Consejo de Amor

Extra 4: Isaac y Daniela (Parte 3)

Narra Eric

Terminamos el último partido de la liga en casa y la verdad es que estoy satisfecho con mi papel este año. Miro hacia mi brazo, donde está el brazalete de capitán que he estrenado esta temporada, me hace sentirme muy orgullosa. Y aunque sigue habiendo gente que aprovecha cualquier mínimo fallo (o ni siquiera eso) para querer echarme, sigo a lo mío marcando goles de córner y dejando porterías a 0. 

Mantengo mi filosofía de solo hacer caso de las críticas constructivas y desde el respeto.

Veo a los familiares empezar a llegar al césped y como capitán voy saludando a todo el mundo, aunque mi atención se centra en cuanto los veo en mis padres y mi hermana. Pero debo ser sincero, y mi vista va sobre todo en mi pequeña princesa que está en brazos de su abuela mientras estira sus bracitos hacia su primo, que duerme en brazos de mi hermana. 

No tiene ni medio año, pero ya se va manteniendo erguida, es más espabilada la niña.

Me acerco a ellos en cuanto termino mi obligación y sonrío sin poder evitarlo al ver la camiseta de Daniela, con el 24 a la espalda y "Dani" puesto encima.

Judith: Mira Daniela, ahí viene papá.
Eric: ¿Cómo está la princesa más bonita del mundo entero?
Sergi: Loca por su padre, no lo dudes.
Alicia: Ha dormido algo en la primera parte y el descanso, y se ha tomado un biberón a mitad del segundo tiempo, así que no te puedes quejar.

La verdad es que mis padres y mis suegros nos ayudan un montón con los niños, al igual que Alicia y Aurora. Cojo a mi princesa en brazos y le doy un beso en la cabecita. Hoy es la primera vez que Gavi y yo aparecemos con los niños, estos meses ha habido rumores, pero no hemos confirmado ni desmentido nada. 

La decisión de hacer oficial que tenemos dos hijos la verdad es que la tuvimos clara, no vamos a esconder a nuestros peques aunque si vamos a proteger su imagen y su intimidad hasta que sean ellos los que decidan.

Me fijo en el chupete que lleva Dani y el dibujo que tiene es como un dorsal de fútbol que pone papi y el número 6, el de Pablo. Obviamente, los niños tienen 4 camisetas cada uno (no pueden cambiárselas porque a Isaac las de Daniela le están grandes y a la pequeña no le valen las de su hermano) con dorsales diferentes: Dos con sus nombres (una con el número 24 y otra con el 6) y las otras dos pone papá o papi con nuestros dorsales (Para Isaac yo soy papi mientras que Gavi es papá y para Daniela es al revés, aunque no hablan aún nuestras familias ya lo han adjudicado).

Dependiendo de la camiseta que se pongan, se ponen el chupete que lleva el número del otro junto a lo que corresponda, papá o papi. Es la forma que tenemos de que vayan con los dos sin cambiarlo de camiseta ni nada.

Alicia: ¿Vas bien con ella?
Eric: Sí, sin problema. ¿Isaac está con Pablo?
Judith: Con Aurora iba, así que seguramente estará con ellos.
Sergi: Es lo bueno que tengáis dos, uno con cada uno.

Nos reímos los cuatro y mi niña mueve las manitas, si es que es más mona. Le doy un beso en la mejilla y oigo como me llaman, así que me disculpo con mis padres y mi hermana y sin soltar a la niña voy hacia donde me reclamaban, quedándose algunos directivos bastante sorprendidos con Daniela.

Termino la conversación con ellos y al girarme veo a mi mejor amigo venir hasta mí. Este sí que se habrá llevado una sorpresa.

Ferran: Tú tienes mucho que explicarme.
Eric: ¿Tú te acuerdas cuando te pedí la silla de tu hijo y te dije que ya te contaría?
Ferran: Sigo esperando que lo hagas.
Eric: Bueno, te presento a Daniela.
Ferran: ¿Tu hermana no había tenido un niño?
Eric: Y lo tiene, Oliver.
Ferran: ¿Entonces la niña?
Eric: Es mi hija.

La cara del valenciano es un poema y alterna la mirada entre la niña y yo.

Ferran: Entonces Pablo y tú...
Eric: Sí, somos padres. Y además está Isaac, el mellizo de Dani.
Ferran: Anda que avisáis, igual que cuando nombrasteis a Miranda vuestro padrino cuando los que aguantamos aquí somos Nico y yo.
Eric: ¿Entonces no quieres ser el padrino de Daniela?

Narra Gavi

Nada más ver que empiezan a aparecer los familiares en el césped tras el final del partido, voy corriendo hasta mi familia cuando la veo y enseguida me tiro a coger a Isaac, lo que quiero yo a mi peque.

Aurora: Anda que le van a quitar al niño.
Pablo: No te pases con tu hermano Auro.
Gavi: Lo siento, es que mi pequeño es mi pequeño.
Aurora Belén: Lo sabemos, tranqui.
Gavi: ¿Os ha dado mucho trabajo?
Pablo: Para nada hijo, es un amor.
Aurora Belén: Ha comido en el primer tiempo y desde el descanso dormido, acaba de despertarse.
Aurora: Con el último gol ha abierto los ojos, pero no se ha asustado ni nada.

Beso la cabecita de mi hijo y él reacciona frotándose un ojo y dándole un toque a su chupete. Es su típico gesto cuando está recién levantado, y a mí me vuelve loco.

Aurora: La baba hermanito.
Aurora Belén: Tú a lo tuyo, no dejas a tu hermano respirar.
Gavi: Voy un momento a buscar a Eric y Daniela, ahora vengo.
Pablo: Aquí te esperamos.

Asiento yendo a buscar a mi pareja y mi hija (Eric estará algo liado con sus responsabilidades de capitán) aunque me freno cuando me encuentro a Nico mirándome de arriba a abajo, supongo que intentando entender de donde ha salido mi niño, así que me acerco a él riendo.

Gavi: ¿Entiendes ya por qué lo de la silla ese día?
Nico: ¿Es el hijo de Alicia?
Gavi: No, Oliver está pegado a su madre.
Nico: ¿Entonces en qué momento tu hermana ha tenido un niño?
Gavi: Nunca.
Nico: ¿Me estás vacilando?
Gavi: No. Él es Isaac, mi hijo.

Veo a mi amigo abrir la boca sorprendido y haciéndole una caricia al pequeño en la mejilla.

Nico: Entonces Eric y tú...
Gavi: Padres de dos niños, yo tampoco me lo termino de creer.
Nico: Ah, que son dos.
Gavi: También esta Daniela, Isaac y ella son mellizos.
Nico: Vale, yo necesito procesar.

El gallego gira un momento la cabeza, supongo que vigilando a su hijo, y vuelve a mirarme.

Nico: Estáis como una cabra.
Gavi: Entonces si te digo que seas el padrino de Isaac, ¿Cómo lo ves?