Uzumaki y Sarutobi

015

Abrió sus ojos viendo al enorme sapo cubrirla de ser golpeada por el arma de Kisame, sus piernas temblaban levemente.

Estuvo a sólo segundos se morir y no pudo hacer nada, su cuerpo estaba paralizado.

Nunca se sintió así.

–Eres de los que crean mala dala a los hombres, usando tu ojo para hipnotizar a una mujer y separarme así de Naruto...

–¿Separarlo de mi Onii-chan?.

–Así que realmente ibas tras Naruto.

–No me sorprende que Kakashi lo supiera. Ahora lo entiendo. Tu eres la fuente– dedujo Itachi –Llevar a Naruto con nosotros era una orden urgente de nuestra organización, Akatsuki. Seguido de Miso, es una suerte que ella esté aquí.

El humo cubrió el cuerpo de la menor haciendo saber que el sapo que la salvo desapareció.

–No puedo entregarles a Naruto y Miso.

–Ya lo veremos.

–Muy bien, me desharé de ustedes dos aquí.

–No te entrometas...

Sasuke pudo ponerse en pie con dificultad.

–El que va a matarlo... ¡Soy yo!.

–No tentó ningún interés en ti ahora.

–¡Cállate!.

Corrió hacia él con la intención de golpearlo, pero fue derribado con una simple patada en su estómago.

–¡Sasuke!. ¡Mierda!.

–¡Onii-chan!.

–¡Narutl, te he dicho que no te entrometas!. Te he dicho antes... He sobrevivido hasta ahora... por este momento... ¡Por este día!– su sharingan apareció en sus ojos.

Repitió la misma acción de atacarlo, la furia se notaba en sus ojos, la ira, lanzó el primero golpe, pero fue bloqueado. Itachi golpeó su mandíbula, seguido de otro dirigido a su pecho, el cuerpo de Sasuke choco contra la pared al final del pasillo.

–Aún no estoy acabado...

–Ya ni siquiera puede formar sellos.

–Esta es mi batalla... 

–Muy bien.

Los ojos avellana de la Uzumaki viajaron hacia Itachi, quien golpeada a Sasuke sin piedad, cada parte de su cuerpo haciendo que tosiera sangre.

Podía no agradarle el Uchiha, pero era compañero de su hermano, los amigos de él terminaban siendo sus amigos.

Aveces.

Su grito la alertó.

–Esta siendo cruel, como de costumbre. Ha usado el Tsukuyomi en su hermano pequeño.

–¡Déjalo ya, cabron!.

Naruto corrió hacia el Uchiha siendo seguido por Kisame, ella intento detenerlo, pero fue sujeta de su ropa y alejada.

–¿Ero-sennin?.

Este formó sellos con rapidez y el lugar fue cubierto por una cosa pegajosa.

–Ninpou Gamahuchi Shibari. Los ha abandonado la suerte, Itachi, Kisame. Están dentro de mi estómago ahora. He invocado el esófago de un sapo gigante de la posada de las montañas rocosas Myouboku. De todos modos ambos son criminales buscados. Los convertiré en comida para este sapo de las Rocosas.

–¿Que es esto...?.

–¡Naruto, Miso!. Ustedes quédense quieto. No se preocupen, esta es mi técnica.