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<<Con crema en su superficie>>

Powder tenía 7 años el día que Ví robo el primer pastel de Zaun para ella, se había escabullido en los escaparates y solo había logrado una porción, pero para una pobre niña de los Lanes, ese pastel fue el cielo.

Cuando tuvo 11, Ekko fue su compañía para comer el dichoso postre. Lejos de las garras de Mylo, ambos comieron el último pastel que Vi robaría para el cumpleaños de su hermana.

No robo pasteles por muchos cumpleaños, nadie los robaba por ella. Silco se los traía con solo pedirle a Sevika, y su propia magia de los pasteles se perdió entre la fruta más cara que puedes encontrar en los Lanes.

No recuerda que edad cumplía para ese momento, supo que era después de que todo se fuera al carajo y justo cuando todo empezó a mejorar. Pero recuerda bien su primer robo junto a Ekko por un pastel de cumpleaños.

Al parecer los padres de Ekko también lo habían hecho para él, comprando una rebanada.

Pero ambos chocaron las palmas y terminaron robando un pastel entero, solo para su cumpleaños.

Uno lleno de crema batida y fruta, por qué a diferencia de las otras ocasiones, está vez fue su primer robo de pastel de cumpleaños en Piltover.

Recuerda esa tarde divertida, con ambos llenos del postre y las caras llenas de crema batida.

Fue tradición, para él, para ella.

En ese momento Jinx olvidó su propia fecha de cumpleaños, y su tradición estaba rota.

Desde una prisión no recibía sus pasteles robados, ni podía robarlos ella misma con compañía.

Pero en el fondo de su corazón, esperaba el día en el que ella misma pueda dar su primer pastel robado, a alguien con quien nunca pudo celebrar su primer cumpleaños.

...

—¿Estás lista? — El hombre enmascarado le habló a la joven, que asintió emocionada.

Ambos desde la cima de un edificio de Piltover, con ropas diferentes y máscaras.

Hope sentía su corazón golpeando contra su pecho. Y dio la señal bajando la máscara improvisada que había tomado para ella

¡La acción comienza!

Ekko fue el primero en descender, fue con rapidez llamando la atención de la pastelería Piltoviana, que empezó a correr tras el después que tomara los postres de la repisa.

Con el caos dispuesto y la atención puesta sobre su padre era momento de la acción.

Descendió con rapidez, bajando de su hoverboard en la propia pastelería y tomando el palo de metal en su mano por protección. Unos cuantos clientes gimieron asustados apenas la figura de la joven llegó al suelo.

Actúo lo suficientemente rápido para correr a la vitrina frente a la pastelería y tomar el pastel más grande que logro encontrar, dio un salto fuera de la vitrina y tomando una de las cajas de la mesa de al lado.

Estuvo de pie sobre su hoverboard cuando los empleados se percataron de ella y empezaron a correr hacia su dirección.

Su corazón cayó al suelo cuando para su mala suerte la estúpida tabla pareció no funcionar.

Se acercaban más, y más.

Gimió alarmada cuando uno estuvo lo suficientemente cerca de ella, sus manos ocupadas por el pastel no le permitían defenderse.

Fue entonces que de un momento al otro el pobre empleado más cercano a ella termino volando a una mesa cercana por una patada de su padre, que aterrizó justo frente a ella.

—¡No funciona! —grito sintiendo sus manos temblar.

—¡Súbete! — Ekko tomo el pastel en manos mientras ella tomaba la tabla. Ekko acelero hacia arriba mientras echaba una bomba de humo. Hope aprovechó la distracción para saltar a la hoverboard de su padre con la suya propia en manos.

Agarrada de los bordes y sentada en la parte trasera, ambos escaparon de la dichosa pastelería, que quedó hecha un desastre y con varios clientes furiosos.

Cuando aterrizaron Hope estuvo segura que sus piernas no se sentían del miedo, con su corazón agitado, sus manos temblando y su respiración acelerada.

Su mirada temerosa fue a su padre que bajo de la tabla aún con el pastel en sus manos.

Ekko se quitó la máscara con rapidez antes de dedicarle una sonrisa de oreja a oreja que la confundió.

—¡Eso fue alucinante! — La menor le dedicó una mirada extraña aún con la respiración acelerada.

— ¿No estás enojado? —Ekko dejo salir una carcajada mientras acomodaba el dichoso pastel.

— ¿Enojado? Eso fue fantástico, sentí la adrenalina en todo mi cuerpo. — La risa de su padre hizo que ella terminará riéndose también.

Ekko ayudo a la joven a sentarse, logrando que su respiración se calmara al igual que sus manos temblorosas.

—¿Esto es lo que se siente siempre? —Ekko sonrió negando y alzando los hombros.

—No lo sentía desde hacía mucho tiempo. — de su bolsillo saco una navaja, que uso para partir en pedazos y darle el primero a Hope, que acepto con las manos

—¿Desde mamá? —La sonrisa del hombre cambio a una más melancolía, que Hope correspondió.

Corto su propio pedazo mientras se sentaba tranquilo, observando la tarde tranquila desde la azotea de un edificio.

—Con tu madre las cosas siempre tenían su toque de peligro, era parte de ella. Cualquier cosa que hicieras terminaba con una sobre carga de adrenalina.

Ambos rieron mientras comían su pedazo del postre.

—¿Así como me sentía yo?

— Todo el tiempo, también terminaba con mi corazón acelerado y mi pecho a punto de salirse de mi pecho. Entonces ella empezaba a reír a carcajadas, cómo si no hubiera puesto nuestra vida en riesgo hacia pocos minutos.

Hope sonrió a la nada, imaginando por ella misma las escenas.

—Mama suena increíble...—suspiro.

—Le hubiera gustado robar pasteles con nosotros —ambos volvieron a comer. —Oye Hope— la llamo unos minutos después de un silencio, haciendo que ella voltear hacia él.

—¿Amm? —Tarde, ni siquiera se había volteado por completo cuando su rostro termino cubierto por crema batida. —¡Papa!

Ekko se hecho a reír a carcajadas mientras la joven intentaba quitarse los rastros de pastel de la cara y llevárselos a la boca.

—Feliz cumpleaños 14 Hope, Has crecido mucho. —Sonrió a la joven que aún tenía rastros de pastel en la cara—Ya puedes robar los pasteles de cumpleaños.

Hope rio con sus palabras.

—Gracias papá...te adoro—ambos se dedicaron una sonrisa.

Pasaron la tarde juntos, unos minutos después de que Hope le tirará un gran trozo de crema a la cara de Ekko que terminó desatando una batalla de crema batida en ambos, una tarde reparando su Hoverboard y un atardecer visto desde las tablas en la cima de uno de los edificios más altos de Zaun, que dejaban ver al mar...el lejano mar.

...

Este capítulo me encanta, por qué da un poquito de los sentimientos nostálgicos de Jinx más relación padre e hija 🫶.

Es uno de mis favoritos de escribir.

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