Jennie.
Es mi mejor amiga, esta bien sentir celos de vez en cuando, ¿Está bien sentir celos del chico con el que sale?
Está bien cuando es sobre el tiempo que te quita estando con ella y esas cosas pero, ¿Cuándo no es por eso? ¿Qué pasa cuando sientes celos porque él puede tomarla de la mano? ¿Cuándo quieres ser tú a quien está besando? ¿Y cuando terminas llorando porque él es oficialmente su novio?
Cuantas más citas tenía Lisa con Simón, más recordaba mi primer beso, ese que me había dado ella.
Cuando me dijo que estaban oficialmente saliendo algo se oprimió en mi pecho, trate de ignorarlo y fingir una sonrisa al felicitarla.
Pero cada vez era más frecuente. Cuando los veía juntos, cuando Kai me decía que los había visto juntos, cuando ella lo nombraba, cuando ella lo besaba...
Me preguntaba si ella lo besaba con el mismo cuidado y cariño con el que me había besado a mí. No podía saber eso.
—¿En que piensas? —Preguntó mientras jugaba con mi cabello.
—En nada. —Mentí.
—No puedes pensar en nada.
—Sí puedo. —Me acomodé boca arriba en mi cama.
Él se sentó mirándome con una desconfianza fingida. Me hizo reír.
—Creo que me mientes, pero no tengo tiempo para interrogarte.
—¿Ya te vas? —También me senté.
—Tengo que, mamá me matara si vuelvo a llegar tarde. —Explicó.
—De acuerdo.
Me dio un pequeño beso y un abrazo antes de irse. Kai estaba más cariñoso últimamente, no me quejaba pero no sabía a qué se debía.
Me dejé caer boca arriba en la cama. Estaba aburrida, era viernes por la noche, Kai se había ido y ahora no tenía nada que hacer.
Miré mi celular cargándose en la mesa junto a mi cama y pensé en Lisa.
Para: Lisa
¿Estás ocupada?
(...)
—No sabía si querías una de amor o de terror así que traje de ambas.
Lisa apareció en mi puerta quince minutos después de haber enviado el mensaje con dos películas y más helado y chocolates de lo que podíamos comer.
—Podemos ver ambas.
Decidimos que primero veríamos la de terror así que esa fue la que metí al dvd. Era una clásica de asesinos en mitad del bosque, con el grupo de adolescentes y todo eso. De todas formas daba miedo.
—Jennie, quítate las manos de los ojos, no da miedo.- Oí a Lis y sabía que estaba sonriendo.
—Tal vez para ti. —Respondí enojada.
—No quiero ver esto sola, ¿Puedes mirar?
—No.
—¿Y si te tomo de la mano?
Medité por unos segundos esa propuesta y entonces saqué sólo una mano de mis ojos y esperé a que me la tomara para sacar la otra. Suspiré al ver de nuevo la pantalla.
Nada interesante estaba pasando ahora, podía ver tranquilamente la estúpida película sin preocuparme hasta que algo apreció por sorpresa ganándose un grito de mi parte.
Me tapé de nuevos los ojos y me escondí en el cuello de Lisa sin pensarlo muy bien.
Sentí como ella se movía y tuve miedo de que se sintiera incómoda y que no supiera como sacarme de encima sin herir mis sentimientos, estuve a punto de apartarme hasta que ella me rodeó con su brazo acercándome aún más.
—Muy bien, admito que eso sí dio miedo —Susurró en mi oído—. ¿Estás bien?
—No.
—Nini, tranquila. —Comenzó a mover su mano por mi espalda.
Pensarán que soy una idiota o que sólo estoy haciendo esto para que Lisa me mantenga entre sus brazos, pero no. En serio tengo un trauma con estas películas, nunca debimos ver esta en especial, quiero llorar ahora mismo.
—Sólo es una película, no es real —Volvió a hablar—. Y si no lo fuera no dejaría que nada te pase, bebé.
La voz de Lisa llamándome bebé tuvo un efecto increíblemente relajante en mi cuerpo, aunque no podía decir lo mismo de mi corazón, lo sentía latir tan fuerte que temía que ella llegará a escucharlo.
Carreaspeo un poco incómoda y se separó despacio de mi ignorando cómo me acababa de llamar.
Sacamos esa horrible película y pusimos la de amor, en la cual apenas pude concentrarme por repetir una y otra vez esa manera que había tenido Lisa de calmarme.
Me había asegurado que nada iba a pasarme de una forma tan tierna que sentía que no podría olvidarme de eso en semanas.