II.- Regreso a Casa

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Stiles miraba la ventaba del jeep de sus hermanos de manera nerviosa, recordaba perfecto el día en que salieron de su hogar, aquel pueblo en el que crecieron y ahora se encontraba en el de nuevo. Además su hermana y tío seguían vivos, cuando Laura les dijo no pudo evitar llorar, alguien más había sobrevivido, no estaban solos y por ellos no le importó ni por un segundo dejar toda su vida en Nueva York.

— Tranquilo, todo estará bien, cachorro. — le dijo Derek desde el asiento del copiloto, el humano lo miró y se encontró con la perfecta y reconfortante sonrisa de su hermano mayor.

— Solo estoy nervioso por ver a Cora y el tío Peter de nuevo, algo me dice que las cosas han cambiado en este lugar desde que nos fuimos. — miró sus manos — Nosotros hemos cambiado, no somos los mismos niños que sobrevivieron al incendio. — miró a la ventana.

Derek y Laura se miraron, todas las emociones de su hermano los invadía, él solo era un niño asustado y nervioso.

— Es verdad, ellos también son diferentes al igual que todas las personas que alguna vez conocimos, pero este lugar puede ser nuestro hogar y tal vez podamos hacer justicia por mamá, papá y los demás. — le dijo Laura con una voz tranquila.

— Puede ser.

Los hermanos Hale llegaron a un loft, Peter lo había comprado al igual que todo el edificio, por el momento sería su hogar. Deucalion le había dicho a Laura que perdió su poder de alfa y que había estado liderando a una manada de omegas, al parecer dos años atrás un alfa loco llegó a morder a adolescentes por todo el pueblo y al final terminó muerto gracias a los Calaveras.

Los tres se bajaron del auto.

— ¿Estaremos bien? — preguntó Stiles mirando al edificio.

— Lo estaremos, tenemos una familia y pronto una manada. — le dijo Laura la menor mientras revolvía su cabello con cariño.

— Tranquilo, Mitch. Haremos de este lugar nuestro hogar, de nuevo. — le dijo Derek mientras cargaba sus maletas, lo demás llegaría en unos días una vez que estuvieran acomodados.

— Vamos a hacer esto. — dijo Stiles entrando al lugar.

El loft yacía frente a ellos y Laura decidió ser quien lo abrieran mientras sus hermanos se mantenía detrás de ellos, se había costumbrado a esa formación después de tanto tiempo de demostrar que era la manada Hale y sería el soporte de su alfa, así que lo hacían sin siquiera darse cuenta.

Al entrar se encontraron con catorce adolescente junto con cuatro adultos, incluyendo a Deucalion y su familia.

— ¿Lau? ¿Der? ¿Mitch? — preguntaron los Hales con lágrimas en sus ojos.

Stiles corrió a abrazar a su hermana y tío, sentía que algo dentro de él comenzaba a llenarse, se empezaba a sentir más completo. Los mayores no tardaron en seguir al humano y repetir su acción sin importarles que los betas los estuvieran viendo.

Después de unos minutos los Hale se separaron, Peter tomó las mejillas del humano entre sus manos.

— Te pareces tanto a tu padre, eres su viva imagen con los ojos de tu madre. — le dijo Peter acariciando las mejillas del menor.

— Y tú eres como siempre lo has sido, tío Peter. Eres el mismo de siempre, te extrañe. — le dijo Stiles inclinando su cabeza de manera ligera para sentir más las caricias del lobo.

— Aunque te pusiste más atractivo, eras un niño bonito pero ahora eres un joven atractivo. Digno encanto Hale. — le dijo Cora con un guiño.

— Eso es verdad, los Hale somos atractivos. — dijo Laura con los ojos rojos por haber llorado.

Derek sonreía levemente pero se mantenía en una postura fuerte, podía notar las miradas de betas, que para él eran extraños, y no podía evitar ponerse nervioso aunque ya supiera de su existencia.

— No puedo negar su atractivo. — comentó Deucalion acercándose a ellos y colocando su mano sobre el hombro del Peter.

— ¿Ustedes están juntos'? — preguntó Stiles con emoción.

— Así es, cachorro. — le dijo Deucalion con diversión, adoraba al menor de los hermanos siempre con esa chispa de felicidad.

— ¡Si! Mi sueño de niño se hizo realidad y al fin eres el tío Deu.

El mencionado rio levemente y acarició el cabello del menor.

— Era momento de que sentarás cabeza, mereces ser feliz. — le dijo Laura con felicidad.

— Creo que nos deberían presentar a todos los betas. — dijo Derek de manera seria pero suave.

— ¡Oh, es verdad! — miró a los mencionados — ¡Hay caras conocidas! Los amigos de Cora: Scott, Isaac, Jackson, los gemelos, Boyd, Erika, Malia, Lydia, Danny y Theo. — miró a los de su edad — Ustedes son nuevos, no estaban conmigo cuando iba a la escuela. — comentó Stiles con confusión e inclinando su cabeza ligeramente. Mas de uno tuvo un derrame por ver la ternura del chico que solo se vestía como alguien oscuro pero era un niño.

— Ellos son Liam, Corey, Mason, Kira y Allyson. Luego están los mayores: Breaden y Jordan. — presentó Peter con diversión.

— Esa chica es mía, hermanito. — le dijo Cora abrazando a la cazadora por la cintura.

— Toda tuya, Cora. No soy de mujeres. — le respondió Stiles con emoción al saber que su hermana había conseguido la felicidad.

— Al parecer somos los únicos heterosexuales de la familia. — comentó Laura de manera tranquila para después sentarse en uno de los sofás.

— Mientras ellos sean felices. — dio Derek parándose detrás de Laura.

— Bien, chicos ellos son los Hale restante, algunos los recordarán. Laura, la nueva alfa de la manada, Derek y el pequeño Mieczyslaw.

— Pero pueden decirme Stiles, es mejor. Papá decidió que solo yo heredará su lado polaco, por eso tengo un nombre único, por lo menos aquí en América. — comentó Stiles mientras se sentaba al lado de su hermana mayor.

— Es verdad, mi cuñado torturó al cachorro con un nombre bastante complicado.

— Bien, como dijo Peter, ahora seré su nueva alfa y no soy blanda. — dijo Laura dejando brillar sus ojos. 

El Hale AdoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora