Miro la flor en su mano, luego los pétalos caer al agua siendo llevados por la pequeña corriente.
Era la segunda flor a la que le arrancaba los pétalos y todos terminaban con la misma palabra.–Estoy estudiando.
–¿Que?.– Lee dejo de arrancar pétalos.
–Que estoy estudiando el cuerpo humano.
–¿Para que?.
–Quiero ayudarte, eres amigo de mi Onii-chan y sus amigos son mis amigos. Excepto ese chico Sasuke, no me agrada, ni Sakura, ni Ino y el chico de los bichos. Tengo pocos amigos, pero tu eres mi amigo ahora. Y estudio para ayudarte con tu pierna, se que encontraré una solución aun si tengo que inventar una pierna robotica. ¿Se podrá eso?.
–Miso...
–La vieja Tsunade no sabe de lo que habla. Yo sería mejor Hokage que ella, ayudaría a todos quienes lo necesitan. Estudiaré tanto y yo haré tu cirugía. ¡Lo prometo, Lee!.
–¡Miso!.
Ambos vieron a Moegi correr muy rápido hacia ellos, al tenerse se apoyo en sus rodillas para recobrar el aliento.
–¿Que sucede, Moegi?.– pregunto la Uzumaki.
–Es Konohamaru.
–¿Él está bien?.
Ella negó –Se encerró en la habitación del Tercer Hokage y no quiere salir. Por favor, ayu-
La castaña no tardó un segundo en salir corriendo lo más rápido que pudo.
(...)
–¡Onii-chan!.
–¿Miso?. ¿Que haces aquí?.
–Moegi me contó lo que sucede, ¿sigue allí dentro?.
–Si.– el rubio se cruzo de brazos –Ni siquiera me responde. Use mi jutsu sexi para nada.
Miso se acercó a la puerta. pego la oreja y cerró sus ojos, escuchaba un corto llanto.
–Konohamaru, soy Miso.
–¡Largo!.
–¡Oye, nadie le grita a mi hermana!.
Naruto golpeó la puerta y varios baldes cayeron en su cabeza, la castaña apretó sus labios, entonces todo lo que dijo era cierto.
Si llegaba otro Hokage, él se encerraria dentro.
Miro ambos lados pensando, empezó a caminar ignorando el llamado de los demás.
Estaba segura que la puerta estaba cerca, fue golpeando la pared hasta sentir un punto hueco. Abrió la pequeña compuerta y se adentro en ella, inhaló profundo sintiendo el olor del Sarutobi.–¡Ah!.
Su cuerpo cayó al suelo por la rendija bajo sus pies, sobo su cabeza por el dolor, abrió sus ojos viendo la puerta trabada con muebles y papeles bomba pegados.
–¿Como entraste?.
Volteo encontrando al Sarutobi sentado en un rincón de la habitación.
–Por favor. Estuve así tiempo aquí que en mi casa, conozco cada rincón. Además, los ductos me servían para asustar al viejo y estropear su trabajo. Era divertido.
La Uzumaki se sentó a su lado y tomó su mano sin preguntar.
–Planeo quedarme aquí contigo hasta que decidas salir.
–¿Por qué?.
–No lose. Solo quiero hacerlo, eres mi amigo y no te dejare solo. El viejo era alguien importante para mí también, y llore mucho cuando se fue. Pero me gusta saber que esta cuidando la Aldea desde arriba como los demás.
Konohamaru miro sus manos unidas y no pido evitar sonrojarse un poco.
–Por eso solo saldré cuando tu estés listo. Pero solo quiero que sepas que si la Aldea esta sin protección podríamos perderla, no quiero sonar mala ni nada, pero esta nueva Hokage es buena aunque sea vieja. Lo presiento, solo necesita algo de ajustes.– giro para ver a su amigo –Pero nadie superará al Tercero.
–Miso...
(...)
Abrió sus ojos cuando escucho las puertas abrirse de apoco, se había quedado dormida unos minutos, se puso frente a Konohamaru al ver quien era.
Tsunade quito todos los papeles bomba sin explotar y evito los kunai que fueron a su rostro, camino como si nada hasta ellos.
No tuvo más opción que levantar un kunai del suelo y apuntarle.
–¡No te acerques más, anciana!. ¡No nos sacaras de aquí!.
La rubia estiro su brazo hasta ella, frunció el ceño, se mantuvo firme ante otro movimiento, pero su mano pasó por su costado para tomar un libro.
–¿Eh?.
Sin más, se fue como si nada de allí ojeando el libro.
–¿Miso?.
(...)
–¡Esta es la primera vez que usa esa palabra para algo que no sea apostar!.
Los tres se detuvieron al escuchar el grito de una mujer.
–¿Esa es la voz de Shizune?.
–¿Quien es Shizune?.
Miso se acercó a la puerta para escuchar.
–Shizune... ¿Recuerdas a ese ninja medico, Kabuto?.
–¿Que pasa?.
–Estaba buscando un método de usar su habilidad para regenerar las células del paciente.
–¿Para Lee?.– pregunto Shizune.
–Si puedo aumentar las posibilidades del 50 al 51, merecerá la pena, ¿no?.
–Esa habilidad depende mucho del talento de la persona. No se siquiera si usted podrá dominarla.
–Tengo que hacerlo.– Tsunade mostró una pequeña sonrisa –Soy el Quinto Hokage, después de todo.
Su atención fue a Konohamaru quien dio la vuelta luego de unos segundos, los Uzumaki se miraron confundidos, pero igual lo siguieron.
–¿Que, Konohamaru, ya no quieres ver a la vieja Tsunade?.– pregunto su hermano.
–No.
–¿Entonces no más encerrarse en una habitación?.– Miso se coloco a su lado.
–Tendré que vivir con ello, ya que soy el joven maestro.
–¿Que?.– ambos Uzumaki se confundieron.
–¡Soy Konohamaru de Konoha, después de todo!. ¡Vamos, Miso!.
–¡¿Eh?!. ¡Espera!.
–¡Eh, Konohamaru, espera!.
La castaña miro a su amigo, podía ver una sonrisa en su rostro de nuevo, eso era bueno.
–Viejo, Konohamaru esta bien. Prometo cuidarlo como usted me pidió. Lo juro con mi vida.
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Hola! Cuanto tiempo. Que les pareció?
Ahora... que pasara?
Descubrelo aquí!
Sigan leyendo!
Kore!

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Uzumaki y Sarutobi
RandomAmigos porque su hermano era su rival en el puesto de Hokage. Tan mala como un gato peleando con un perro, alejando a todos excepto a su hermano, pero todo tenia una razón. Tenía algo en común con Uzumaki Naruto para que vivan juntos como hermanos...