lo básico y así estamos tirando.
Aurora: ¿Y qué vais a hacer ahora?
Alicia: Son muy pequeños, tendrán dos o tres días.

Ambos se miran y, a lo mejor es porque llevo toda mi vida conociendo a Eric, pero sé perfectamente lo que están pensando

Alicia: Os planteáis adoptarlo, ¿No?
Aurora: ¿Es en serio?
Eric: A ver, simplemente nos ha venido la idea dos segundos antes de que llegarais.
Gavi: Es que esta noche les hemos cogido mucho cariño a pesar de que no nos han dejado dormir apenas.
Eric: Pero está el miedo que nos lo nieguen, ya sea por el tiempo de cuidarlos o porque sea un juez homófobo.
Alicia: ¿Y si simplemente los registráis como si fueran hijos biológicos vuestros?
Aurora: Cada uno registra uno y el otro lo adopta, con lo pequeños que son no estarán ni registrados, eso se hace cuando llevan ya 24 horas de nacidos y dudo que ellos tengan muchos más.

Ambos se miran y creo que se lo están pensando, es una opción que puede funcionar.

Conozco a mi hermano, le encantan los niños y está claro que quiere ser padre en algún momento de su vida, quizás por su cabeza pasa la idea de no poder tener otra oportunidad así.

Narra Aurora

La opción es buena, si los hacemos pasar por sus hijos biológicos ni juez ni nada, y dudo que vayan a hacerles las pruebas de ADN al registrarlos.

Pablo desde siempre que le han preguntado decía que quería tener hijos en algún momento de su vida, pero que no tenía prisa, que llegaría cuando tuviera que llegar.

Gavi: Podríamos probar, no perdemos nada.
Eric: ¿Pero como lo hacemos? Sobre todo porque como se filtre tenemos prensa rosa dando por saco hasta la saciedad, por no hablar de la cantidad de papeleo que nos falta.
Alicia: Algo podemos buscar, el trámite se puede hacer por Internet así que no hay que arriesgarse a las fotos.
Aurora: Y el papeleo tarde o temprano lo podemos sacar, creéis que han nacido en hospital.
Gavi: Seguramente, las cicatrices del ombligo estaban bien curadas, además en la mochila había una toalla con el logo típico de los hospitales públicos.
Aurora: Mamá puede buscar los certificados de nacimiento en la base de datos, ella desde el hospital lo tiene fácil.
Eric: ¿Y el libro de familia?
Alicia: Papá se puede encargar en el pueblo, tanto de los trámites como de intentar acelerar las cosas.
Gavi: No sé, quizás es meterlos en demasiados follones.
Alicia: Vamos, serían sus nietos si os decidís, seguramente ayuden en lo que puedan.
Eric: Pero son sus trabajos los que se ponen en juego.
Aurora: Si lo saben hacer no los arriesgan, y llevan ya tiempo en lo suyo.

Los dos se vuelven a mirar y yo creo que lo tienen muy decidido.

Eric: ¿Les damos un hogar a los pequeñajos entonces?
Gavi: Creo que ya lo hicimos anoche.

Pues me he encontrado dos sobrinos de repente.

Aurora: Pues faltan los nombres y ver quién adopta a quien.
Alicia: Vamos, lo difícil.

Los dos pequeños vuelven a llorar y el cachorro a ladrar, así que los dos van al salón y cogen a los peques, mi hermano al niño y mi cuñado a la niña.

Alicia: Bueno, creo las cosas están claras.
Eric: ¿A qué te refieres?
Aurora: Pues que la nena será una García y el nene un Páez, si los habéis cogido así tan rápido es porque estáis acostumbrados a hacerlo así.
Gavi: La verdad es que desde que los sacamos de la bolsa ha sido así.
Aurora: Venga, paso uno hecho, así que falta el otro.
Alicia: Los nombres.

Los dos se miran y sonríen, creo que ellos los tienen claro.

Eric: Daniela García Páez.
Gavi: Isaac Páez García.