Jennie.
Debería estar haciendo deberes pero es difícil concentrarse cuando hay una maratón de marvel en la televisión. Me dejé llevar, ojalá fuera tan fácil pensar en ecuaciones como en superhéroes, pero no es así.
El sonido prolongado del timbre me saco de mis pensamientos obligándome a levantarme. Voy a matar a quien sea que esta detrás de esta puerta.
—Por favor dime que terminaste con Kai.
Un agitada y muy nerviosa Lisa entró a mi casa sin pedir permiso apenas dándome tiempo para apartarme.
¿Estaba soñando? ¿O en verdad estaba Lisa en mi casa? Y... ¿Preguntándome por Kai?
—¿Qué? —La miré sin entender.
—¿Aún sigues con Kai? —Su mirada era de preocupación y no entendía por qué.
—¿Y a ti que te importa? —Pregunté de mala manera, no olvidaba que estaba enojada con ella.
Suspiró.
—Por favor Jen, dímelo —Parecía desesperada. Se acercó tomándome los brazos con suavidad—. Por favor dime que no sigues con ese imbécil. —Me miró directo a los ojos.
Estuve un momento pensando la respuesta, de repente había olvidado como hablar. Era extraño tenerla tan cerca después de tanto tiempo.
—S-sí sigo con... con él —Murmuré nerviosa.
Ella me soltó al instante, suspiró frustrada mientras pasaba una mano nerviosa por su cabeza.
—¿Qué haces aquí de todas formas? —Me crucé de brazos adoptando una postura a la defensiva de nuevo.
—Yo... Yo... —Me miró nerviosa—. Te-tengo que decirte algo. —Concluyó mirando al suelo.
—Te escucho.
Lo único que esperaba era que me pida perdón, que me diga que me ama y seamos felices para siempre, claro que eso pasa sólo en las películas.
—No se como decirlo, yo... —Volvió a suspirar—. Lo siento Nini...
Mi corazón comenzó a latir más rápido, ¿Se estaba disculpando por lo que yo creía? Su cara no tenía una expresión que diga "siento haber sido una idiota contigo". Más bien era de "tengo malas noticias".
Odiaba cuando no me decían las cosas de una forma directa, diablos. De todas formas estaba disfrutando que me llamará "Nini" de nuevo.
—¿Qué sientes exactamente?
—Vi... Vi a Kai hace unos minutos en una cafeteria...
Muy bien, había olvidado que Kai tenía que ver en todo esto. Lisa hablando de Kai no puede traer cosas buenas.
—Ve al grano Lisa. —Mi paciencia se estaba agotando.
—Él estaba con... con una chica, ya sabes de manera... romántica —Me miró apenada—. Lo siento, Jennie —Suspiro—. Creo que él te está siendo infiel.
No pude evitar soltar una carcajada y quise reír el doble al ver la cara de Lisa.
—Muy bien —Dije intentando parar de reír—. Bien. Entiendo que ya no quieras ser mi amiga ni mucho menos algo más que eso pero, ¿Por qué sigues inventando esas cosas? No hace falta, si quieres hablarme sólo hazlo. —Reí un poco.
Su expresión cambio radicalmente.
—¿Qué? ¡No estoy mintiendo! —Soltó enojada.
—Claro —Irónice—. Tal vez deberías ir con tu novio y dejarme a mí con el mío. —Sonreí falsamente mientras me dirigía a la puerta para abrirla, aunque ella no se iría tan pronto.
—¡No puedo creer esto! —Miró hacia arriba frustrada—. Mira, entiendo que no me hayas creído lo de Simón, bien, ya no importa, de todas formas terminamos. —Dijo despreocupadamente.
No sabía eso, mi corazon dio un vuelco aunque sabía que no tendría oportunidad, no te emociones.
—¡Pero esto! En serio tienes que creerme Jennie —Se acercó hasta mí y volvió a sostenerme como hace un momento—. Lo vi, lo juro. No tiene caso que mienta, si tu eres feliz, yo también —Estaba mirándome a los ojos y nunca me sentí tan vulnerable—. Pero él te está engañando y tenías que saberlo, no lo inventé.
Intenté por unos segundos decir algo pero nada salía de mi boca. Ella volvió a hablar.
—Sólo... escúchame —Me miró como no me miraba en mucho tiempo—. Jennie, eres una persona muy importante en mi vida, ¿Lo sabes, no? Pues, lo eres y no importa que ya no nos hablemos y no me soportes. Yo te sigo queriendo y siempre lo haré, nunca haría ni diría nada a propósito que te hiciera sentir mal —Lágrimas comenzaban a formarse en sus ojos—. Te amo.
¿Ella en verdad había dicho eso? ¿Me ama? ¿Es en serio? Quería creerle, en serio quería, pero algo no me lo permitía.
Las ganas de abrazarla y besarla en ese preciso momento eran inmensas pero no volvería a caer, ya me habia mentido una vez.
—Tienes que irte. —Me solté de ella mirando hacia otro lado para intentar esconder las lágrimas que comenzaban a formarse en mis ojos.
—¿Qué? Jennie...
No dije nada, me moví hasta la puerta y la abrí esperando que saliera, no la estaba mirando.
—¿Vas a creerle a él de nuevo? ¿Es que ya no confías en mi? —Pude escuchar como su voz se quebraba un poco— ¿No tiene importancia para ti todo lo que acabo de decirte?
Por supuesto que la tenía, demasiada.
Me mantuve en silencio. Ella caminó hasta mi lado mirándome por unos segundos, supongo que esperaba que yo hiciera lo mismo pero no fue así.
La observé de reojo sacándose las lágrimas del rostro.
—Lamento haber molestado. —Dijo antes de salir por la puerta.
Apenas eso ocurrió solté un sollozo que había estado guardando en mi garganta.
No podía simplemente llegar y decirme todas esas cosas como si nada, como si no estuviera aun enamorada de ella, como si no provocara nada en mí.
Tenía tantas cosas en las que pensar. No podía creerle, mi corazón ya no lo permitía, por más que me jurara que decía la verdad.
Mierda, ¿Cuándo va a dejar de doler todo esto? Espero que pronto porque las ganas de estar con ella cada vez son más.
No quería hacerme ilusiones pero muy dentro mío había una pequeña esperanza de que a ella le estaba ocurriendo lo mismo, sino no se hubiera ido llorando.