Capítulo 34

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Nueva Orleans

Jack me miró y el tiempo se detuvo por un momento. Mi cuerpo se congeló y comenzó a temblar, no podía ser cierto lo que mis ojos estaban viendo. Era Jack, el amor de mi vida. Entonces, ladeó un poco la cabeza y me sonrió como sólo él sabía hacerlo. Esto hizo que sintiera mucha paz y corrí hacia él, mientras él hacía lo mismo. Me urgía abrazarlo, me urgía sentirlo. Corrí lo más rápido que pude, había soñado tanto ese momento que no quería que se evaporara una vez más, no esta vez. Llegué hasta él y cuando estaba a unos centímetros, me aventé a sus brazos. Jack me abrazó con todas sus fuerzas y nuestros corazones se volvieron a conectar, se habían extrañado tanto... Y teniéndolo entre mis brazos, su hermoso olor natural me penetró la nariz de tal manera, que supe que todo era real, no se trataba de un sueño, y volví a la vida. Nos miramos a los ojos profundamente, por primera vez en ese largo tiempo y...

LISSA- ¡Jack, mi amor! ¡Eres tú, eres tú! ¡Estás aquí!

JACK- ¡Sí, mi amor! ¡Soy yo! ¡Y nunca más me iré!

Nuestros ojos estaban bañados en lágrimas de felicidad, ésta era tan grande que nos olvidamos de todo. Sólo éramos él y yo. Entonces, besé cada parte de su rostro de manera desesperada.

LISSA- ¡Te amo, Jack! ¡Te amo tanto!

JACK- Y yo a ti Lissa, te amo, te amo como no te imaginas. Y te extrañé tanto...

Entonces, me besó, siendo este el beso más hermoso y el más añorado. La gente de al rededor nos aplaudía y lloraba con nosotros, nunca creí que pudiera existir un final feliz para mí y aquel día lo estaba teniendo. Eso había sido como magia, un milagro.

Aquel día fue el día más feliz de mi vida. Llegamos a nuestra casa y ahí estaban nuestras familias esperando por él. En primera plana, los padres de Jack, con quienes no tuve contacto después de su "muerte", ellos habían estado viviendo su duelo y yo el mío. Cuando lo vieron, los señores también volvieron a la vida, fue impresionante ver cómo la presencia de un ser querido te puede cambiar la existencia en un instante. Jack no cabía de felicidad al tenerlos ahí y poder abrazarlos. Después fue el turno de Sam, quien lo abrazó y cuando Jack sintió esa barriga gigante, se separó de ella y se llevó las manos a la boca de la impresión. Entonces Claudio y él se miraron y corrieron a abrazarse, compensando todo ese tiempo perdido.

JACK- ¡No lo puedo creer!

CLAUDIO- ¡Hermano, estás aquí!

JACK- ¡Ya estamos juntos! ¡Y vas a ser papá!

CLAUDIO- ¡Sí, voy a ser papá! ¡Voy a ser papá!

JACK- No me podía perder esto.

No podían creer que estaban juntos otra vez, era completamente conmovedor ver a dos tipos grandes llorando de alegría y de amistad.

Después corrió con Charly, quien al verlo no paraba de brincarle encima, nunca había visto a un animal actuar de esa manera, pero ahí comprobé que los animales tienen memoria y sentimientos, él también había sufrido por Jack, era un hecho.

JACK- Sí, amigo. ¡Soy yo, soy yo! No estaba muerto. Gracias por cuidar a nuestra chica. ¿Cómo se portó? ¿Se metió en muchos problemas?

Charly se quedó sentado y me miró sospechoso.

LISSA- ¡Vamos, Charly! No puede echarme de cabeza.

Tuvimos una noche inolvidable y cenamos delicioso, la madre de Jack cocinó su platillo favorito y éste no podía más de tanta comida.

Después nos contó algunas aventuras, nos tenía a todos con el ojo cuadrado de semejantes cosas, una historia digna de un libro. Y conforme fue contando, reímos con él, lloramos, nos enojamos y al final, nos quedamos felices porque la historia había tenido un final más que feliz.

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⏰ Última actualización: Jan 04 ⏰

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