De verdad que estoy intentando hacerme a la idea, pero no puedo. Estoy tan nervioso que tiemblo como una hoja. Me siento como si hubiera cometido algún delito y estuviera con la incertidumbre de si me van a meter en la cárcel o algo por el estilo, y eso que solo voy a pedirle a Kate que sea mi novia, bueno, lo voy a intentar, si es que los nervios me dejan. No me preocupa el decírselo, me aterra lo que conteste, si me rechaza creo que no volveré a ser persona. Kate es lo más importante que me ha pasado en la vida y no quisiera perderla a la primera.
Sé que renunciaré a muchas cosas por salir con ella, pero no me importa en absoluto. Sería el hombre más feliz del mundo si Katherine Kavanagh acepta salir con el mujeriego Elliot. Otra de las cosas a las que tendré que renunciar, adiós a las mujeres, solo existe Kate. Ah, y Annie, no me puedo olvidar tan fácilmente de mi Chica en Llamas.
Annie me ha ayudado a organizar la ''cita'' con Kate, ella no sabe que es una cita, en realidad hemos quedado en que Annie la entretendrá para que nos podamos quedar a solas.
Mis padres hace una semana que vinieron y he podido disfrutar de ellos un poco, estar con ellos me quitaba de la cabeza todas estas preguntas que me estoy haciendo ahora.
- Vamos señor nervios, tú chica te espera.- me anima Christian.
- Es gracioso verte así, a ti, el mujeriego del instituto.- se ríe Jack.
- Eh, chicos vale ya ¿no?- entra Annie acompañada de Mia.- Dejadlo tranquilo.- Se acerca a mí y me da un gran abrazo.- Acordaros de mí alguna vez, tortolitos, recordad que yo seguiré existiendo.- dice actuando. Hace como que se seca una lágrima.
- ¿Cómo voy a olvidarte después de todo lo que has hecho por mí, mi Chica en Llamas?- sonrío.- Eres la mejor persona del mundo, pequeña.
- Eh, que solo me sacas una cabeza.- contesta haciendo pucheros.- Y ahora corre a conquistar a la enana, rubio mío.
- Supongo que todo esto de los motes cariñosos lo dejaréis después de que seáis pareja oficial ¿no?- pregunta Christian. Esto de los motes no es que le guste mucho.
- ¿Estás celoso? -digo arqueando una ceja.
- ¿Por qué tendría que estarlo?
- No, por nada.- Nos reímos.
- Vamos campeón, tú puedes.- me da una palmada en la espalda Jack.
Y allá voy, a por la chica de mi vida. A por esa que quiero desde hace mucho tiempo, pero no he tenido el valor de decírselo hasta ahora. Todo va a cambiar y espero que sea para bien. ¿Quién se resiste al famoso Elliot? Anastasia sí, pero ella es un caso aparte.
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Estoy sentada en una de las hamacas que hay afuera, esperando a Annie. Me ha dicho que ahora vendría que tenía algo que decirme, pero llevo esperando aquí un buen rato y no aparece nadie.
Cuando estoy a punto de irme, aparece Elliot.
- Hey, Kate ¿qué haces sola?- saluda.
- Pues estaba esperando a Annie que tenía que decirme una cosa, pero no sé dónde se ha metido.
- Bueno, no será tan importante. ¿Puedes buscarla después y te bañas un poco conmigo?
- De acuerdo.- le sonrío.
Empiezo metiendo los pies poco a poco, pero el agua está helada. Mientras Elliot ya va nadando de un lado a otro. Es tan perfecto... << Despierta. >>
- Vamos, enana, ¿a qué esperas?
- Yo no me baño que está muy fría.- me quejo.
- ¿Cómo qué no?- se acerca corriendo a donde estoy y me coge en volandas. << Otra vez no, por favor. >>, pienso.
- ¡Para, para! ¡Suéltame!- grito intentando escapar.
- No te librarás de mí tan fácilmente.
- Lelliot, suéltame ahora mismo si no quieres morir.- le amenazo. Se para, me suelta y dice:
- Uy uy uy, pero si es una valiente.- me coge y me capuza.- ¿Qué me vas a hacer ahora, eh?
- Te he avisado.- echo a nadar hacia él y cuando voy a capuzarlo me coge de la mano y me acerca a él.
Ahora no sé si soy consciente de que tan solo estoy a unos centímetros de su boca, y lo que daría por besar sus labios. De repente soy plenamente yo y me doy cuenta de que nos estamos acercando. Demasiado.
Noto sus manos en mi cadera, que parecen negarse a soltarme. Y yo tengo mis manos en su pecho, pero no veo más allá de sus preciosos ojos verdes mar. Me pierdo en ellos y...
Entonces lo hace.
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Tener a Kate tan cerca es simplemente perfecto. No me rechaza y sigue el beso. La estoy besando y no quiero parar de hacerlo. No quiero alejarme de ella nunca más, esto es lo que he estado deseando y soñando desde hace mucho tiempo. Y por fin es de verdad, es real.
- Katherine Kavanagh, ¿me concedes el honor de ser mi novia?- ahora sí que noto que mi corazón se me va a salir. Cada latido es mayor que el anterior. Y mi mente solo proyecta su imagen, nada más, es como si estuviera totalmente en blanco.
- Pensaba que nunca me lo dirías.- sonríe. Esa hermosa sonrisa que podré ver todos los días. Y sí, tenía razón, soy el hombre más feliz del mundo.
La abrazo, sentirla aquí, tan pequeña y frágil, pero mía es lo que quiero.
Y nos volvemos a besar. Nunca me podría cansar, ya no me imagino que sería no tenerla.
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¿Por qué cuando por fin soy feliz todo se desmorona? (Anastasia y Christian)
FanfictionFanfic FSOG