Capítulo 15

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La vida con Jack era sumamente bella y si había conocido personas buenas, él era una de ellas. Su trato con la gente era cordial y amable, sus familiares y amigos lo adoraban. Él era mi confidente y ahora éramos uno sólo. Era el amor de vida, de mis vidas.

Yo subí de puesto en el periódico en el que trabajaba y él entró a una empresa de Tecnología. Era tan inteligente, que rápidamente ascendió de puesto y de un momento a otro comenzó a ser muy exitoso. Tanto, que pudimos comprar la casa de nuestros sueños en un vecindario muy tranquilo en Nueva Orleans. La casa estaba llena de ventanales y tenía un jardín muy grande. Teníamos el hogar perfecto.

Jack estaba obsesionado con la idea de tener un perro, los últimos meses había pasado mucho tiempo trabajando y no le gustaba la idea de que yo estuviera tanto tiempo sola. Nunca fui fanática de los perros, por lo tanto, postergué el plan lo más que pude, hasta que, en una ocasión simplemente lo decidió y fuimos a escoger al que sería nuestra mascota.

Al llegar al albergue me sentí incómoda, había demasiados perros, de todas las edades, tamaños, colores, etc. La primera idea era adoptar a un cachorro para poderlo educar, pero al entrar al pasillo en donde se encontraban los perros adultos, nos encontramos con "Miel", este era un perro de dos años, un Golden Retriever que había sido abandonado por mala conducta. Sus dueños, al darse cuenta de que esa raza era así y que siempre sería inquieto, simplemente lo habían llevado al refugio para deshacerse de él. En cuanto Jack lo miró y supo su historia, quedó fascinado.

JACK- Quiero este.

LISSA- ¿Disculpa?

JACK- Sí, lo quiero.

LISSA- Pero ese es un perro adulto, será muy difícil que se acostumbre a nosotros.

JACK- No importa, podemos intentarlo.

Claro que yo estaba en desacuerdo, porque sería yo la que tendría que educarlo, porque al final, yo pasaba más tiempo en casa. Estaba cien por ciento segura de que no quería ese perro, pero como siempre, la bondad de Jack ganó.

JACK- Amor, piensa esto, Miel es un perro adulto, por lo tanto, nadie lo quiere. Todos los demás cachorros se irán con familias nuevas y serán muy felices, ellos tienen muchas oportunidades. Pero este perro... está condenado a pasar el resto de su vida en una jaula, sin una familia.

Miré a la jaula y parecía que el perro y Jack estaban haciendo equipo. Miel me miró con ojos tiernos y desalentadores.

LISSA- Pero... Lo abandonaron porque es un desastre.

JACK- Todos merecemos una segunda oportunidad.

No pude resistirme ante la mirada de los dos y acepté. Ahora teníamos una mascota.

JACK- ¡Gracias, no te vas a arrepentir! Ya lo verás.

Llenamos todos los requisitos de adopción y lo llevamos a casa.

JACK- ¡Vámonos, Charly!

LISSA- ¿Por qué lo llamas así?

JACK- Porque Miel es nombre de mujer, ¿a quién se le ocurrió ponerle así? Desde hoy se llama "Charly"

Y así fue como ese peludo llegó a ser parte de nuestra familia. Los primeros días fueron de adaptación, enseñarle a ir al baño, a no morder cosas, etc., pero cuando pasó un mes, Charly y Jack se habían convertido en los mejores amigos. Eran inseparables, parecía que habían estado juntos toda la vida, y cada vez que miraba a Jack jugando con su perro, se me derretía el corazón.

"CUANDO TE VUELVA A VER"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora