𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓼 𝓞𝓯 𝓗𝓮𝓪𝓻𝓽𝓼 ♤𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞 𝐈𝐧 𝐁𝐨𝐫𝐝𝐞𝐫𝐥𝐚𝐧𝐝♤

Thirty Eight

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-Tienes un Trebol- hablo la rubia.

-Tu tienes un Corazón- dijo la chica.

Ambas se sonrieron. No hacía mucho se ambas chicas se encontraban en el almacén, ambas compartían un paquete de galletas junto a dos cajas de jugo, una de naranja por parte de la chica y otra de durazno por parte de la rubia.

-Por cierto, mi nombre es Tsukiko Tanaka- se presento ella.

-Persefone Nakamura- se presento la rubia.

-¿Como la esposa de Hades?- pregunto ella sorprendida.

-Si como ella misma- la chica rió.

-¿Que hacías antes de llegar aquí?- pregunto.

-Trabajaba y me ganaba la vida- respondió ella encogiendose de hombros.

-¿Y tus padres?- pregunto la chica.

-Murieron en un accidente de autos- susurro ella.

-Lo lamento-

-No te preocupes- Persefone le sonrió.

-Mis padres viven su día trabajando, casi nunca están en casa- Tsukiko se encogió de hombros- Es como si no tuviera padres, cuando están en casa solo duermen. Según ellos trabajan mucho por mi futuro-

-Eso es patetico- susurro la rubia.

-Lo se- Tsukiko rió- Ya me he acostumbrado a eso-

Persefone simplemente sonrió. 

La primer hora no tardo en llegar, la rubia se dirigia hacía una celda con los nervios a flor. Había repetido su símbolo por todo el camino por miedo a equivocarse. Una vez dentro de la celda cerro la puerta.

Por favor, diga su respuesta.

-Corazón- dijo la rubia.

El silencio reino unos momentos antes que la puerta se abriera por si sola. Había pasado la primero ronda. Persefone suspiro aliviada antes de salir de esta, la chico se sorprendió antes de ver a Chishiya salir de la puerta frente a la suya. Pero este ni siquiera la miro.

Dejandole un mal sabor en la boca a la chica.

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-Sabes, ese chico no deja de mirarte- Tsukiko señalo con sus ojos el lugar donde se encontraba Chishiya acompañado de un chico más joven a su lado- ¿Se conocen de algún lado?- pregunto curiosa.

-Si, pero estamos medios distanciados- contesto la rubia para apartar la vista de el.

-Es muy lindo, aunque por sus expreciones parece ser una persona amargada- ambas chicas rieron.

-Solo al principio, creeme- contó la rubia.

Y tal como hacía con Mira antes, ambas se pusieron a criticar a la gente a su alrededor. Como si eso fuera lo más importante en el mundo, compartiendo risas y chismes entre ellas.

-¿Ves aquella chica rubia?- le pregunto Chishiya a su compañero de juego.

-Si, es muy bonita, no ha dejado de mirarte- contó este.

-Lo se- Chishiya sonrió de lado- Es mi chica- susurro sin dejar de mirar como la rubia reía.

-¿Y por qué no se hablan?- pregunto este confundido.

-Estamos algo distanciados- contó el cruzandoce de brazos- Quizo matarme una ves- Chishiya rió- Pero es realmente encantadora, me trae loco- admitió este.