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<<Violencia>>

las siguientes semanas resultaron sorprendentemente serenos, si contara con la nula participación de figuras estresantes en su vida.

Los entrenamientos progresaban y cada vez la academia de abría a nuevas fases de entrenamiento.

—Lucha cuerpo a cuerpo. —frunció el ceño hacia su compañero de equipo.

—¿tendremos sección de entrenamiento cuerpo a cuerpo?

—Si, eso dije. También dijeron que será con una instructora nueva— alzó los hombros distraída mientras apretaba la bota en sus pies. —¿Cómo eres para el combate cuerpo a cuerpo?

—Entrenaba con mi padre hacia un tiempo—Dijo con simpleza—Aunque no se atrevía a tocarme un pelo, era solo defensa.

—Hablan del entrenamiento —otro integrante de su equipo se unió—Escuche que el instructor es rudo, derribos contrincantes mayores solo con sus manos.

—¿Mayores?

—Monstros.

El equipo se miró entre sí. Hope no tenía problema con sus compañeros, se habían seleccionado equipos y termino con ellos, estaba conforme de que no afectarán su rendimiento.

—Será mejor que vayamos al campo antes que suene la señal.

...

Hacía mucho tiempo que Ekko había querido tener el valor de enfrentar la realidad, solo salir de Zaun y pasar por el puente le daba nauseas, pero eso no detuvo sus pasos. El gran edificio de Enforcé de piltover.

Dónde partes del periódico presentaban a sus antiguos conocidos del pasado.

Se armó de valor y entro hasta la primera puerta, donde uno de los guardias lo miro con desdén.

—Nombre

—Ekko.

—¿Que necesita?

—A la oficial Kiraman.

...

—Muy bien muchachos, hoy seré su nueva instructora.

Eso sí era una mierda.

Hope frunció el ceño en el momento en el que vio a la mujer entrar al entrenamiento, y ahora con ella frente a todo el grupo armó toda su fuerza para no salir por la puerta.

—Primero las lecciones, todo el mundo de pie, organícense en parejas—Hope aguardo de pie, sin buscar a nadie mientras sus compañeros corrían hacia el campo de a parejas. De pie en medio de la sala no fue difícil para Vi notarla.

—¿No escuchaste lo que dije? —dijo con voz fuerte.

—El grupo es desigual. —Respondió con rudeza, apretando sus puños a sus costados—De cualquier forma, nada de lo que me enseñes me servirá.

La peli rosa enojada se dirigió a ella con los brazos cruzados.

—¿Crees que esto es una broma niña? Te dije al campo.

Sus miradas se chocaron, una rivalidad que era presenciada por el resto de las reclutas.

—No me da la gana, no tengo por qué seguir tus malditas órdenes. —Escupió.

La mayor enojada miro a la joven.

—¡No soy un maldito juego, mocosa! Soy tu superior y debes cumplir órdenes si quieres seguir en este lugar.

—No seguiré tus malditas órdenes. —su tono a pesar de no ser de grito fue fuerte, casi llegando al tono de la mujer.

Internamente, Vi logro tomar un poco del asunto en gracia, viéndose de alguna forma reflejada en la joven.

Se cruzó de brazos con postura firme.

—¿Crees que eres mejor que todos?

—No, solo mejor que tú.

—Entonces tendrás un enfrentamiento conmigo, frente al campo. Si pierdes te largas, no volverás a pisar este maldito lugar.

La joven dudo por un minuto, ¿Echar sus planes por la borda o simplemente seguir sus órdenes?

—Acepto. Si yo gano, no tendré que seguir tus estúpidos juegos.

—Vamos al campo, niña.

La primera en entrar en el área después de la llamada, el sol de la tarde le dio un buen vistazo al resto de jóvenes, atentos al enfrentamiento susurraban apuestas sobre la comandante y la mejor de la clase, para ellos ya había una ganadora contundente.

La morena, indiferente de sus opiniones, se quitó la chaqueta del uniforme, entrando con la frente en alto, permitiendo que el sol iluminará sus rasgos.

Algo se activó dentro suyo, como una voz en susurro.

Powder.

Pero esa chica la miraba con desdén, indiferente del miedo que causaba en el resto de sus estudiantes.

Se ubico frente suyo, como oponente y llevo sus manos a su pecho empuñadas.

Como si de una de sus viejas peleas callejeras se tratara, Vi atacó primero o eso intento antes que justo a punto de chocar con su estómago.

Una mano la bloqueara de golpe.

...

—Ekko, hace años no te veía, siéntate por favor.

—No estoy aquí para una charla casual, Kiraman—El tono del hombre hizo que la mujer uniera sus manos frente a si, colocándose recta.

—¿Que necesitas? He sabido que no ha habido ataques hacia los Fireligths.

—No vengo aquí hablar sobre el grupo, tengo otro tema que quiero hablar.

—¿A si? ¿Qué temas sería ese?

—Jinx—La atmósfera se volvió pesada entre ambos, con una tensión notoria por el tema, Caitlyn bajo la mesa oculto el papeleo inconscientemente.

—Ekko sobre eso...—El sonido de alarma del equipo la interrumpió, la tomo aceptando la llamada. —¿Que ocurre?

—Soy Vi—Ekko apretó los dientes—Va a ver un enfrentamiento.

—Ya voy para allá. —Respondió. —Ekko yo tengo que...

—Voy contigo.

Como si un presentimiento se apoderara del camino mucho más rápido que la misma Caitlyn, vio el campo de entrenamiento a lo lejos, un grupo de jóvenes en círculo frente a la silueta reconocible de Violet y también frente...

Corrió tan pronto como pudo.

—Detente.

—¡Pap. —Hope se calló.

—¿Ekko? —Vi quedó en estado de shock, mirando cada facción en el rostro de su antiguo amigo. —¿Qué haces aquí?

—No la lastimes—Ignoro su pregunta, volviéndose hacia la joven—¡Hope! ¿Qué estás haciendo aquí? —Hablo fuerte, y a diferencia del rostro prepotente de hace unos momentos la joven parecía realmente aterrorizada.

—Y— yo no es lo que parece, yo...

—Cállate—Ordeno, volviéndose hacia la mujer. —Te pediré que no le hagas daño, es un miembro de los Fireligths, no tiene por qué estar aquí.

—¿Que está pasando? —Pregunto Caitlyn llegando hacia ellos, pero fue ignorada.

—Esa niña, es parte del equipo de reclutas y ha aceptado un enfrentamiento.

—Pues esto es todo—Tomo a la joven del brazo, haciendo que diera un quejido que fue ignorado—Nos vamos de aquí. —La jalo hacia él, sacándola.

—Espera—El moreno se detuvo, La peli rosa señalo a la niña— Ella acepto un enfrentamiento contra mí.

Dando una mirada severa hacia su hija se dirigió a la mujer.

—No tienes que enfrentarte con ella, yo tomaré su lugar. —La soltó dirigiéndose a la mujer.

No te olvides de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora