"CUANDO TE VUELVA A VER"

Capítulo 24

IRAK

Pasé la última semana estudiando los movimientos de la mina y a todas las personas: oficiales, trabajadores, compañeros, nuevos prisioneros, etc. También me encargué de ver y poner atención en los horarios. En la mina hay varias tareas que hacer, unos trabajan dentro de las minas y otros trabajan afuera juntando el cascajo y lo que va saliendo que es inservible. Después están los que transportan todo este cascajo a la zona del basurero, que para mi punto de vista es lo más pesado. Dependiendo de tus capacidades físicas es lo que te toca hacer, y como yo sigo siendo joven y fuerte, mis tareas son recolectar el cascajo y luego transportarlo en carretillas hasta el otro lado de la mina.

Descubrí que la forma más fácil de entrar a la bodega para robar mis cosas sería cuando voy camino a tirar el cascajo, porque es el momento en el que estoy más "cerca" de la bodega.

Si mi plan salía bien, iba a estar fuera de la línea de trabajo por sólo cinco minutos y entraría a la bodega sin que nadie me viera.

Estuve pensando cuál sería la forma más fácil de entrar, y tenía un plan:

1. Robar la llave de la bodega a Shane.

2. Tomar mi turno de en la mañana para limpiar el cascajo y en la tarde, cuando me tocara transportarlo al otro lado de la mina, desviarme de la fila y correr a la bodega.

3. Entrar, y recuperar mi maleta.

Se escuchaba bastante sencillo, pero no lo era. Una noche antes, debía ejecutar el primer pasó, y eso hice.

Llegó la hora de dormir y los guardias apagaron la luz, y cuando eso sucede, no puedes emitir una sola palabra porque es motivo de castigo. Esto te hace dormir, quieras o no, así que esperé sólo una hora para asegurarme de que todos, incluyendo Shane, estuvieran dormidos. Días antes, noté que Shane ponía las llaves dentro de sus botas, y estás las metía debajo de su cama, y para mi suerte, él dormía en la cama a un lado de mí.

Era momento de actuar, entonces, primero lo llamé en voz baja para saber si se encontraba despierto.

JACK- Shane... Shane...

Él no contestó, entonces, me incorporé cuidadosamente, esperando que mi dañado colchón no emitiera los ruidos tan molestos que hacía siempre. Tuve que hacer un esfuerzo extra para mantener el silencio y una vez que puse los pies en el suelo, me levanté lo más rápido que pude. Entonces, aguanté la respiración, di unos cuantos pasos y cuando llegué a la cama de Shane, me hinqué y metí la mano en sus botas, pero para mi sorpresa, las llaves no estaban ahí.

¡Esto no puede ser! Pensé.

Sentí que me quitaron el suelo y estaba mareado, pero no podía arruinar mi plan, no podía. Miré a Shane, quien estaba profundamente dormido y al analizarlo con cuidado, me di cuenta de que las llaves las traía colgadas al cuello con un mecate. Quería matarlo ¿Cómo se le había ocurrido hacer eso?

Quitarlas de su cuello era casi imposible, la única forma de hacerlo era acercándome mucho más para tratar de deshacer el nudo del mecate. No podía darme el lujo de desistir, así que lo iba a hacer. Comencé a sudar de los nervios, mis músculos estaban tensos, estiré los brazos para acercarme a Shane y cuando estaba a punto de tocar el mecate, éste abrió los ojos rápidamente y me tomó de las manos sorpresivamente, causando que casi se me saliera el corazón.

SHANE- ¿Qué demonios estás haciendo?

Me tiré al suelo del susto.

SHANE- ¿Me ibas a robar? ¿Sabes que, si en este momento doy la orden, el guardia que está afuera te mata de un tiro?