Dieciocho

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Lisa.

Las cosas se habían vuelto tan malditamente extrañas entre Jennie y yo, mentiría si dijera que no lo estaba disfrutando.

Desde el beso en el baño del restaurante, el cual fue bastante subido de tono debo aclarar, buscábamos cualquier excusa para volver a repetirlo.

Era tan divertido ver como Jennie me observaba constantemente intentando llamar mi atención en las clases o en el almuerzo, casi siempre la hacia esperar pero al final del día no podía evitar besarla.

Ni siquiera hablábamos sobre eso, sólo sucedía y luego era como si nada, jamas pasó. Como en la fiesta de Jackson, la primera vez que nos besamos después de lo del baño. El alcohol sólo fue una patética excusa para que me enrrollara con ella en una de las habitaciones (sin llegar a más).

Luego, al día siguiente, parecía como si ni siquiera recordaramos haber estado en una fiesta la noche anterior. Sólo fuimos por un café sin mencionar ningún beso ni nada.

Así funcionaba, al menos para mí.

Aunque también había contras, si así se le puede llamar. Aún seguía con Simón y ella con Kai.

Por mi parte me sentía horrible por estar con él cuando no lo quería. Es un buen chico, simpático, lindo y todo eso pero lo prefiero como amigo. Nunca me interesó en realidad, no tengo idea de por que acepté salir con él en primer lugar, supongo que quería olvidarme de Jennie en cuanto supe que tenía sentimientos.

Y Kai... También es un bien chico y me cae bastante bien siempre y cuando esté bien alejado de Jennie, en caso de que no sea así me entran unas horribles ganas de estrangularlo, como cuando la besa por ejemplo, prefiero no recordar eso.

Sabía que Jennie también se sentía celosa sobre mí y Simón, por más que intentará de ocultarlo era muy evidente.

Sin embargo no discutíamos el tema, por mucho que queríamos no terminábamos con ellos.

Supongo que si lo hacíamos lo "nuestro" se volvería más real e importante, y así se complicarían las cosas.

Siempre, de alguna forma u otra, las cosas se complicaban.

—No estás escuchándome.

—No, sí lo estoy.

—¿Qué acabo de decir?

Mierda.

—Mmmh...

Ella se levantó de la cama "enojada" e intentó caminar hasta la puerta. La abracé por la cintura antes de que pudiera irse, ella se quejó.

—No te molestes. —Susurré en su oído.

—Suéltame. —Murmuró enojada.

—No. —La abracé más fuerte.

—¿Por qué no?

—Porque no quiero que te vayas, tonta.

—Primero me ignoras y ahora me llamas tonta. genial Lis. —Dijo irónica.

Reí sin querer antes de voltearla para tenerla frente a frente.

—Lo siento.

Ella suspiro audiblemente al mirar mis labios. No esperé más y la besé sintiendo como Jennie al fin se relajaba entre mis brazos.

Sonreí cuando ella comenzo a besarme de vuelta, sabía que no podía estar enojada conmigo por más de cinco minutos, tenía la solución perfecta para eso.

—Te quiero y no volveré a ignorarte. —Hablé sobre sus labios al separarnos.

Constantemente le decía que la quería, necesitaba que lo supiera, que supiera que la queria más y mejor que Kai.

—Bien. —Quiso mantener su postura sería.

—¿Puedes volver a besarme?- Pedí.

Ella no lo dudo y en poco tiempo pude volver a sentir el dulce tacto de sus labios sobre los míos.

No veía como esto podría llegar a complicarse en algún momento.

Pruébame - Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora