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Dejo el viento diera en su cara sacudiendo sus cortos cabellos, abrió sus ojos viendo a las personas ayudarse entre ellas para reparar lo destruido.

Daban su mayor esfuerzo para regresar todo a la normalidad. Y ella harían lo mismo en ese instante.

–¿Bigote o lentes?– bajo por la soga quedando frente al rostro del Tercer Hokage –Queda mejor los lentes, usted ya tiene una barba fea.

Sumergió el pincel en la pintura. Al empezar a pintar el viento sacudió su cuerpo dejando caer la lata de pintura.

–¡No!. Me costó mucho conseguir la pintura...

Una vena se marcó en su sien, frunció el ceño y levantó la cabeza.

–¡No es divertido si tiras la pintura!.

–¿Miso?.

–¿Konohamaru?. ¿Que haces aquí?.

–Te vi cuando iba hacia la Academia. ¿Tu que haces aquí?.

–Vine a pintar un poco, la cara del viejo se ve aburrida.

–No debes hacer eso. Vamos, te ayudo a subir.

–Puedo hacerlo sola– sin ayuda del Sarutobi pudo subir y limpio su manos –¿Que?.

El castaño desvío su mirada, rasco su mejilla y volvió a verla.

–Naruto me dio un bale para ramen gratis, pensaba ir después de ayudar en la Academia.

–¿Y?. Yo también tengo uno, lo ganamos juntos. En más, iba a ir por él para comer juntos y hablar de sus misiones.

–Si. Claro. Ya debo irme.

La Uzumaki dio la vuelta recogiendo sus cosas mientras Konohamaru se alejaba, hasta que detuvo sus pasos.

–No.

–¿Hm?.

–Miso– volteo hacia la chica decidido –¿Quieres venir a mi casa más tarde?.

–¿Tu casa?. ¿Hablas de tu mansión?.

–S-Si. Podríamos jugar a los ninjas, puedo invitar a Moegi y Udon si quieres. O solo nosotros dos... es lo mismo.

–Si, bueno.

–¡¿De verdad?!.

–Si– alzó sus hombros –Me gusta tu casa, es más grande que la mía y esta limpia. Además no tengo nada que hacer luego.

–¡Perfecto!– celebró –Entonces te veo luego.

–Esta bien. Nos vemos.

El Sarutobi se alejo mientras festejaba en silencio, pero entonces dejó de hacerlo. Por qué se emocionaba tanto. Miso ya había ido a su casa antes, entonces por que se sentía así.

Eran amigos.

(...)

Sus pasos eran rápidos, se encaminaba a Ichiraku Ramen para comer con Naruto y ya iba tarde.

–Esto me pasa por tardar en guardar todo. Debí dejarlo con estaba y volver luego. No. Luego iba a la casa de Konohamaru, cierto.

Al estar distraída choco con dos personas.

–Oh, lo siento mucho. Estaba distraída. ¡Wow!. Esa espada es genial y muy grande. Seguro es muy poderosa.

–Claro que si, niña.

–Me llamo Miso. ¿Ustedes?. Jamás los vi por la Aldea, ¿son nuevos?.

Uzumaki y SarutobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora