𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓼 𝓞𝓯 𝓗𝓮𝓪𝓻𝓽𝓼 ♤𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞 𝐈𝐧 𝐁𝐨𝐫𝐝𝐞𝐫𝐥𝐚𝐧𝐝♤

Thirty Two

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Persefone se había tomado su tiempo en la ducha, sintiendo los disparos por los pasillos y los gritos de la gente, La Playa era un campo de muerte entero. Pero eso no le preocupaba en lo absoluto, La Playa la había jodido bastante a ella, la gente de La Playa la había jodido, la destrozaron completamente.

Y ahora ella quería venganza, quería vengarse de todos los que la traicionaron. Mira había llegado a su habitación mientras esta se vestía, la mujer había estado buscando a la rubia por todos lado. Persefone le contó lo ocurrido, Mira la había abrazado, sin embargo, a la rubia no se le había caído ni una lagrima.

Las palabras de Mira resonaban en su cabeza mientras se terminaba de aplicar el rimen en el espejo.

No dejes la situación así, debes de vengarte Persefone.

Y a pesar de que la venganza no le gustaba, Mira no se equivocaba. Estaba cansada de que la usaran. La mujer se había tomado el tiempo de enseñarle como se usaba la pistola, Persefone tomo las cartas de abajo del sofá. Las había guardado en una pequeña bolsa rosada, la rubia las guardo en su seno derecho.

El vestido era muy apretado, bastante ajustado a su cuerpo, dejando resaltar sus caderas. Bastante revelador para ella, las marcas que Niragi le había hecho se notaban demasiado. Pero ya se encargaría de eso.

Persefone salio de la habitación una vez estuvo lista y con la pistola en su mano, la gente que pasaba a su lado la observaba como si fuera un ángel en batalla. Su cabello mojado caía sobre su espalda y su andar era digno de una modelo. 

No le presto atención a la gente que le suplicaba ayuda al ver que esta traía un arma en su mano, tenia un objetivo claro. Iba a cumplirlo, no pararía hasta que este suplicara por su vida.

La chica se acerco al cuerpo de un hombre que estaba tirado en el suelo a punto de morir desangrado.

-¿Acaso eres el ángel que viene a buscarme?- pregunto totalmente ido de la realidad.

Persefone rió con amargura.

-¿Donde esta Niragi?- pregunto la rubia.

-Lo vi irse escaleras arriba- susurro este antes de cerrar sus ojos.

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-Parece que todos se volvieron locos- hablo Kuina. 

Esta se encontraba en la sala donde las camaras de La Playa mostraban cada rincón de esta.

-Pero que desagradable- contesto Chishiya con burla- Son capaces de todo para sobrevivir.

Y en efectivo, no había rincón de La Playa donde no hubieran cuerpos muertos en el suelo.

-No hay modo de que encuentren a la bruja así- Kuina negó con su cabeza.

-Tu podrías ser la bruja- sugirió su amigo.

Kuina lo observo de arriba a bajo.

-Igual tú-

-¿No ves a Persefone?- pregunto Chishiya.

-Aun no- contesto la chica atenta de ver a la rubia.

Chishiya suspiro, Kuina tenia razón. Aguni no había dejado que el se la llevara, desde ese momento que el chico no encontraba a la rubia en ningún lado. Sin mencionar que estaba molesto, al parecer Aguni había cambiado las cartas de lugar.

Luego de usar a Arisu para saber el verdadero paradero de las cartas, Chishiya se dio cuenta que estas estaban escondidas detrás del cuadro. Había ido esa misma noche a buscarlas, incluso el código era el correcto.