Lisa.
Esta película es absurda.
¿A quién se le ocurre? Te hacen amar a los personajes durante toda la trama hasta que te enamoras de la historia de amor. ¿Y luego? Matan a uno de ellos justo al final.
Está se titulaba "me before you" y era especialmente de ese género.
—Esto es estúpido. —Dije en voz alta esta vez.
—¿Que? —Jennie desvió su vista hasta mí.
—La película, no tiene sentido.
—¿Cómo?
—Principalmente lo que él hace, creí que la amaba. —Fruncí el seño aún con mi vista en la pantalla.
—No tiene nada que ver. ¿No lo ves? No es feliz.— Discutió.
—Pero ella podría hacerlo. —Me encogí de hombros.
—No lo sabes.
—De todas formas es egoísta, la enamoró y ahora decide morirse, no es lindo. —Negué.
—Primero, ya lo había decidió antes de conocerla, y segundo, ella es egoista.
—¿Ella por qué? —Dije mirándola esta vez.
—Porque él no es feliz, sería egoista querer mantenerlo vivo sólo porque te hace feliz a ti —Explicó.
—No lo entiendo. —Volví mi vista a la pantalla.
—¿Cómo te sentirías si quisieras dejar de vivir y... Simón te pidiera que te quedes? —Preguntó de repente.
La miré en cuanto las palabras salieron de su boca.
—¿Por qué estamos hablando de él ahora? —Mi voz sonó más dura de lo que quería.
—Porque es tu novio. —Respondió como una niña pequeña.
—Es diferente. —Me limité a decir.
—¿Por qué?
—Porque tenemos diecisiete, apenas somos novios y no lo amo. No es como en la película —Dije sin demostrar emociones.
—Oh... —Ella asintió volviendo a sumergirse en sus pensamientos.
Intenté concentrarme en la película nuevamente, ya estaba llegando a su fin.
—¿Y si yo te pidiera que te quedes? —Su voz sonó casi como un susurro provocándome escalofríos.
Lo pensé durante unos segundos hasta que al fin la miré, de nuevo tenía esa mirada de niña de cinco año asustada, lucía realmente tierna.
En ese momento la escena de cuando la besé en mi cuarto vino a mi mente. La sensación de tenerla en mis brazos y sus labios presionando los míos, las sonrisas que me regalaba constantemente y las cosquillas en la base de mi estómago que me provocaba.
La respuesta parecía tan obvia.
—Me quedaría.