Mantuvieron el contacto visual por varios segundos. Ella hurgo su oreja ignorando su intensa mirada. Tsunade frunció el ceño, chasqueo los dientes y apoyo su espalda contra el asiento.
—Veo que has rechazado la oferte de Danzo.
—¿Quería que la aceptara?
—Bueno... Es tu decisión. —respondió algo confusa por su pregunta— Como sea, te tengo otra misión.
—¿Otra? ¡Pero quería dormir! Me tiene de misión en misión todo el tiempo, estoy cansada... Y me duele el codo. Ni siquiera pude ir al hospital para ver a mi equipo.
—¿Que tiene tu codo?
—Nada... Solo lo dije. ¡Mi codo no importa! ¡Quiero un día libre!
—Bien. Tendrás tu día libre.
Sus ojos brillaron— ¿De verdad?
—Si. Luego de la misión. De lo contrario, te enviare de nuevo a la Academia y ahí tendrás tu día libre. —propuso la rubia— Iruka estará feliz de tenerte de vuelta, tienes muchos trabajos atrasados y exámenes.
—¡Dígame cuando empiezo!
Tsunade le informo sobre la misión, Miso la acepto a regañadientes y salió por la ventana ganándose un regaño de la Hokage.
—¿Hoy lo intentará de nuevo, Tsunade-sama? —murmuró Shizune.
—Tenemos que avanzar y la necesito lejos para trabajar. Si sale bien quizá ellos vuelvan. La probabilidad es de un 60%.
—¿Por qué no le dice a Miso? Quiza ella ya recordó lo que sucedió y pueda decirnos algo. Así quizá podamos saber que como terminaron así.
—Es arriesgado. Quizá todas las pruebas no mostraron nada dañado o figurado, pero si le decimos nuestra solución no le agradará nada.
La pelinegra asintió.
(...)
Giro la llave quitando el seguro y abrió la puerta, se quito sus sandalias tirandola al primero lugar que vio y se adentro a la habitación.
—Onii-chan... ¡Tengo sueño!
Mantenía sus ojos cerrados por el cansancio por lo que no vio quien estaba en frente. Choco con un par de piernas, suponiendo que era su hermano levantó los brazos siendo cargada en brazos.
—Quiero un ramen.
—¿Ramen?
Confusa por la voz desconocida, abrió de nuevo sus ojos. Lo primero en ver fue que a quien abrazaba no era su hermano.
—¿Hola?
—Hola.
—¡Onii-chan! Hay un chico raro en la casa.
Naruto salió de la cocina, camino hasta ambos y sujeto a la menor en sus brazos. Palmeo su cabeza para calmarla un poco.
—Descuida, Miso. No es peligroso. Lo encontré herida, lo llevé al hospital y ahora lo cuido. Lavo toda la ropa y limpio todo... —susurro lo último solo para ella.
—Entiendo. ¿Vivirá con nosotros ahora? Las camas no son suficientes.
—Bueno-...
—No dormiré contigo. Siempre me pateas.
—¡Mentira!
—Disculpen.
Ambos volvieron su mirada al invitado, quien estaba algo confuso por la discusión que empezaba por los Uzumaki.
—¿Ella es...?
—¡Miso Uzumaki! —ella se presento con la mano en alto.
—Es mi hermana. Vive conmigo, por eso la cama extra y ropa pequeña que lavaste.
—Pensé que sería otro chico. No vi ropa de mujer al colgar la ropa.
—¡Es incomoda comprar ropa interior de mujer! Siempre me miran raro cuando entro a la tienda. —justifico Naruto, avergonzado— Tuve que darle mi ropa de pequeño...
—Onii-chan, tengo sueño. Hablen en otro lado...
—Ah. Claro. Descansa, Miso.
Naruto la dejó en su cama, cerro las cortinas de la ventana y ambos chicos decidieron salir por algo de comer.
—¿Ella es como tu?
—Si. Se volvió ninja hace poco, pero la abuela Tsunade últimamente le da muchas misiones.
—¿No es bueno?
—Más o menos. —Naruto, desde que noto las misiones extra que le daban a Miso sólo lo preocupaban más. Volvía muy cansada, apenas podría comer y si tenía un segundo libre la pasaba en el hospital.
No quería saber como se pondría su hermana cuando supiera sobre el incendio en el hospital.
(...)
—¿Cuantas horas dormiste?
—Pues no muchas, gracias a usted. ¿Por qué me llamo? Iba a ir al hospital.
Tsunade entrelazo sus dedos sobre su escritorio lleno de papeles. La menor bostezo por tercera vez.
—Estuve tratando a tu equipo por... un largo tiempo. Necesito avanzar y es importante que me digas que recuerdas de ese día.
—¿Ese día?
—Hice todo lo que se me ocurrió, pero si no veo un problema no puedo resolverlo. Tu equipo está en coma y solo tu podrías saber que les sucedió. Creí tener una solución, pero no dio resultado. —explicó la rubia.
La menor cruzo los brazos. Bajo la cabeza unos segundos. Nunca pensó en intentar recordar ese día, más bien era algo que quería olvidar. No fue difícil, literalmente no recordaba nada. Tenía vagos recuerdos y luego llegar a la Aldea con todos.
—Miso.
—Lo intento, ¿bien? ¿Cree que es sencillo? Jamás me moleste en saber que sucedió, si llego a recordarlo no quiero saber el daño que cause.
—Esta bien, mantén la calma.
Ella frunció el ceño— ¿Calma? ¿Acaso piensa que me volveré un monstruo de muevo? ¿Me toma por loca?
—Obviamente esto es inútil.
—¿Inútil? ¡No me diga inútil! ¡Usted lo es! ¡Se supone que es la mejor ninja médico y no puede ayudar a mi equipo!
El despacho de la Hokage quedó en un silencio profundo. Miso reguló su respiración, sacudió su cabello y esquivo la mirada de Tsunade.
—Miso.
—No recuerdo nada, ¿bien? Es inútil. Quizá es hora de aceptarlo, ellos no volverán. —murmuró, pero no fue suficiente ya que fue escuchada— De saber que esto pasaría no hubiera aceptado un equipo. Tal vez deba aceptar ser Ambu.
—¿Que? ¿Eso que tiene que ver ahora? —Tsunade frunció el ceño.
—Escuche que son ninjas muy fuertes, y están listos para todo. —respondió la menor, repetía lo mismo que escuchaba de las personas hablando en la calle.
—¿Acaso piensas que tu equipo no estaba listo?
—No estaban listos para un monstruo como yo.
Con la última palabra, dio la vuelta saliendo de la habitación. Tsunade suspiro, giro sobre su silla enfocando su mirada en la Aldea.
—No te rindas, Miso.
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Hola! Que les pareció?
Ahora... que pasara? El equipo de Miso volverá o no? Habrá una solución? Miso entrará a Ambu?
Descubrelo aquí!
Sigan leyendo!
Kore!
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Uzumaki y Sarutobi
DiversosAmigos porque su hermano era su rival en el puesto de Hokage. Tan mala como un gato peleando con un perro, alejando a todos excepto a su hermano, pero todo tenia una razón. Tenía algo en común con Uzumaki Naruto para que vivan juntos como hermanos...