Ruegos, ruegos y más ruegos son lo que las chicas necesitan para acabar de convencerme para que cante delante de ellas. No sé porque todo el mundo se empeña en que cante para ellos.
Kate que está en proceso de aprender a tocar la guitarra me acompaña con unos cuantos acordes. Canto una canción muy conocida y pronto todas se me unen.
Poco a poco va anocheciendo. La luna y reluce sobre nuestras cabezas, va siendo hora de irnos. Miro el reloj.
- ¡Mierda! ¡Corred, corred! - meto prisa. Ellas me miran confundidas.- ¡Son las diez y media, nos van a matar como no salgamos pitando de aquí! - grito.
Todos empiezan a murmurar cosas mientras recogemos a toda pastilla.
Después de 10 minutos corriendo sin descanso alguno llegamos a la casa. Primero nos asomamos asegurándonos de que nuestros padres han llegado.
- ¿Algún plan para que no nos caiga la bronca del siglo? -Mia nos mira jadeando.
- Yo solo sé que como tardemos un minuto más no volvemos a ver la luz del sol, por lo menos yo.- aporta Kate tumbada en el suelo después de la carrerilla.
- De acuerdo, si queremos seguir vivas tenemos que entrar a la casa sin que reparen en nuestra presencia, escondernos en la habitación y esperar a mañana para enfrentarlos.- habla Andrea.
- Yo me uno, el problema lo tendremos para que no se den cuenta de que hemos llegado, ¿si están todos en el salón como pasamos desapercibidas?- dice mi hermana.
- ¿Qué tal si corremos? No hay otra cosa que podamos hacer.
- Bonito plan Annie.- me mira la enana.- ¿Enserio no se le ocurre algo mejor a tu cerebro?- resopla.
- Es la única opción que tenemos si queremos seguir vivas para mañana.- replico.
- Oh, oh. Chicas, mejor que salgamos a correr ya porque los chicos están haciendo ademán de levantarse. Y no quiero ser cazada por ellos,- nos corta Mia.- hombre, si es Jack no tengo ningún problema, pero mejor correr ahora. Aunque me podría quedar en esos brazos para siempre.- ¿Enserio? Analicemos la situación: estamos organizando un plan para que no nos maten y Mia se pone a hablar de mi hermano.
Cuento hasta 10 porque temo empezar a ponerme a gritar, soplo.
- De acuerdo.- respiro.- ¡Corred!
Todas empezamos a correr hacia la casa, pasamos la entrada como una exhalación después de dejar las cosas tiradas en esta de cualquier modo, pero cuando llegamos al salón todos se levantan. Veo a un preocupado Christian mirándome como pidiendo una explicación, pero no me paro y sigo corriendo.
- Suéltame Elliot.- escucho que exclama Kate. Definitivamente no llegamos vivas.
- No, papá, no, cosquillas no por favor.- esta vez es Andrea que no para de reír.
¡Porras! Más tarde ya han cogido a Mia y a mi hermana (mi hermano y mi padre respectivamente). Yo me he parado detrás del sillón, enfrente de Christian, pero él no se ha movido. Espera a que lo haga yo primero. Aggg, lo odio, sabe cómo tiene que hacer las cosas conmigo. Porque está claro, yo no soy como mis amigas y mi hermana. No me voy a dejar coger como si nada.
Pienso rápido y echo a correr hacia la entrada de la casa para dirigirme al bosque y escalar un árbol.
Oigo los pasos de Christian detrás de mí, de soslayo puedo ver que le hace un gesto a los demás indicando que él se encarga de mí. Eso no es nada bueno.
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¿Por qué cuando por fin soy feliz todo se desmorona? (Anastasia y Christian)
FanfictionFanfic FSOG