𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓼 𝓞𝓯 𝓗𝓮𝓪𝓻𝓽𝓼 ♤𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞 𝐈𝐧 𝐁𝐨𝐫𝐝𝐞𝐫𝐥𝐚𝐧𝐝♤

Eighteen

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Chishiya podía admitir que las risas de la rubia eran contagiosas, robandole sonrisas en más de una ocasión. Ambos se habían estado conociendo en esa noche, Persefone a pesar de no hablar mucho de su pasado, ni sus gustos. Lo poco que había mencionado llamaba la atención del chico enfrente de ella. 

Ahora ambos se encontraban sentados en aquella reposera playera, con Persefone de piernas cruzadas y Chishiya frente a ella sin su capucha y con una pierna dobada sobre esta. Ambos con una botella de cerveza en sus manos y la rubia con un cigarro en la otra.

Chishiya de lo primero que se dio cuenta fue de que la rubia adoraba la cerveza, algo que ella le confirmo tiempo después. Cuando los temas de converasion terminaban, ambos se quedaban en silencio admirando sus rostros. Hasta que la chica reía y apartaba su mirada.

Como estaba pasando justo en ese momento, Persefone admiraba los rasgos del chico con determinación, pausandose en cada lugar de este. Incluso se atrevió a observar la piel descubierta de sus clavículas marcadas, sintiendo la necesidad de rosar sus dedos por ellas.

-Creo que iré por otra cerveza- hablo la rubia.

-Te espero- 

Persefone le sonrió antes de levantarse de la reposera, sintiendo un pequeño mareo que casi la hace caer.

-Estoy bien- hablo ella riendo.

Chishiya negó con la cabeza, Persefone se había emborrachado con unas simples cervezas. 

Tal vez no esta acostumbrada al alcohol.

Pensó el.

-¿Donde has estado?- el chico miro al frente, donde ahora su amiga Kuina se encontraba sentada en la reposera de enfrente.

-Solo aquí- respondió este dandole un trago a su cerveza.

Kuina lo observo con una ceja alzada. Ella sabía que su amigo no solía tomar, al menos desde que ella lo conocía. Luego observo las botellas al rededor de la reposera, pero antes de interrogar a su amigo, Persefone la interrumpió.

-Estas son las ultimas que quedan- hablo la rubia llegando con dos cervezas en cada mano.

Para su mala suerte, Persefone tropezó con las botellas vacías del suelo. Cayendo acostada en la reposera, con los brazos de Chishiya al rededor de su cintura. Persefone admiro el cielo estrellado antes de soltar una melodiosa risa para los ojos de ambos amigos.

Kuina observo a la rubia, siendo contagiada por su risa.

-Perdona Chishibya- se disculpo la rubia mientras se sentaba de manera correcta.

-Es Chishiya-

-Ya veo por que no te encontraba- Kuina observo a su amigo, quien ahora tenia su típico rostro neutro y sin exprecion alguna.

Persefone observo a la chica frente a ella. Una bonita joven en traje de baño azul con su cabello de rastas hecho una cola de caballo, le sonreía amable.

-Un gusto soy Kuina- se presento ella.

Persefone le sonrió antes de dejar una cerveza en la reposera y colocar su cigarro encendido en su boca.

-Persefone- se presento ella mientras estrechaba la mano de la chica-¿Quieres una?- pregunto refiriendoce a la cerveza.

Kuina asintió con la cabeza tomando la cerveza que la rubia le extendía.

-¿Es tu novia?- pregunto Persefone mientras sacaba la tapa de la cerveza con sus dientes.

-Es mi amiga- contesto este.

-Ya veo- 

-Eres nueva ¿no?- interrogo Kuina.

-Si, llegue ayer- 

Kuina miro a su amigo con una ceja alzada, el cuál al notarlo solo levanto sus hombros, en señal que no le importaba lo que pasara por la cabeza de esta.

Persefone ajena a las miradas de ambos amigos, se encontraba tarareando la canción que sonaba por toda esa área. Ella estaba consiente de su estado, si Karube estuviera ahí con ella ya se habría llevado un gran sermon por parte de el.

-¡Adoro esta canción!- la rubia con emoción se levanto de la reposera, cuando Baila Morena comenzó a sonar por todo el lugar.

Chishiya observo divertido como la chica comenzaba a cantar a todo pulmón

 - Vamos a bailar- propuso ella mirando a Chishiya.

Quien solo levanto una ceja , la verdad no entendía nada de lo que la canción decía, supuso que era español recordando que la chica era media latina por su padre.

-Yo no bailo- admitió el dandole otro trago a su cerveza.

-¿Y tu?- pregunto ahora a Kuina, quien solo se encogio de hombros.

-No se bailar música latina- admitió esta.

-Yo te enseño- 

Persefone no le dio oportunidad a Kuina a negarse, tan rápido termino de decir eso tomo el brazo de la chica, arrastrandola con ella a donde toda la gente estaba bailando.

-Bien mira, no importa como te muevas tu solo mueve tus caderas- menciono la rubia mientras movía sus caderas en circulo y daba una vuelta lenta. Kuina intento imitarla lo mejor que pudo, 

Persefone soltó una pequeña risa y comenzó a bailar como solía hacerlo en su casa cuando nadie la observaba.

Chishiya no pudo evitar pasar su mirada por todo el cuerpo de la rubia cuando esta comenzó a bailar, movía sus caderas de una manera que el nunca había visto. Incluso esta se había posado detrás de Kuina con ambas manos en su cintura para guiarla.

Se veía muy graciosa y más cuando Kuina era mucho más alta que ella. Pero su mirada no se pudo despegar del trasero de la chica cuando esta comenzó a moverlo, generando un pequeño alboroto al rededor de ella y en el chico también.

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