Los primeros días de clases, Sam estaba sufriendo por Claudio. Él tenía una nueva novia y cada vez que pasábamos cerca de ellos, sentía la tristeza de Sam, y yo me moría de coraje, quería gritarle de cosas.
Quería encontrar una manera de ayudarla a superarlo y de que se sintiera mejor consigo misma, algo tenía que cambiar. Se me ocurrió que, si ella también se metía a las actividades extra de la escuela y se inscribía a las Olimpiadas de Matemáticas, podía dejar las porras por fin. Entonces, se lo propuse, le di la opción de dejar de sufrir diario viendo al tonto de Claudio y su respuesta fue una que nunca me esperé.
SAM- No, no voy a huir de porras sólo porque él esté ahí. Necesito hacer algo diferente, algo que me haga sentir bien y segura de mí misma. No quiero que esto me vuelva a pasar con alguien más.
Me sorprendió mucho, nunca había visto a una Sam tan decidida.
SAM- Ya sé lo que voy a hacer.
Me miró fijamente a los ojos.
SAM- Necesito que me ayudes a bajar de peso. Necesito un cambio de look.
No podía creer lo que escuchaba.
LISSA- Sam, me encantaría, pero yo soy la menos indicada. ¿No te has dado cuenta de cómo me miran las chicas populares? Odian mi ropa. Aunque a mí me encanta.
SAM- No importa, te miran así porque te tienen envidia. Porque tú no necesitas ser ridícula y gritar como tonta para llamar a atención.
Sus palabras levantaron un poco mi ego, pero aun así lo dudaba.
SAM- Por favor, eres la única amiga que tengo. Quiero sentirme bien, por mí misma y... También me quiero vengar un poco. Necesito que Claudio vea que también puedo ser bonita.
No tuve de otra más que aceptar, Sam era una buena chica y se merecía todo. Entonces, nos pusimos manos a la obra, prohibimos toda la chatarra, incluyendo las cubetas de palomitas que se comía en el cine, malteadas, hamburguesas y todo lo delicioso que volvía loca a Sam. También comenzamos a correr todas las tardes cuando el sol se iba, ese era un plan que no podía fallar.
Y todo iba viento en popa, llevábamos tres semanas y los cambios en Sam comenzaron a notarse, tanto que un día recibió una carta más de Claudio.
SAM- ¡No lo puedo creer! ¡No lo puedo creer!
LISSA- ¿Qué pasa?
Me mostró la carta y decía:
"Sam, te extraño. Por favor, tenemos que hablar y encontrar una solución a todo esto. El jueves por la noche haré una reunión en mi casa y me gustaría que estuvieras. Si quieres arreglar las cosas, ven por favor" C
Nos emocionamos mucho, no lo podíamos creer, el plan estaba funcionando. De pronto, vi cómo los ojos de Sam volvieron brillar, se veía ilusionada y enamorada, entonces frené toda la emoción.
LISSA- Sam, no me digas que estás pensando en ir.
Ella se puso seria.
SAM- Bueno... Pues, sí. Yo... creo que... debería de ir.
LISSA- ¿Es en serio, Sam? Después de todo lo que te hizo ese patán, ¿piensas ir?
SAM- Sí, quiero ir. Entiéndeme, necesito un poco de venganza. Ese día quiero ir más bonita que nunca a decirle a que ya no quiero nada con él. Que es un idiota.
Su idea no me parecía descabellada, pero sí un poco peligrosa.
LISSA- Está bien, pero yo voy a ir contigo. Y no hay discusión.
Sam asintió y teníamos un acuerdo, iríamos juntas a la fiesta de Claudio.
Llegó el jueves, tuve la clase de Matemáticas con Jack y todo marchó bien, parecía que las aguas se habían calmado y no había necesidad de pelar o estar a la defensiva. Al terminar la clase salimos del salón y caminamos hacia la salida de la escuela. Y cuando estábamos por despedirnos:
JACK- Nos vemos hoy en la tarde, ¿verdad?
¡Maldición, lo había olvidado! Días atrás habíamos quedado en vernos para hacer un trabajo juntos.
LISSA- Perdóname, lo olvidé por completo. No voy a poder.
JACK- Pero ¿cómo? Ya habíamos quedado.
LISSA- Sí, lo sé. Pero salió algo de último momento y no puedo. Lo podemos dejar para la próxima semana.
Casi lograba convencerlo, cuando me miró suspicaz.
JACK- No, no me digas que... ¡Vas a ir a la fiesta de Claudio!
LISSA- No. Bueno, sí.
JACK- Sí vas a ir. Claro, porque ahí estará Darren y... por eso me estás cancelando.
LISSA- ¿Qué? Por supuesto que no. No voy por ese idiota.
La plática se estaba poniendo tensa. Los dos comenzamos a alterarnos.
JACK- ¡No mientas! Está bien. Puedes irte a donde quieras.
LISSA- No actúes como un niño. Lo único que me haces pensar es que estás...
Estaba a punto de decirlo, y si lo hacía, todo se saldría de control, así que me quedé callada. Pero no hizo falta, porque Jack lo dijo.
JACK- ¿Celoso? Dilo, parece que estoy celoso.
Estaba harta de todo eso, exploté y sin importarme nada, comencé a decirle lo que llevaba dentro. Bueno, no todo.
LISSA- Sí, parece que estás celoso y no entiendo por qué. Te comportas demasiado raro, un día me hablas y eres amable conmigo y otro me ignoras y me tratas como si te hubiera hecho algo malo...
JACK- ¿En serio? Qué coincidencia, porque yo siento que tú haces lo mismo conmigo.
LISSA- ¿Yo? ¡Estás loco! No te entiendo Jack, ¿qué es lo que quieres? ¿Por qué actúas así?
Entonces, Jack miró al cielo, como pidiendo ayuda. Suspiró, me miró a los ojos y...
JACK- ¡Por dios, Lissa! ¿Qué no te das cuenta?
LISSA- ¿De qué Jack? ¡Dímelo! Maldita sea, ¡ya dímelo!
JACK- Lissa... Yo....
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"CUANDO TE VUELVA A VER"
RomansaSi tuvieras la oportunidad de hablar en tus sueños con esa persona a la que tanto extrañas, ¿qué le dirías? Después de perder a su gran amor (Jack), Lissa tendrá que descifrar las señales que él mismo le deja en sus sueños. Acompáñala en esta avent...