El silencio me carcomía, detrás del teléfono escuchaba la respiración nerviosa de Jack.
LISSA- Jack, ¿qué está pasando? ¡Dime!
Y con una voz llena de decepción.
JACK- No me aceptaron. No voy a entrar al servicio militar.
Mi felicidad era tal, que olvidé por completo lo que eso le podía doler. Me acababan de dar la mejor noticia de mi vida.
LISSA- ¿Hablas en serio? ¡Magnífico! Creo que vuelvo a vivir otra vez, estaba tan preocupada.
De pronto me di cuenta de que estaba actuando fuera de lugar.
JACK- Sí, sabía que esto te gustaría.
LISSA- Jack... Perdóname, yo...
JACK- No digas nada, está bien.
Colgamos el teléfono y a pesar de su tristeza, yo brincaba de alegría.
Él había sido rechazado, ni siquiera pregunté los motivos porque no me parecían importantes, lo único que sabía era que la vida era buena.
Después de un tiempo, Jack se resignó y entendió que tal vez el ejército no era lo suyo, así que siguió con el plan original. Entró a la Universidad a estudiar robótica y tecnología, era tan preciso y minucioso que estaba dispuesto a explotar esas cualidades creando robots y cualquier clase de máquinas de alta tecnología. Claudio iría a la misma escuela, así que era el plan perfecto.
Sam y yo también entramos a la misma escuela, pero en esta ocasión cada quien eligió lo que le apasionaba, Sam entró a Ciencias Políticas, ¿quién demonios podría escoger algo así? Y yo escogí Periodismo, la carrera perfecta para meterme en los asuntos de los demás sin ser juzgada.
Al empezar la Universidad, las personas decían que Jack y yo cambiaríamos con el tiempo y que ese amor de "niños" iba a desaparecer, pero no fue así, y al contrario, cada día nos volvimos más unidos. De pronto, todos los chicos a mi alrededor habían desaparecido y ni siquiera podía hacerme a la idea de fijarme en alguien más. Y de su parte era lo mismo, nunca tuve un sólo motivo para desconfiar de él. Sin embargo, la personalidad de cada uno se fue afianzando y nuestro carácter era más definido cada vez, y eso hacía que nuestros momentos fueran intensos. Éramos los amantes más apasionados y los románticos más románticos, pero también, nuestras peleas eran bombas de energía y una vez que empezaban, terminaban gigantes y aparatosas. Y no fue la excepción el día de mi graduación.
Había cumplido 21 años, la Universidad se me había ido como agua y ahora era toda una periodista. Estaba lista para entrar a trabajar a un periódico muy importante y me causaba mucha emoción. Mi vestido de graduación era perfecto, desde que lo vi me enamoré de él y estuve ahorrando durante todo un año para poder comprarlo. Era largo y ajustado a mi cuerpo, con la espalda descubierta, con un discreto moño que quedaba justo detrás de mi cuello, que por cierto, era de donde se sostenía. La tela era completamente de pequeñas piedras brillantes, plateadas. Me sentía elegante e importante, como si alguien se hubiera tomado la molestia de pegar cada uno de esos diamantes a mi piel. Me hice un chongo en el cabello, perfectamente bien peinado y me maquillé como nunca, haciendo resaltar mis grandes ojos. Quería verme hermosa para esa noche tan importante y en especial, para Jack.
Dieron las 7 pm, la hora en la que él pasaría por mí, escuché el timbre y después a mi madre que abrió la puerta. Sabía que él me esperaba, y a pesar de que llevábamos un tiempo juntos, estaba muy nerviosa.
Bajé las escaleras cuidadosamente, mientras él estaba de espaldas. Su espalda se había convertido en mi debilidad y no podía esperar a abrazarlo. Y cuando volteó a mirarme, los dos nos quedamos en shock, después nos sonreímos y:
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"CUANDO TE VUELVA A VER"
RomantikSi tuvieras la oportunidad de hablar en tus sueños con esa persona a la que tanto extrañas, ¿qué le dirías? Después de perder a su gran amor (Jack), Lissa tendrá que descifrar las señales que él mismo le deja en sus sueños. Acompáñala en esta avent...