XXII.- Confianza

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Stiles se dejó caer sobre uno de los sofás de la sala de estar una vez que atravesó el portal. Estaba agotado y aunque quería hablar con sus hermanos sabía que Laura podía reaccionar un poco... difícil.

— Deberías ir a descansar un poco. — le dijo Gawel mientras acariciaba el cabello del castaño.

— No puedo. — miró a sus amigos con una ligera sonrisa — Lamento que vean esto chicos. Ayer tuve que entrenar a unos faes adolescentes y ellos suelen drenar toda mi energía, pensaba que los lobos eran difíciles pero los faes son un dolor de cabeza. — les explicó Stiles mientras recibía un café helado de parte Ludwik, el de ojos verdes amaba hacer todo tipos de café desde que Stiles le compró un libro de eso.

— ¿Quieren algo de tomar? — le preguntó Ludwik a los invitados.

— No, gracias. Estamos bien. — le dijo Ray mientras jugaba con su hijo que estaba sobre su regazo. El niño reía feliz mientras jugaba con los dedos de su padre.

— Habla por ti mismo. Eso se ve delicioso. ¿Qué más puedes hacer? — le preguntó Wyatt mientras acompañaba al fae a la cocina.

— Se ve más relajado. — comentó Stiles contento. Los demás faes estaban por todo el piso, se mantenían al pendiente de su hermano, pero cada quien estaba en sus cosas, sabían que el castaño necesitaba pasar tiempo con ellos.

— Sí. Es algo diferente, creo que se volvió mucho más tranquilo desde que regrese. En estás semanas él se mantenía tranquilo mientras que los demás estábamos al borde de un colapso de nervios. — comentó Samuel con felicidad. Amaba que su novio estuviera más tranquilo y que disfrutara más de las cosas pequeños como pasar tiempo con los faes.

— Jamás pensé que calma y Wyatt irían juntos en la misma oración. Me da gusto. Lamento haberlos preocupado en estás semanas, la verdad cuando me encontré con el abuelo jamás pensé que las cosas habían cambiado.

— Sti, no tienes que disculparte. Jamás pensaste que algo así te pasaría, tú estabas buscando a las personas que podían ayudarte a entender tus poderes. Tienes habilidades y eres diferente a nosotros y no podíamos ayudarte como hubiéramos querido. — le dijo Robbie con una dulce sonrisa.

— Gracias. La verdad al principio quería volver de inmediato, no confiaba por completo en mi abuelo, no sé era mucho misterio y me enteré de cosas de mi padre que no conocía y que jamás pensé que haría. Entendí otras cosas de mi familia. Mmm... también me enteré de la historia de mi abuela y mi abuelo.

— ¿Tus abuelos? ¿Los papás de tu papá?

— Aja. Al parecer mi abuela era la Alfa de los Hale, era increíblemente fuerte. Mi abuelo decidió vivir en el peligro por ella, poco después tuvieron a mi padre y mi tía.

— Espera... ¿Tienes una tía? — le pregunto Wyatt legando de la cocina con un café helado.

— De hecho sí, tengo que ayudarla. Mi tía es Katherine Argent, ella fue secuestrada de niña y Gerard la ha torturado todos estos años. Ella jamás quiso hacer esas cosas. Ella jamás asesinó a inocentes, me mostró sus ojos antes de que fuera con mi abuelo. Prometí ayudarla.

— ¿Christopher sabe eso? La verdad el cazador nos ayudó bastante en estás semanas.

— Por lo que me dijo Kate él no tiene idea de lo que le hicieron. En fin, mis abuelos dieron todo para recuperarla, pero gracias a eso la abuela murió. Desde ese momento mi abuelo decidió proteger a los faes, quiso convencer a papá de que él se quedará a su lado pero papá encontró a mamá. Él se quedó aquí y se selló a sí mismo, ocultó su poder para que nadie lo encontrara.

— Hay algo más. — le dijo Ray preocupado. Conocía las reacciones del castaño, no importaba cuanto cambiara siempre podía identificaran cuando algo le sucediera.

— Papá. — tomó aire — Él sabía todo lo que iba a pasar, él podía ver el futuro. Por eso el abuelo jamás vino a ayudarnos, él tenía que esperarme para entrenarme. Básicamente, papá sabía que iba a morir y que solo íbamos a quedar nosotros. — sonrió con tristeza — LA verdad estuve enojado por mucho tiempo, no podía creer que papá sabía lo que iba a pasar y aún así decidió dejarnos solos. Lo único que podía pensar era todo lo que tuvimos que soportar Lau, Der y yo, también Pete y Cora. No sé, estuve muy enojado. Pero en el momento que comencé a entender acerca de los faes y me dejé envolver por ese mundo entendí un poco a papá.

— Ey esta bien. Ahora tienes más familia y gente que de verdad pueden entenderte, nosotros no vamos a irnos a ningún lado, somos parte de la manada Hale y vamos a esperarte. Nosotros confiamos en ti y te seguiríamos al final del mundo. — le dijo Wyatt mientras acariciaba le cabello de su amigo.

Los demás solo asintieron. Ray sonrió y dejó a su hijo sobre el regazo del fae.

— Eres nuestro amigo. Siempre vamos a estar aquí. — le dijo Ray mientras Joe se paraba en el regazo del Hale y tomaba sus mejillas con cariño.

— Gracias. Tranquilo, cachorro estoy bien. — miró a sus amigos — ¿Recuerdan el pequeño fae del que les hablé? — sus amigos asintieron — Pues después de rescatarlo lo adopté. — miró al menor entre sus brazos — Vas a tener un primo, se llama Thomas y es muy lindo.

— ¿Cuándo podemos conocerlo? — le preguntó Samuel con emoción. Su amigo se veía feliz y eso le era suficiente.

— Yo creo que en unos días, la verdad quiero que las cosas estén más tranquilas con mis hermanos.

— Nos tienes apoyándote. — le dijo Robbie.

— Gracias.

Los faes sonrieron, ellos habían escuchado todo la charla entre Stiles y sus amigos, se alegraban de que su hermano ya estaba más tranquilo y ese miedo por no ser aceptado por las otras personas que amaba.

*

— ¿Listo? — le preguntó Lazor a su "líder" a la mañana siguiente.

— No, pero debemos reunirnos con la manada. También recuérdenme de ir al Nemeton, tenemos que darle un poco de nuestra magia, tal vez con eso podamos ayudarlo para que el territorio este más protegido.

— Lo haremos, pero ahora solo concéntrate en el desayuno con tus hermanos y la manada. — le dijo Gawel mientras acariciaba las alas de su hermano.

— Es extraño saber que Der y yo ahora tenemos la misma edad, eso hace a Cora la menor de los cuatro.

— Así pasa el tiempo, has pasado por muchas cosas, pero cambiaste y no importa el orden, ellos siguen siendo tus hermanos. Ahora vamos. — le dijo Mikolaj mientras abría un portal al loft.

— Estamos contigo. — le dijo Lazor mientras le guiñaba un ojo.

Stiles solo pudo sonreír. Esos idiotas eran los mejores, su lazo, sus hermanos.

*

Derek miró a Laura una vez que el portal se abrió frente a ellos.

— Recuerda lo que hablamos anoche.

— Der, yo soy la mayor. — suspiró — Sé que no reaccioné de la mejor forma, es que Mica se ve tan diferente y mi chispa Alfa se sintió amenzada, sé que no es lo correcto.

— Lo sé, Lau. Es bueno que te hayas dado cuenta de eso así que tranquila. Tal vez deberías disculparte con Mica.

— Lo haré, ahora chitón.

Derek sonrió al ver como su hermana se ponía un poco nerviosa al ver a su hermano pasar por el portal. Los faes cruzaron detrás de él, las mismas miradas serias, pero se veían más relajados.

Los amigos de Stiles les había que su hermanito estaba bien y que estaba más relajado, no les habían dicho nada acerca de lo que les había contado porque eso no les correspondía a ellos.

— Hola, chicos. — los saludó Stiles con una leve sonrisa adornando su rostro.

— ¡Sti! — exclamaron sus compañeros mientras lo abrazaban. 

El Hale AdoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora