038

41 6 1
                                    

Algo suave paso por su mejilla, era cálido y peludo. Tanto, que podría abrazarlo y volver a dormir.
Tiro de lo que sea que tocara su mejilla, pero cayó en cuenta de algo. No podía girar su cuerpo, abrió uno de sus ojos.

—Ya era hora. ¿Me devuelves mi pata? La necesito.

—Eres un gato...

—Hm. Tu visión parece estar bien, mi nombre es Hoshi. Soy el doctor aquí.

La castaña giro la cabeza, estaba recostada en una especie de cama sobre el suelo y dentro de una carpa.

—¿Donde estoy...?

—Desconozco si puedo decirte eso, solo me encargaron curar tus heridas. Si puedes moverte, alguien te espera afuera.

—¿Afuera?

Con ayuda del felino pudo ponerse en pie, su cuerpo estaba lleno de vendajes y algún raspones. Hasta ahora se daba cuenta que no traía su ropa, solo una especie de tela cubrir su cuerpo y que ajustaba si cintura.

—¿Ya estas mejor, niña?

—¿Kuro? ¡Kuro!

Abrazo a su invocación, no pudo evitar soltar un par de lagrimas. Creyó que invocarlo antes de desmayarse había sido un sueño y ya habría muerto.

—Si, si. No perdamos tiempo, alguien quiere verte urgentemente. Hay muchos temas de que hablar contigo.

—¿Hice algo malo?

Kuro decidió explicarle todo lo que él sabía desde que fue invocado al mundo real. Como llegó, que le sucedió, como curaron sus heridas y las últimas que ella le dijo antes de perder el conocimiento.

(...)

—Me alegra que estés bien, Miso. ¿Te duele algo?

—Un poco el estómago, pero es hambre.

—Mi hijo luego te llevará por algo de comer. Pero quisiera discutir algo contigo primero. Envié a uno de mis mejores subordinados a tu Aldea para saber que sucedió. —explicó el felino— Pero tranquila, todo fue en sigilo, nadie sabe que estuvimos allí.

—¿Sabe que me culpan por algo que no hice?

—Me lo dijeron, y estoy seguro que eres inocente. Pero ahora eres buscada por tu Aldea por el homicidio de tu equipo.

—Quiero volver. —pidió la chica— Déjeme volver y encontrare al culpable, necesito mostrar mi inocencia.

—Me temo que por ahora no puedo dejarte volver.

—¡¿Por qué?! ¡Si le preocupa que alguno de sus amigos salga herido, no debe preocuparse! ¡Prometo que haré esto sola!

Kiko levantó su brazo deteniendo su hablar— Eso no me preocupa mucho, es otra cosa en realidad. Kuro me contó que tu hermano se fue de la Aldea para entrenar con su sensei.

—¿Y eso que?

—Que tu hermano es Naruto Uzumaki, Jinchuriki del Kyubi. Quizá lo sabes, Akatsuki lo busca y a ti también.

—¡Ellos no me interesan! ¡Debo buscar al asesino de mi equipo y acabar con su vida de la peor forma que exista! ¡Debe pagar! ¡Por su culpa ahora solo me ven más como un monstruo! —unas lagrimas aparecieron bajo sus ojos— ¡Entonces me convertiré en el peor monstruo que exista y acabaré-...

—¿En serio le darás un motivo para que te vean así?

—Yo... ¡No es mi culpa tener una bestia en mi interior! ¡Yo no lo pedí! ¡Pero ahora todos me ven como tal! Solo... Solo quiero ser libre...

El felino se paro en sus cuatro patas, se dirigió hasta la menor y poso una de sus patas sobre su cabeza.

—Entonces serás libre, pero debes pensar bien que quieres hacer realmente. Escucha tu corazón, Miso.

La Uzumaki cerró sus ojos, respiro profundo y libero el aire en un suspiro. Sus oídos captaron cada latido que daba su corazón, llevó una mano a su pecho.

—¿Ya sabes que hacer? —pregunto Kiko.

Ella asintió, volvió a abrir sus ojos de nuevo y las dirigió hasta él— ¿Cree que pueda ayudarme?

—Lo que necesites.

—Muchas gracias, Kiko-sama.

—También debo contarte algo. Esto quizá te deje muy sorprendida y confundida.

—¿Que cosa? —inclino su cabeza aun costado.

—Debes saber sobre tu pasado si quieres avanzar por buen camino.

—Usted...

—Debemos hablar sobre tu familia y de donde provienes.

(...)

Tomo asiento en un tronco caído en el suelo, sacudió su cabello algo nervioso. La espera lo estaba volviendo loco.

—¿Donde esta? Ya debería estar aquí. Ero-sennin... ¿por qué todos desconfían de ella?

—Incluso cuando todos me veían como un monstruo, él abuelo confío en mí. Dio su vida para salvarme. También a ti, Nii-chan...

Naruto se paralizó. Su voz lo había desconcertado, estaba seguro que era ella. Lentamente fue dándose la vuelta, hasta que finalmente pudo verla.

—¡Woah!

Miso se tambaleó al sentir como se lanzaban contra ella. No pudo evitar sentirse algo culpable por su acción, ella sólo le había causando preocupación.

—Me tenias tan preocupado, Miso... tonta.

—Lo lamento, Nii-chan. —rodeo su cuerpo con ambos brazos— Estoy de vuelta.

______________________________

Hola! Que les pareció?

Ahora... Ya sabemos una parte del pasado de Miso, pero sigue faltando mucho más... Que pasara?

Descubrelo aquí!

Sigan leyendo!

Kore!

Uzumaki y SarutobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora