-También tengo un gatito y un perro -sonrió Amanda, ambas caminaban por un sendero de Encanto.
-¿De veras? ¿Y como se llaman?
-El gato se llama "chiquito", y el perro se llama "señor Juanito" -rió Amanda.
-¿Señor Juanito? -Isabela carcajeó.
-Sí, no soy muy original con los nombres.
-A mi me parece tierno, en mi caso tenemos miles de mascotas, ya ni me sé el nombre de la mayoría aunque intente, solo Toñito sabe todos esos nombres.
Efectivamente, animales abundaban en la casa Madrigal desde que Antonio recibió su don, a todos les encantaba la presencia de aquellos animalitos, Camilo, Mirabel y Antonio siempre jugaban con ellos, e incluso a veces se unían los demás integrantes de la familia.
-Me encantaría conocerlos, amo los animales pero mi casa es algo pequeña para tener más, además que a mí mamá no le gusta que traiga mascotas a la casa -admitió Amanda.
Siguieron caminando en un silencio cómodo, Amanda observaba con admiración las plantas y flores y las rozaba con sus dedos, tomaba algunas lavandas y aspiraba su reconfortante olor, mientras tanto la Madrigal trataba de no pisar las líneas del piso y se subía a algunas rocas, saltando de una a otra.
-No conozco a tus padres -reconoció Isabela, pensativa- y conozco a todos los del pueblo así que eso es raro...
Amanda rió nerviosa y se rascó la nuca, comenzando a dar pequeños pasos en reversa.
-¿S-sa-sabes? Mejoor me voy yendo a mi casa, porque tengo muuuchas cosas que hacer..A-adiós -titubeó la chica, vacilante, para luego correr.
Isabela parpadeó tres veces con cara de extrañeza, sin entender lo que acababa de ocurrir, observó con los ojos achinados a la dirección que corría la joven, y notó como ella evitaba cruzarse con su casa e iba a otra dirección.
No quería seguirla, después de todo no la conocía hace mucho.
«No seas idiota, Isa, de seguro tiene un trabajo o algo así»
Pero se dió cuenta como ella se alejaba, lejos de cualquier negocio o trabajo, lejos de toda la gente.
Un lado de su mente le gritaba «Síguela, tienes que saber que oculta» pero el otro le susurraba «no lo hagas, ella se enojará y no es de tu incumbencia»
Isa suspiró pensativa, pero decidió restarle importancia, después de todo, recién la conocía, no podía ser tan metiche como para intentar saberlo todo.
Sin más procedió a devolverse a casita, esperando que volvieran a hablar al día siguiente.
Quizá, ella ocultaba algo.
Quizá, una muchacha de la familia Madrigal tenía que descubrir que era.
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Imperfect - Isabela Madrigal ✓
FanfictionDesde que Isabela Madrigal obtuvo su don fue forzada a ser perfecta, a ser la ideal niña de las flores de mayo, a comportarse como una princesa, pero ¿realmente pensaron si a ella le agradaba actuar de esa forma? Ella era como un pájaro encerrado en...