El Hale Adorado

VII.- Scott

Stiles suspiró en clase, el profesor Harris trataba de hacerlo enojar como siempre pero ese día no estaba de humor para escucharlo. Era el aniversario de la muerte de su familia y solo quería ir a casa y encerrarse en su habitación, que nadie lo molestara ni siquiera Laura y Derek, era un día en el que solo quería estar solo ni siquiera sus hermanos se acercaban a él, lo habían intentado los primeros años pero después entendieron que no debían molestarlos.

Los betas habían notado perfectamente el humor del castaño pero no entendía porque estaba tan apagado, solo estaban a su lado. Danny lo abrazó una vez e hizo que sonriera un poco, Ethan solo lo había rodeado con su brazo mientras caminaban a su clase, Jackson había acariciado su mano debajo de la mesa y Liam no se había despegado de él, frotaba su cabeza sobre su brazos. Todos ellos querían hacer algo por el castaño pero no querían hacerlo sentir peor o que se enojara, solo querían verlo bien. Cora trato de acercarse a su hermano pero al final lo negó, tenía miedo de ser rechazada.

— Chicos, me iré temprano a casa. — les dijo Stiles con una leve sonrisa mientras subía su jeep.

— ¿Por qué esta así? ¿Todo bien? — preguntó Isaac con preocupación.

— Hoy es el aniversario del incendio. — dijo Cora con tristeza.

Allyson abrazó a su novia y después lo hicieron los demás, sabían lo doloroso que era para los Hale ese día.

— Derek y Laura me dijeron que Mica siempre se encierra en su habitación y no sale en todo el día, ellos trataron de sacarlo pero nunca quiso, él se enojó con ellos por días.

— ¿Irán a sus tumbas? — preguntó Jackson con delicadeza.

— Si, iremos juntos. Der le preguntó a Mica pero él dijo que iría.

Scott caminó hasta su motocicleta y se alejó sin que lo vieran.

*

Stiles entró al loft y paso de largo a sus hermanos y subió a su habitación, dentro se recostó sobre su cama y se tapó con las sábanas, las lágrimas no dejaron de correr por sus mejillas.

Después de unos minutos escuchó como tocaban a la puerta, lo ignoro. La puerta se abrió y frunció el ceño. Scott entró a la habitación y miró con tristeza el bulto que estaba en la cama, se acercó y se sentó al lado del bulto y comenzó a acariciarlo con cariño.

— ¿Quieres hablar? — le preguntó Scott.

— ¿Qué haces aquí?

— Estaba preocupado por ti, me imagino que o es un día fácil. Esta bien que no quieras hablar y lo entiendo pero estoy aquí, incluso si solo quieres quedarte así todo el día. No me voy a parar de esta esta cama.

Stiles se removió un poco y solo sacó su cabeza dejando ver su rostro lloroso. Scott sonrió con cariño y lo abrazó.

El castaño lloró en los brazos del latino por horas y cuando se calmó decidió contarle todo que vivió cuando era niño, lo mismo que le contó a Allyson y Scott no lo soltó en ningún momento.

— No fue tu culpa, eras un niño. Ellos no te van a odiar, ellos lo entenderán note harán a un lado, nadie te va a odiar o dejarte solo, tu jamás quisiste que tu familia muriera, nada de eso. — acarició las mejillas del castaño y lo miró a los ojos — No te preocupes, no vas a estar solo y si mereces ver a tus padres y familia, tu también tienes derecho a extrañarlos y anhelarlos también tienes el derecho de querer tu venganza y de odiar a Chris y Kate. Ellos te hicieron daño, ella por engañarte y manipularte, Chris también lo hizo al no ayudarte, te advirtió pero no arriesgo todo para ayudar a una familia de inocentes a no morir. — le dijo Scott con una voz suave.

— ¿De verdad puedo ir a verlos? — le preguntó Stiles con la voz rota.

— Si, ¿quieres que te acompañe?

El castaño negó con la cabeza.

Scott asintió y se levantó de la cama dejando su mano extendida para que el otro la tomaba.

Stiles se dirigió al baño y se cambió, también se limpió el rostro.

— Me voy, gracias Scotty. — le agradeció Stiles con una dulce sonrisa.

Scott sonrió y sintió su corazón llenarse de felicidad.

*

Stiles llegó al cementerio de los Hale, desde mucho antes de que naciera se habían enterrado a los miembros de la manada Hale en ese lugar. Caminó por unos segundos hasta que llegó a donde había más de seis lápidas, había dos un poco más grandes que las otras. Suspiró y se sentó frente a ellas.

— Hola, mamá. Hola, papá. — sonrió con tristeza — Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos, no quería venir porque yo fui manipulado por Kate, yo no imaginé que ella haría lo que hizo. Pensé que no merecía estar aquí, no merecía verlos. Hay mucho días en los que deseo morir y estar con ustedes pero no sé que harían Der, Lau y Cora, no puedo causarles más dolor. Ojala solo yo hubiera estado esa noche en casa, solo yo, así nadie hubiera muerto más que yo. — limpió sus lágrimas — Eso quedo en el pasado y creo que no puedo cambiar nada lamentándome. Estamos juntos y eso debe de tranquilizarlos, el tío Peter también esta aquí y ahora tenemos una manada, Cora sale con una chica dulce y supongo que nosotros tres aun tenemos tiempo para encontrar a alguien, quien sabe. Estas es una nueva manada, diferentes personas y creo que todo saldrá bien, no dejaremos que nada vuelva a ocurrir, yo no dejaré que ocurra. — suspiró y sonrió levemente — Prometo acabar con Kate y Gerard Argent, ellos pagarán por lo que nos han hecho, tranquilos tendremos nuestra venganza. — dijo Stiles mientras dejaba dos rosas blancas frente las lápidas.

— ¿Mica? — giró para encontrarse con sus hermanos.

— Decidí venir.

— Eso es bueno, hermanito. — le dijo Laura para después sentarse a su lado al igual que Derek y Cora.