No te olvides de mi

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<<Hilos>>

Zaun no era una ciudad muy a la moda, su propio estilo era disperso dependiendo que tan jodido estabas en la miseria de los Lanes.

Jinx era fiel testigo de eso, a través de toda su vida llevo prendas distintas, desde la más pobre hasta el nivel más elevado que podría pensar(Seguimos hablando de Zaun). Aún así, cada una de sus prendas llevaba retazos de tela, bordes rasgados e hilos desechos.

Tela.

Cuando era una niña pequeña, más allá de Vander y cuando aún su madre le hacía sus prendas.

Tal como ella lo está haciendo.

Solía llevar ropa mucho más grande a la que solían amoldar a su cuerpo, siempre supuso que era de su hermana mayor, Violet.

Pero su madre lo hacia en cualquier modo, tomando tardes para retrasar tela sobre tela y dejar un diseño nada estético, pero que la acompañaba en cualquier momento en su cómodo y pequeño hogar.

Jinx quiso eso, sus telas eran de diferencia considerable a las suyas de pequeña, unas mucho más suaves y flexibles, mucho más cercanas a las que un bebé debería llevar, sin importar color o simetría.

Hilos.

Cuando Powder perdió a sus padres termino acunada con Vander, junto con su hermana y dos niños. Totalmente diferente a su madre, Vander no tenía la habilidad de crear ropa, así que solía traer las de otros simplemente esperando que fueran de la talla correcta. Muchas veces uso camisas que apretaban sus hombros o pantalones que se caían de su cadera.

Aún así había algo que ella agradecía: que Vi había aprendido lo más básico de su madre con el hilo, era torpe y hacia costuras desiguales, pero ahora ella la acompañaba a pegar retrasos de tela sobre la ropa traída, o a ajustar a su talla otra.

Powder llegaba sonriendo a dónde Vander dando piruetas por su ropa recién arreglada antes de que Mylo se burlara de las costuras, ganándose un golpe de Vi y una temporada con los pantalones descolgando hasta que logro su perdón.

Agujas.

Cuando Jinx apareció, después de ser acunada en la guarida de Silco. Él alejo por completo cualquier objeto filoso, entre ellos las agujas. Ahora no necesitaba arreglar su ropa, él se la traía totalmente nueva y a su medida, logrando tener hasta su propia elección de ropa.

Aún con sus viejas costumbres se limitaba a una o dos prendas, lo suficiente para pasar el verano hasta que en el invierno Silco la obligaba a buscar otra ropa para abrigarse.

Cuando fue lo suficientemente mayor se dedicó a su propia ropa rasgada y rota por sus luchas, Jinx se propuso a aprender a cerrarlas.

Silco le enseño lo más básico de la aguja y casi se podía sentir su hermana cuando ella estaba viva (En ese momento en serio pensaba que no estaba viva). Empezaba a cerrar los rotos más visibles y algunos los conservaban por el simple gusto.

Esto era totalmente diferente.

Está vez no era retazos de tela, ni rotos muy grandes en sus muslos.

Está vez tenía tela, que acomodo a su propio placer para formar ropa.

No sé cerró a una talla, creando desde la más diminuta media hasta un vestido totalmente estúpido que pudo imaginar en alguna reunión Piltiee, aún que por supuesto conservaba el propio estilo Zaunita que haría que destacará por completo en pleno salón.

Tal vez no por ser el más bonito/

Por suerte simplemente espero que Ekko nunca tuviera la maravillosa idea de llevarla allí.

El crear un vestido lo hacía susceptible. Era una cierta fantasia infantil de sus más profundos pensamientos. En realidad ella nunca tuvo uno, tampoco es que actualmente le gustarán los vestidos más allá que para ocultar su embarazo. Pero de niña se imaginaba uno parecido.

Claro que saltar en medio de un salón Piltoviano de baile con un vestido gigante como los libros que algun día se robaron de una biblioteca de arriba era una fantasía justa para una niña pequeña en medio de un basurero.

Ciertamente entraba en su total riesgo que en realidad el vestido terminará envuelto por toda la eternidad hasta que alguien decidiera darcelo a otro o botarlo a la basura. Sí en realidad, terminaba siendo un niño.

Pero estaba bien, la mayoría de su ropa no se diferenciaba de niño a niña, así que un vestido desechado era lo de menos.

Lo que más le dolía era nunca poder verlo, supuso que la mayoría de las prendas que había hecho y que estaba en planes pasaría más allá de su propio tiempo con él o ella.

Nunca vería usar esas prendas o escuchar quejidos de gustos o colores. Eso la hacia remover su pecho.

—Buenas tardes— Jinx se sobresalto de su propia cama mirando hacia Ekko, que acaba de entrar sin tocar. Otra vez.

—alguna de estás veces vas a matarme de un susto.

Ekko rio caminando hacia ella, beso su frente antes de centrar la atención en la tela a medio coser.

—¿Otras de tus ideas?—la peliazúl sonrió asintiendo.

—Estaba creando una clase de vestido, solo son detalles finales—El joven miro la tela con atención, luego paso al boseto de borrador que ella había estructurado.

—Nunca pensé que este fuera tu estilo—Se burlo, ganándose un golpe con el hombro de su parte.

—Por supuesto que no, solo pensé en que sería genial para alguna estúpida reunión Firelight de bienvenida o algo así.

—¿Reunión de bienvenida? ¿Algo así como una celebración? —Sus mejillas se sonrojaron cuando este volvió a reír con fuerza.

—¡Deja de burlarte de mi!

Ekko se detuvo, pero esa sonrisa animada no se desvanecio.

—Le quedará bien, el verde es un buen tono.

—Es verde azulado.— el joven volteo los ojos

—Lo lamento, no soy experto en tonos.

—Por supuesto que no lo eres, este color tiene lo suficiente para ser tan verde como azulado, una mezcla perfecta.— elevó la tela del borde.— o tal vez sea un niño y este perdiendo el tiempo.

Ekko paso su mano por la tela, sorprendentemente lisa y poco carrasposa.

—Tengo el presentimiento que será una niña.

Jinx entrecerro los ojos hacia él.

—Tus presentimientos nunca nos han llevado a algo bueno. Creo que empezaré a hacer más ropa para niño.—Ekko se burlo mientras ella volvía a seguir el hilo de la ropa.

—Tu di lo que quieras, será perfecto.

Las mejillas de la chica se sonrrojaron, sintiendo un revoloteo en su estómago.

Ella asintio.

—Si, será perfecto.