Thirty Five

556 52 12
                                    

᯽⊱┈──╌❊╌──┈⊰᯽

-Ya te dije que no quiero que me sigas- volvió a repetir la rubia.

-Y yo te he dicho que no me iré hasta que me dejes curar tu herida-

-No necesito de tu ayuda- respondió ella mientras se seguía sosteniendo de la pared.

-¿Segura?- pregunto Chishiya al verla ahora sentada en el suelo.

Persefone rodó sus ojos sin dejar de hacer presión en su herida. Intentando de huir del Rey de picas, gracias a un idiota, una bala le había rozado su cintura. Sin contar que aquella granada le había dejado un poco aturdida.

-Déjame ayudarte- Chishiya se agacho a la altura de ella.

La rubia trato de no mirarlo, no quería su ayuda. No la necesitaba, solo lo quería lejos de ella, lejos de su vista y lo más posible muerto si así lo quería el destino.

-Yo puedo sola- volvió a decir antes de ponerse de pie nuevamente.

trato de hacerlo menos notorio el dolor en su nadar, no quería que Chishiya la viera débil y menos en esos momentos donde el chico parecía ser un perro tras ella, con las manos en sus bolsillos y su andar tranquilo.

-Son todas las figuras que faltan- susurro la rubia una vez salieron del callejón.

En el cielo se podía ver perfectamente todas las figuras restantes del maso. No espero una respuesta del chico, simplemente cruzo aquella plaza frente a ella, donde del otro lado se encontraba una farmacia.

Una vez dentro, la rubia tomo lo necesario para curar su herida, dejando su sudadera sobre el mostrador al igual que el arma en su mano. Con cuidado comenzó a limpiar la sangre restante que brotaba de esta.

-No se ve muy mal, no necesitaras punto- Chishiya no apartaba la vista de su herida.

-No te pedí opinión- susurro ella comenzando a vendarla.

Este no volvió a decir ninguna palabra, simplemente la observaba. Ya se había dado cuenta de que su presencia le molestaba a la chica, pero no iba a dejarla. No ahora que tenia la oportunidad de estar con ella a solas y disculparse por todo lo que le había sucedido. Aun si lo tuviera que hacer todos los días.

Pero verla ahí parada frente a el, no era su culpa, sabía que la rubia le gustaba demasiado y el era muy frontal en eso. Aun si esta lo rechazaba, no le importaba, por primera vez comenzaba a sentir que algo en su vida tenia sentido, aquella chica frente a el lo estaba volviendo loco, alteraba sus sentimientos. Pero sobre todo, sabía que ella estaba dolida, entendía su situación, la entendía a ella.

Niragi la había violado mientras esta estaba inconsciente, sobraría decir que Mira o como Arisu le diría la Game Master la había manipulado. No solo dándole el paradero correcto de las cartas en La Playa, sino manipulando sus sentimientos.

Lo había visto en las cámaras de La Playa, como la mujer entraba en su habitación para salir al rato con una sonrisa torcida, como si fuera una psicópata que acababa de cometer su mayor locura. Se había dado cuenta que su chica podría llegar a ser muy manipulable ante la gente, no veía la maldad en ellos.

Lo que no sabía Chishiya, era que ahora la maldad comenzaba a apoderarse de ella, quería venganza tal y como Mira le había dicho, debía de vengarse de todos aquellos que la lastimaron y comenzaría por Chishiya si no es que este huía antes, luego iría por Kuina.

-Deja de mirarme- pidió ella.

-Solo observaba que lo hicieras bien- contesto este encogiendose de hombros.

-Eres realmente molesto- contesto ella para comenzar a colocarse su sudadera.

Chishiya curvo sus labios en una sonrisa.

-Sabes que me quieres- susurro el sin quitar su vista de los ojos de ella.

-Podría meterte una bala desde aquí- la rubia tomo su arma.

-Hazlo- susurro el caminando hacía ella. Tomando con delicadeza la muñeca donde sostenía su arma, llevandola directamente a su frente.- Me tienes aquí, si quieres matarme solo hazlo princesa, de todas maneras morire siendo tuyo y lo sabes- susurro.

La piernas de la rubia comenzaron a temblarle, Chishiya estaba demente. ¿Morir por alguien a que amaba?, lo entendería si ella no le hubiera metido un balazo en su hombro. 

-Solo estas obsesionado- susurro ella. La mirada del hombre era intensa, no le tenia miedo a la muerte y eso lo veía perfectamente.

-Llamaló como gustes, pero todo lo que me haces sentir no lo había sentido con nadie- Chishiya suspiro- Lamento enserio lo ocurrido en La Playa, así no debieron de pasar las cosas. No era parte del plan. Dime al menos que te has dado cuenta que Mira te manipulo- 

La rubia bajo el arma de golpe.

-No digas idioteces Chishiya-

-Sabes que tengo razón, Mira te manipulo, juego con tu mente y sentimientos. Si hubieras seguido mi plan nada de eso te hubiera ocurrido- recordó el, la rubia soltó una risa seca.

-¿Y tu no jugaste con mis sentimientos?- pregunto ella.

Sabía que Mira en cierta parte la había manipulado, pero gracias a ella se había dado cuenta de que Chishiya la traicionaria. 

-Jamas jugué con tus sentimientos Persefone- confeso Chishiya acunando el rostro de la rubia.- Jamas lo hice, el plan era salvarte. Enserio lamento todo lo que pasaste, perdoname- susurro el apoyando su frente en la de la rubia.

-Tus disculpas no van a borrar las marcas que Niragi dejo sobre mi cuerpo- y con eso se aparto del chico, saliendo por la puerta de la farmacia en busca de algún lugar para dormir, uno lejos del Rey de Picas.

᯽⊱┈──╌❊╌──┈⊰᯽




𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓼 𝓞𝓯 𝓗𝓮𝓪𝓻𝓽𝓼  ♤𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞 𝐈𝐧 𝐁𝐨𝐫𝐝𝐞𝐫𝐥𝐚𝐧𝐝♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora