Capítulo 39 (2 de 2)

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Aqui les dejo el ultimo capitulo.
Claro aun falta el epílogo.

POV Christian...
Aquí es donde vuelve a dejar otra semilla de la confianza. Un paso más hacia el olvido y el perdón. Es así donde le amor se expresa sin palabras, solo sintiendolo a traves de nuestros cuerpos. Un paso más hacia la vulnerabilidad y hacia el miedo. Miedo de perderla. Miedo de que todo esto sea un sueño, un sueño que me está jugando una mala pasada.

Pero no, porque es real, es real cuando le susurro un ''Te amo, nena'' fue real ese placer que nos sacudio. Y también es real cuando con esa misma voz, con la voz de un hombre que la ama, la beso en la frente y digo:

- ¿Quieres casarte conmigo, Anastasia Steele?"...

POV Anastasia...
De repente se me a ido el sueño y me incorporo de la cama, sorprendida. ¿He oído bien? ¿Me... me ha pedido que me case con él? Noto su mirada clavada en mí, estudiando mi reacción.

Pensaba que todo esto iba a ir más despacio, es decir, aún somos jóvenes, ¿no? Solo tengo 23 años y Christian es uno mayor que yo. Podría esperar unos años más. >

Casarse. Aceptar pasar el resto de tu vida con una persona, sobrellevar los malos momentos y disfrutar de los buenos, crear nuevos capítulos en la historia de nuestro amor.

<< Venga ya, ¿qué estás pensando? Estarías loca si le dices que no. >>

Christian sonríe, está dándome a entender que aceptará la respuesta sea o no la que quiere oír. Y es ver su sonrisa y saber al instante que es lo que quiero. Basta de darle más vueltas.

- ¿No te falta algo? -respondo coqueta.

Como un rayo se levanta de la cama, desnudo, dejándome ver unas muy bonitas vistas, sale de la habitación y a los segundos entra por la puerta sosteniendo entre sus manos una cajita de forro rojo. Se sienta en la cama, enfrente de mí y la abre.

- Anastasia, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y me has dado a una de las personas que más amo en este mundo. Has sabido perdonarme millones de veces aun cuando no tenía perdón, sabes aguantar mi testarudez, mis tonterías y mi carácter. Sabes que decir o hacer para hacerme sonreír como un bobo y te puedo asegurar que lo que siento por ti nunca lo había sentido por nadie, y puede ser que no todo termine como queramos, puede ser que el destino o como quieras llamarlo tenga preparados otros planes para nosotros, pero mientras te tenga a mi lado estoy dispuesto a pasar todos los días de mi vida contigo y te juro que sabré aguantarte tanto como tú lo haces conmigo. Por favor, cásate conmigo.

A esas alturas yo lloraba como una magdalena y no podía decir otra cosa. Porque estaba segura. Tal vez fuera arriesgarse demasiado, pero, ¿qué es la vida si no nos arriesgamos de vez en cuando?

- ¡Sí! -grito. Y al segundo de posar un precioso anillo de oro blanco con un pequeño diamante unido a una argolla que tiene formas de corazon, en mi dedo anular, me tiro a sus labios.

- No sabes cómo me hace sentir eso, ahora mismo soy el hombre más feliz del planeta. -dice a la vez que me abraza y me besa.

Oh dios mío, estoy prometida. Yo: Anastasia Steele. Comprometida. Sí, la misma que hace seis años decía que no creí en el amor, que eran falsas promesas y bla bla bla. >

Christian permanecía recostado encima de mi pecho, haciendo movimientos circulares con sus dedos en mi vientre y yo aún no podía borrar esta tonta sonrisa de mis labios. Acariciaba su su sedoso pelo cobrizo mientras miraba el anillo que reposaba en mi dedo.

Cuando se lo cuente a mi hermana y a mis amigas se van a volver como locas. ¿Y qué dirán mi madre y mis suegros? ¿Y mi padre? Oh, dios, mi padre y mi hermano, incluso Elliot y Jose van a matar a mi nov... mi prometido.

- Mi padre y mi hermano te van a matar, ¿lo sabes?

- Sí, eso estaba pensando, es muy osado de mi parte llevar a su hermana e hija al altar. -ríe.

- Todavía es pronto.-Christian se incorpora al oír mis palabras. -Sí, no me mires así, solo tengo 23 años, no sé, podríamos esperar dos o tres años antes de casarnos, ¿no?

- Si es lo que tú quieres... aunque yo prefiero que sea cuanto antes, pero mientras lleves mi anillo ningún hombre osará acercarse a ti, así que me quedo tranquilo. -besa mis labios dulcemente.

Se recuesta encima de mí con claras intenciones de seguir lo que hace unos minutos había empezado, pero lo beso en la punta de la nariz y me aparto, me levanto y voy al salón a coger a Phoebe ante la atenta mirada de Christian. Cuando la tengo entre mis brazos se despierta, pero por suerte no llora. La llevo a nuestra habitación y la recuesto sobre la cama en medio de nosotros. Nos quedamos así, abrazados a nuestra pequeña, desviando de vez en cuando nuestras miradas de ella para posarlas en el otro y sonreírnos, felices.

Feliz. Desde que Phoebe llegó a este mundo no he dejado de sonreír. Aunque pasé malos tragos durante bastante tiempo, aquí tengo la recompensa. Sé que la felicidad no dura para siempre, pero me conformo con tenerlos a mi lado.

Quizás todavía me queda muchos malos tragos por pasar, pero ahora tengo la certeza de que teniéndolos a mi lado los podremos pasar.

Espero y les haya gustado.
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Aun no se cuando vaya a subir el epílogo.

¿Por qué cuando por fin soy feliz todo se desmorona? (Anastasia y Christian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora