Capítulo 19. Algunas Decisiones son difíciles.

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Lex

Arlene y Yo estuvimos viendo películas hasta tarde. Escuchamos música un rato y luego hablamos de temas que solo nosotros nos contábamos. Éramos confidentes y yo le conté de Grace, ella sabía casi todo sobre ella pues porque yo le contaba. Pero aún así le hable de algunos temas más.

Note que ella estaba aún triste y solo hablé como un tonto para levantar sus ánimos.

Lo único que ella quiso hablar conmigo fue de su mudanza y que su madre ya estaba en planes de irse lejos de la ciudad. Note que su voz se quebraba cada vez que hablaba de irse, pero yo solo sonría y le daba ánimos, aunque siendo sincero no quería que Arlene se alejará de mí.

Luego recordé que ya casi se cumpliría otro años de amistad con Arlene. Así que decidí planear una salida antes de que ella se fuera. Ella asintió y después solo seguimos hablando de cosas que podíamos hacer para celebrar nuestro aniversario de amistad.

Y así se pasaron las horas y sin darnos cuenta ya nos estábamos quedando dormidos. Así que acomode los cojines y me acosté en el suelo con ese montón de cojines y ella se acostó en mi cama. Le dije que está noche mi cama le pertenecía pero con la condición que en la mañana tenía que ayudarme a limpiar todo como una Cenicienta. Ella asintió riendo y así ambos nos acostamos a dormir.

Y sin darme cuenta sentí que quería detener el tiempo y que ese momento con Arlene se mantuviera. No podía imaginarme los días sin hablar con ella. Así que solo miré el techo durante varios minutos. Ella ya estaba dormida y yo aún seguía mirando el techo y me perdí en mis pensamientos.

Sin darme cuenta me había dormido...

Eran las 9 de la mañana cuando sentí que alguien me arrojo una almohada a la cara. Era Arlene que me gritaba que despertará de una vez y que era hora de limpiar.

–despierta Cenicienta. La casa no se limpia sola– dice Arlene. Yo me levanté quejandome y ella me escucho de inmediato. –si sigues protestando te pondré a limpiar a ti solo– dice ella con una tono autoritario y yo asentí y seguí caminando sin quejarme. Aunque quería hacerlo...

Duramos casi toda la mañana limpiando. Y escuchando música a todo volumen. Xavier insistía que le bajara el volumen pero Félix, Arlene y Yo ignoramos lo que el dijo y seguimos cantando mientras terminabamos de limpiar la casa.

La canción que sonaba la eligió Félix. El era amante del Reggaeton y la música urbana, Arlene amaba las canciones románticas, pero también le gustaba el género urbano. Y yo escuchaba de todo, y cada vez que elegía una canción ellos me miraban rato y me decía que a veces no entendían lo que escuchaba.

Xavier se unió luego a nosotros y seleccionó una canción. Él escuchaba otro tipo de género, por lo general salsa o bachata. Pero mayormente escuchaba reggaeton como Félix aunque de los mejores. En eso debo admitir que Xavier tiene un 10, a diferencia de Félix, Xavier si ponía canciones buenas y cantantes que tienen nivel en la música.

Me llamas de piso 21 se escuchaba en toda la casa mientras terminabamos de limpiar. Todos estábamos cantando que ninguno se percató que la puerta de la casa estaba abierta.

Cuando me di cuenta de quién estaba justo en frente de nosotros ya era muy tarde. Mamá y papá habían llegado y ambos nos miraban mientras la música se apagó y todo quedó en silencio.

–hola– dijo Félix con un tono muy nervioso.

–padre puedo explicar el alboroto– dije mientras el solo camino hacia su habitación.

Note que vernos cantando con la música a todo volumen no le molestó, ni siquiera nos prestó atención. Solo nos miró y se marchó como si nada. Tenía algo, algo le sucedía a el.

Intentar No Es Malo [Completa] √ 𝑺𝒊 𝑴𝒆 𝑬𝒏𝒕𝒆𝒏𝒅𝒊𝒆𝒓𝒂𝒔 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora