Veinticuatro

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Lisa.

Cuatro semanas y Jennie seguía sin hablarme.

Era tan desesperante no poder acercarme a ella, tan sólo necesitaba hablarle pero si ella no lo hacía yo no tomaría la iniciativa.

Todavía no puedo creer que no haya creído ni una palabra de lo que le dije. Bueno si, la peor parte, en donde dije que lo nuestro no era importante y todas esas mierdas, eso sí lo creyó.

Nunca me arrepentí tanto de mis palabras, lo peor es que no era verdad en absoluto, sólo estaba molesta y decía las primeras cosas que me venían a la cabeza sin siquiera pensarlas.

Por supuesto que lo que sea que tenía con Jennie era importante para mí pero nunca se lo dije y ahora la extraño muchísimo.

Por eso terminé con Simón, no podía estar con él cuando me la pasaba pensando en Jennie. Claro que primero le pregunté, de una manera no muy agradable, si él le había dicho a Kai que nos habíamos acostado, él dijo que no tenía ni idea de donde Kai había sacado eso y le creí. Luego quiso ir a enfrentarlo y preguntarle pero lo detuve, no valía la pena, de todas formas Jennie nunca me creería y tal vez Kai sólo había escuchado un estúpido rumor.

Como sea, Simón y yo ahora somos muy buenos amigos lo cual es muy conveniente porque acabo de perder a mi mejor amiga. Ha sido un gran apoyo para mí desde que le conté que estaba enamorada de ella.

Se sintió tan condenadamente incómodo tener que "salir del armario" pero me alegro muchísimo que la primera persona a la que se lo conté haya sido él porque lo tomó más que bien.

Me escuchó atentamente sin poder evitar sus caras de confusión, de vez en cuando tenía que esforzarme para no reír. Cuando terminé de hablar con lágrimas en los ojos él me abrazó tan fuerte que supe que había encontrado a un amigo de oro.

Aún recuerdo la conversación.

—Tienes que recuperarla. —Dijo al separarse.

—¿Qué? —Sorbí por la nariz limpiándome los ojos.

—Tienes que estar con Jennie, Lis.

—Pero.... Kai es tu amigo. —Fruncí el seño.

—¿Y? —Rió como si fuera irrelevante.

—Y está saliendo con Jennie.

—¿Y? —Repitió—. Tú también eres mi amiga. — Sonrió.

Negué con la cabeza aunque también sonreía.

—Y te prefiero antes que a Kai.- Volvió a hablar.

—¿Por qué? —Lo miré confundida.

—Porque se nota que la quieres más —Dijo totalmente serio. Me hizo sonreír—. Y Kai es un idiota. —Susurró como si fuera un secreto.

Reí por eso aunque no me convenció mucho el tono de broma en absoluto, no parecía nada una broma.

Volviendo a la actualidad estoy tratando de sobrevivir sin Jennie y con mi nuevo mejor amigo que no deja de recordármela ni un segundo.

Fuera de eso, todo está bien.

Pruébame - Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora