Si tuvieras la oportunidad de hablar en tus sueños con esa persona a la que tanto extrañas, ¿qué le dirías?
Después de perder a su gran amor (Jack), Lissa tendrá que descifrar las señales que él mismo le deja en sus sueños. Acompáñala en esta avent...
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CAPÍTULO 1
Eran aproximadamente las 4 de la tarde, mientras en muchas partes del mundo esa es una hora soleada y dorada, aquí en Nueva Orleans USA, el lugar en donde vivo, es el final del día. Durante el Otoño e Invierno, el Sol suele meterse temprano y a las 5 PM esta obscuro. Nunca me gustó la noche, desde pequeña me provocaba una sensación de estar atrapada, el hecho no poder ver qué hay más allá me causaba escalofríos.
El tiempo corría, caminaba y caminaba para llegar a casa, la cual se encontraba a unas cuantas calles. Había salido a comprar pan y café en mi lugar favorito "COMMUNITY COFFEE" la noche pintaba para ser fría y debía estar preparada.Llevaba en las manos un solo café, dejando entrever que ese era mi estado "sola" y una bolsa llena de pan, lo sé ¿para qué querría cinco panes para una sola persona? Bueno, esa era yo mostrando mi debilidad, el pan dulce.
Caminaba apresurada, no tenía que llegar a tiempo, pero me urgía salir rápidamente de la oscuridad que se avecinaba. A pesar de todo, la calle por la que caminaba estaba alumbrada, llena de cafeterías y restaurantes. Podría decir que es una calle muy viva. La gente salía y entraba de los lugares, todos bastante arropados porque el invierno ha llegado.Faltaban dos calles para mi destino, cuando sentí una mirada en mi lado derecho. Tengo esa cualidad de poder sentir las miradas a un kilómetro de distancia. Probablemente mi aspecto era extraño y alguien más lo habría notado. Esta mirada se clavó en mí, me seguía por todas partes, se clavó en mí y parecía que caminaba conmigo del otro lado de la calle. No pude contener mi curiosidad y giré un poco los ojos para tener una idea de quién me miraba con tanta insistencia. Y cuando lo hice, se trataba de un hombre, un hombre que vestía uniforme militar. En cuanto reconocí el uniforme me detuve y él también. La gente que pasaba frente a él y la poca luz, me impidieron ver su rostro con claridad, pero sabía que era él, estaba segura. Sus ojos se clavaron en lo míos y no pude moverme de la impresión.
-¡Es él! Pensé.
Traté de esquivar con los ojos a toda la gente para verlo claramente, lo que tenía en las manos se me cayó al suelo provocando la sorpresa de la gente alrededor, pero no me importó porque no podía dejar de verlo. Él dio unos pasos hacia atrás y comenzó a caminar alejándose de mí. No podía permitir que se fuera así, sin ninguna explicación. ¡No esta vez!
Crucé la calle rápidamente, caminé tras él. Algunas personas me miraban extrañadas, otras seguían en lo suyo. Conforme caminada, él volteaba para medir qué tan cerca estaba, y cuanto más me acercaba, él andaba más rápido. Se quería alejar de mí, pero ¿por qué? ¿por qué no se quedaba a hablar conmigo?
Caminaba y caminada y sentía que no lo podía alcanzar. Comencé a correr tras él y un metro antes de llegar, se detuvo. Se quedó parado dándome la espalda, quieto, sin hacer nada. Yo también me detuve y en esos pocos segundos lo analicé, quería estar segura de que no lo estaba confundiendo con alguien más. Lo miré de pies a cabeza, su uniforme estaba impecable, el gorro de oficial le quedaba perfectamente bien dejando ver los tres centímetros de cabello reglamentarios que tanto le gustaban. La línea estaba perfectamente bien trazada. Parecía que el corte de cabello era reciente, entonces supe que era él, tenía que ser él. Me acerqué lentamente, temerosa, lo tomé del hombro...y cuando estaba a punto de voltear... la alarma del celular se me metió al oído y me retumbó en el cerebro. Abrí los ojos rápidamente y jalé aire lo más fuerte que pude, parecía que había estado bajo el agua por mucho tiempo. Me incorporé para tratar de reponerme, estaba confundida, abrumada, me tallé los ojos para despertar y por fin regresé la realidad.
