𝓟𝓻𝓲𝓷𝓬𝓮𝓼𝓼 𝓞𝓯 𝓗𝓮𝓪𝓻𝓽𝓼 ♤𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞 𝐈𝐧 𝐁𝐨𝐫𝐝𝐞𝐫𝐥𝐚𝐧𝐝♤

Thirty Six

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Ella no quería un juego fácil, quería ir por los grandes, necesitaba respuestas. Respuestas de este mundo que solo un Rey podría darles, quería venganza, por Karube y Chota. Estaba decidida, iría por un Rey. Desde la azotea de aquel gran edificio podía ver donde se encontraba cada carta, para su suerte el Rey de Picas se encontraba muy lejos y cada vez se alejaba más de ellos.

-Rey de Treboles- susurro ella al ver como la areonave caía prendida fuego.

Un Rey ya había caído, maldijo al ver como el Rey de Corazones también caía junto al Jack de Picas.

-No creo que debamos de ir juntos a un juego de corazones-

-¿Quien dijo que yo iría contigo?- pregunto ella al ver como Chishiya se posaba a su lado.

-No te dejare sola- susurro el.

Ella suspiro, Chishiya había estado muy inisistente en que lo perdonara, pero no podía. No quería hacerlo, por más que su corazón le gritara que lo perdonara, ella no quería, no podía.

-Hay que separarnos- Persefone lo miro.

-No lo haré, no te dejare-

-¡Deja de ser tan insistente!- le grito ella, el chico comenzaba a colmar su pasciencia.

-¡¿Deja de ser tan cabezota Persefone!?- grito el tomando los hombros de la chica- Entiendelo, no quiero dejarte, no me separare de ti- Chishiya acuno el rostro de la rubia con sus dos manos- Solo por favor linda, eres lo mejor que me a pasado en esta vida. No me obligues a renunciar a ti Persefone- Chishiya apoyo su frente con la de la chica.

Se negaba a dejarla, no sabía lo que la rubia le había hecho, pero no quería perderla. No otra vez. Persefone suspiro al sentir la respiración del chico junto a la suya, las ganas de llorar la invadieron, no quería que sus sentimientos hacia el hombre interfiriera. Chishiya le había hecho mucho daño, aunque en el fondo sabía que no era todo su culpa.

Si tan solo ella hubiera seguido bien el plan, nada de eso hubiera pasado. Aunque ella no tuviera recuerdo de lo que Niragi le hizo, sabia que aun tenia marcas de este por todo su cuerpo. Se sentía usada, usada por Chishiya y usada por una necesidad de Niragi.

-Tienes una mala idea de lo que es amar a alguien Chishiya- susurro ella.

-Se que aun me quieres cariño, solo perdoname. Te dare tu tiempo, ero no puedo estar así- ella suspiro.

-Por más que te perdono no olvidare lo que me hiciste- ella tomo las manos del chico apartandolas de su rostro.

A pasos lentos se dirigió a la salida de la azotea, con una lagrima corriendo por su mejilla y su corazón doliendo.

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La noche había caído y Persefone lo único que quería hacer era irse de ese lugar, irse lejos de Chishiya. Quería encontrar a Arisu y Usagi, no podía seguir con el chico. Con cuidado se levanto del suelo, Chishiya se encontraba durmiendo en el suelo de la azotea, apartado de ella y dandole la espalda. Sin hacer ruido Persefone comenzó a caminar hacía la salida de esta, se paro en frente de la puerta y volteo su rostro para mirarlo una ultima vez.

-Si el destino nos vuelve a juntar Chishiya, te perdonare- susurro ella antes de abrir la puerta y salir de esta.

Tenia una idea en mente, sabía lo que debía de hacer, ganar todos los juegos posibles, obtener respuestas de este mundo. Pero primero buscaría un lugar seguro, el Rey de Picas comenzaba a acercarse hacía el edificio, Persefone comenzó a correr en dirección contraria a este, esperando que Chishiya no muriera por el Rey.

No tardo en llegar al mismo centro comercial donde había estado con sus amigos, sonrió al entrar por este con unas hermosas flores en su mano, tomandose su tiempo subió las escaleras en busca de aquella cama donde siempre dormía Karube. Debía de hacerlo, quería superarlo y aceptar su muerte de una vez por todas, pero también quería despedirse de el, quería tener esa oportunidad que no había podido tener antes.

Sus ojos se llenaron de lagrimas al estar frente al viejo colchó de polvo, el mismo en el que ella había dormido antes de que sus amigos se fueran al juego.

-No sabes cuento lo lamento- susurro ella dejando las flores sobre la cama.

Un nudo se formo en su garganta, las lagrimas comenzaron a caer por su rostro, volviendose a sentir la persona más miserable del mundo.

-Pero debo de dejarte ir- Persefone se limpio una lagrima que cayo por su mejilla- Lamento no haber tenido el valor para decirte cuanto te quería, lamento no haber estado para ti cuando aquellos chicos te golpearon en el callejón y lamento no haberte abrazado más fuerte el día que te fuiste- su corazón comenzaba a doler cada vez más- Siento que te estoy traicionando Karube, no se si sea el sentimiento de culpa- ella suspiro- Estoy segura que es solo una mala pasada de mi cabeza, debo de soltarte, ya debo de dejarte ir.-

Con delicadeza se quito el anillo que este le había dado, no quería. Pero necesitaba esa paz mental, ella lo necesitaba. No estaba siendo mala ni egoísta, solo quería ser feliz.

-También quiero ser feliz Karube, tu fuiste el único que me apoyo en cada momento, fuiste el único que estaba ahí en mis momentos mas difíciles- la rubia se arrodillo frente al colchón- Se que soy fuerte y que voy a poder superar todo. Solo....no quiero perder a más personas en mi vida- susurro ella.

Con cuidado dejo el anillo en el colchón, sintiendo como un gran peso desaparecía de sus hombros.

-Me gusta Chishiya.... Y cada vez que estoy con el no puedo evitar pensar en ti.- confeso- No quiero sentirme así Karube...... Ya no más., debo dejarte ir. Si muero en el proximo juego, te buscare en el más allá- ella sonrió- A ti y a Chota, los buscare y torturaremos a Arisu juntos- Persefone rió- Espero que estés bien con Dios como Chota siempre dijo, aunque de seguro debes de estar en el infierno por cabezota- suspiro- Ya es hora de dejarte ir-

Y con su corazón doliendo, pero ya un peso menos en sus hombros, salió del lugar. Sintiendose aliviada y lista para ganar todos los juegos posibles.

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