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Su cuerpo empezó a moverse repetidas veces, su cabeza se movía de un lado a otro.
El ninja a su cargo giro para verla, se sacudía y entonces abrió sus ojos, se sentó de golpe y respiro agitada.

Miso vio al ninja parado al lado de la puerta, miro por la ventana el sol en su punto medio, estaba en la Aldea de nuevo.

Intento ponerse de pie, pero cayó en cuenta que sus manos estaban atadas, vio al ninja esperando una respuesta de su parte.

–¿Que?. Quíta estas cintas de mis manos.

–No. Órdenes de la Hokage.

–¿Como llegue aquí?.

Este se quedó callado, empezó a desesperarse y forcejear con las cintas, su respiración se volvió agitada de nuevo.
El no poder moverse la hacia sentirse de nuevo atrapada, lágrimas aparecieron en sus ojos.

No se detuvo hasta ver sus manos rojas, pero ni eso la detuvo. Empezó a morder las sogas de sus manos, pero fue detenida al instante.
Levantó la cabeza viendo a Tsunade, le regreso a su lugar y libero sus manos, al estar libre ella salto al otro lado de la habitación.

–¿Como te encuentras?.– pregunto la Hokage.

–¿Que me paso?. ¿Como llegue aquí?.

–Cuando Sasuke Uchiha huyo de la Aldea un equipo fue a su rescate. Shikamaru, Chouji, Neji, Kiba y Naruto.

–¿Mi Onii-chan?.

–Cuando la misión empezó, horas más tarde fuimos informados de tu secuestro.

Ella aparto la mirada.

–Tu amigo, Konohamaru nos dijo lo que sucedió.

–¿Konohamaru?. ¿Él está bien?.

–Esta bien, un golpe en la nariz, pero vivirá.– Tsunade sonrío –¿Quieres decirme que paso?.

–Iba a irme.

–¿Que?.– su sonrisa se borro y frunció el ceño.

–Iba a irme con Sasuke...– sus lágrimas empezaron a caer por sus mejillas –¡Caí en la trampa de esos sujetos e iba a irme para buscar a mi familia!. Dijeron que Orochimaru me reuniría con mis padres al fin, caí en su engaño y me iría con Sasuke.

–Miso.

–¡No puede culparme!. ¡Llego años aquí y no se nada de mis padres!. ¡Ellos me abandonaron aquí sin razón y se fueron, no se dignaron visitarme o dejar una nota!. Se fueron y me dejaron sola en esta Aldea, pude morir... Así que si. Iba a irme con tal de reunirme con mi familia.

–¿Que te hizo volver?.

La Uzumaki miro por la ventana, el viento soplaba y sacudía las cortinas.

–Miso, ¿que te hizo volver?.

–Jamás rompo una promesa.– dijo de pronto –Mi Onii-chan me enseñó eso, si prometo algo debo cumplirlo. Solo una vez rompi una promesa, le dije a Iruka-sensei que estudiaría para un examen, se lo prometí y no lo cumplí. Reprobe, pero me dio otra oportunidad, mis amigos me ayudaron a estudiar y aprobé al día siguiente.

La Hokage la vio volver a la cama, abrazo sus rodillas y siguió viendo por la ventana.

–Estaba apunto de irme de la Aldea y seguir a Orochimaru, pero alguien me dijo algo. ¿Que es más importante ahora?. Buscar a las personas que te abandonaron al momento de nacer o tu hermano que cuido de ti sin pedir nada a cambio.

Miso volteo para al fin ver a Tsunade.

–Elegí a mi Onii-chan. Elegí seguir en la Aldea, elegí seguir mi promesa, la promesa que le hice al viejo.

Uzumaki y SarutobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora