Deposito las flores en el jarrón con agua, abrió las ventanas y corrió las cortinas dejando que entrará el aire fresco. Volvió a su asiento al lado de la camilla, agarro una manzana y empezó a quitarle la cascara.
Hacia lo mismo todos los días, la fruta no era para ella, pero comía los trozos cortados de igual forma. Cuando despertarán ella estaría lista con comida fresca para todos.Los tres permanecían en la misma habitación por petición de ella. Quería que si despertaban sea juntos y así ella podría sentirse mejor.
—Iba a traer bananas, pero no me gustan mucho. Un día me asuste con una, era de noche y pensé que era una serpiente. —relato la menor alzó terminar con la primera manzana, luego siguió con otra— En mi defensa estaba oscuro y no veía casi nada. Además, estaba en el suelo, ¿que hace una banana en el suelo?
Observo el cuerpo dormido de Kaito. Ella suspiro.
—En fin, no me gustan las bananas. Pero las manzanas son ricas, me gusta el jugo que contienen. Es rico.
Dejo la bandeja con los trozos de fruta cortados, algunos estaban un poco deformes, se justifica con decir que nunca pelo fruta.
—Sus familias vienen a verlos también, seguro ya lo saben. Ellos no me hablan, creo que siguen enojados conmigo. No los culpo, por mi es que están así...
Bajo la cabeza a sus manos. Dirigió una a su estómago. No podía olvidar ese día, siempre llegaba ese recuerdo y otras veces tenía un sueño con lo mismo.
—¡Cierto! Me olvide de contarles, el otro día me encontré con su viejo amigo, Hiroshin.
《—¿Que quieres?
—Supe que te irías de la Aldea. En realidad, le pregunte a la Hokage y ella me dijo cuando te irías.
—¿Y eso que? Fuera de mi camino.
—Lamento lo que le paso a tu equipo. También me quiero disculpar por lo que les hice. —Ella inclino su cuerpo bajando la cabeza.
—Si, bueno. Ya no hay más que puedas hacer. —Él alzó los hombros.
—Seguro contigo ellos jamas estarían como están. Se porque te sacaron del equipo, pero estoy seguro que si te preocupas por ellos.
—¡Ellos no me importan!
—Entonces —Ella alzo un poco la cabeza para verlo —,¿que hacías en su habitación el otro día?
El chico se sonrojo. Aparto la mirada, no le contesto la pregunta a la chica. Miso sonrío de lado, volvió a su postura inicial y levantó su brazo hasta él.
—Prometo que cuando despierten los cuidare. Me volveré más fuerte y no dejaré que les pase eso de nuevo. ¡Es una promesa! Cuidare a tu equipo y si algún día quieres volver no me negare. Aunque ellos no lo digan, se que te extrañan. —hablo segura de sus palabras— Ustedes siempre serán el Equipo 3.
Hiroshin chasqueo la lengua. Acomodo la corre de su bolso en su hombro derecho y paso por su lado. Ella volteo observando como se dirigía hasta las puertas de Konoha.
Miso bajo un poco la mirada.
—Más vale que cumplas esa promesa, niña.

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Uzumaki y Sarutobi
CasualeAmigos porque su hermano era su rival en el puesto de Hokage. Tan mala como un gato peleando con un perro, alejando a todos excepto a su hermano, pero todo tenia una razón. Tenía algo en común con Uzumaki Naruto para que vivan juntos como hermanos...