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<<Descanso>>

Cuando Ekko le hablo de unas ramas que había elegido del árbol para tallar, nunca pensó que en serio llegaría el momento donde apareciera en su cuarto con los pedazos de madera ya cortados, mientras tallaba con esmeró los trazos.

Jinx miro con atención desde la puerta a un Ekko distraído, totalmente entregado a su trabajo con el cuchillo y la madera. Una y otra vez, quitando cualquier borde áspero y tallando figuras.

Sonrió suave cuando observo la base de metal a su lado, ellos habían traído varias piezas para poder hacer la propia cuna.

Habían logrado su base y soportes, pero los barrotes se habían vuelto un problema. Ambos habían desistido a volver a usar metal, el frío que causaba, lo ruidoso que era y el riesgo a que llegara a meterselo a la boca los hizo detenerse hacia unos meses con la propia cuna.

Pero mirando la madera una por una siendo pulida y tallada la hizo sentir feliz.

Se hacerco hasta él animada, canturreteando y llamando su atención antes de sentarse en su regazo.

Su peso había aumentado conciderablemente al igual que su estómago, pero Ekko nunca le negó ese placer de quedarse a su lado, en su regazo.

La joven sonrió con ternura, volviendo su mirada a la madera ya pulida a un lado diferente de la que aún faltaba, tomo uno de los rectangulos con cuidado.

—Es muy hermosa, no puedo creer que sea de su arbol—Sonrio pasando las manos por su superficie suave.

—Nuestro árbol.

Sus miradas se encontraron, llenando pronto a una sonrisa.

—Nuestro arbol—Repitio, Ekko paso una de sus manos por su vientre, deslizando con cuidado sobre la tela, Jinx no tardo en apoyarlo con una mano sobre la suya.

—Nuestro...—Beso la frente de la joven con ternura, haciéndola reír de nuevo.

la peliazúl volvió a tomar la madera con atención.

—Podria ayudar—Dijo.

—Oh no, no quiero riesgos— La joven volteo los ojos.

—Vamos he manejado peores cosas que un cuchillo. —Se levanto con ayuda de Ekko en su espalda, aún con la madera pulida en su mano.— ¡Puedo hacerlo!

Ekko se levantó suavemente, tomando la madera en su mano.

—Prefiero no correr riesgos.

—Ekko eso es ridículo, solo es un estúpido cuchillo para tallar madera—se quejo.

—Para empezar, nada de aparatos filosos o que puedan ser armas—Volvio a voltear los ojos cruzando sus manos bajo su pecho. A Ekko le pareció adorable, cómo una uva enojada.

—¡Explote mi última bomba hace 3 meses! ¡Ni siquiera hice más!

—Sigue siendo riesgoso. —Jinx gruño molesta, agitando su cabello mientras daba la vuelta hacia la puerta del cuarto, cerrando con un portazo.

Que terca. Pensó el joven. No me pude enamorar de alguien peor. Sonrió antes de volver a su tarea de pulir la madera.

...

La tarde fue silenciosa, soleada y cálida. Una pareja en medio de la sala con una joven sentada a unos pocos metros de su pareja, totalmente dedicada al tallado.

Tal como lo supuso: Jinx no duró enojada mucho tiempo, regresando a su lado como si hubiera olvidado su anterior rabieta. Está vez lo acompañaba en medio de su tallado, mientras tarareaba con ternura.

El ambiente lo hacía sentir pleno, mientras trazaba formas en la madera ya pulida y Jinx terminaba de tejer su propio intento de medias.

Hacia un rato lo inundó de preguntas en medio de su primera cadena.

¿Sí tiene los pies más grandes?

¿Sí le gustaría el color?

¿Sí hacía mucho frío en las noches?

Termino empezando sus propios calcetines con la última pregunta.

Otro mas para la gran cantidad de tejidos que había creado, debería agradecerles a algunos de los Firelights que se ofrecieron a enseñarle a tejer.

—¿Que cantas?— pregunto cuando volvió a repetir la melodía.

—Una canción de cuna...me la enseñó mi madre.

—¿Tiene letra?—Jinx detuvo su tejido por un momento, antes de suspirar y responder distraída.

—Es difícil recordar.

Minutos después Jinx empezaría a quejarse de los puntos que dejo vacíos en el tejido, devolviendo se hasta ellos entre murmullos disgustados.

...

El último martillazo hizo que ambos saltarán animados, aplaudiendo y celebrando.

La cuna totalmente armada, con su madera tallada y recordada por tela.

Era un trabajo bonito, mucho más de lo que cualquiera de los dos pudo haber tenido en su infancia.

Era poco infantil en su parte baja, llena de retazos de metal apoyado y superficie plana y dura. Una superficie que pronto sería llevada con un colchón a su medida y cobijas abrigadoras.

Su parte superior era hermosa, la madera pulida y tallada la hacia ver especial. Ekko había tallado pequeños Firelights, así como casquillos de bala y uno que otro toque infantil. Algunas hojas terminaban en trabajo, subiendo conmo enredaderas hasta el borde de la cuna y terminando es flores que para opinión del mismo creador, eran muy románticas.

No contaba con algún color excesivo, tan natural cómo puede ser había conservado la madera pulida.

Pero aún así se veía fantástico.

—Es un hermoso trabajo— alago la peli azul dejando en su mano un vaso con jugo. — Me encanta.

Ekko sonrió hacia la chica pasando una mano por su cintura hasta atraerla a su lado.

—Ambos hemos hecho fantásticos trabajos —Beso su frente con ternura haciéndola reír de nuevo.

— ¡Debemos llevarla al cuarto!— Se separó de Ekko rápidamente colocándose a un borde de la cuna, esperando con una sonrisa a que este llegara al otro lado para trasladarla.

—Oye con cuidado— Dejo el vaso medio lleno en la mesa antes de ir hasta ella. —Puedo encargarme yo, es peligroso.

—Vamos no es tan malo— Alentó tomando en sus manos el borde de la madera.

—Jinx, literalmente tiene metal. Aparta tus manos de esa cuna.

La joven volteo los ojos antes de volver a quejarse. Ekko en realidad no estuvo seguro cómo terminó logrando que desistiera, a pesar de que terminó moviendo otras cosas para despejar el camino.

Al final terminaron ambos rendidos, tirándose en la cama de Ekko con cansancio.

—Estoy agotada.

—Esa cosa es más pesada de lo que parece —refunfuño Ekko ganándose una risa de Jinx, que se estiró hasta llegar a su lado.

Dormir juntos se había vuelto problemático, en especial por los constantes movimientos del pequeño travieso pero, disfrutaban esos momentos. Dónde Jinx apoyaba su cabeza en su brazo y el terminaba apoyándose en su cabeza mientras inconscientemente llevaba su mano hasta su vientre con cariño.

Disfrutaban ese momento, disfrutaban esa tranquilidad. En ese solo momento, querían descansar.

...

No sé por qué este capítulo me gustó tanto <333

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