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Él tío Bruno siempre le pareció raro a Isabela, lo recordaba deambulando por la casa con un aspecto agotado, un día hasta lo había visto hablando con unas ratas que encontró en la cocina. Sin embargo su hermana Mirabel y su prima Dolores parecían llevarse muy bien con él. Recordaba que un día vió a Dolores llorando por una visión que había tenido su tío, le dijo que el amor de su vida estaría enlazado a otra mujer.

Isa, con curiosidad, quiso ver su futuro, quería saber si su vida 'perfecta' iba a tener alguna imperfección.

La pequeña de nueve años fue hasta la cocina, dónde vió a su tío comiendo arepas de Julieta mientras hablaba sólo, le tuvo que insistir bastante para que su tío cediera, pero aceptó. En la visión se vió a ella gozando de alegría y desatando cosas nuevas con su don, Bruno le dijo que tendría una vida de ensueños, y que su poder iba a evolucionar.

Luego de eso, Isabela le preguntó a Alma si podía poner a prueba su don, le dijo que quería saber si podía hacer más que flores. Abuela se negó rotundamente, diciendo que tal vez podría desatar accidentalmente algo dañino y peligroso.

•••

Once años tenía Isabela, ya estaba acostumbrada a su vida llena de reglas de etiqueta y perfección, sin embargo eso no significaba que le gustára vivir de esa forma.

Era el día de la celebración de don de Mirabel, la pequeña parecía muy entusiasmada, Camilo le dijo a Mirabel que cuando tenga su don ambos iban a combinarlos para hacer bromas, aunque Dolores lo escuchó y se lo contó a Isabela y Luisa.

Isa ansiaba saber cuál don obtendría su hermanita menor. Esa noche, Mirabel caminó hacia la puerta, esta en vez de brillar, se desvaneció, no hubo fiesta, no hubo puerta, no hubo don. Abuela sacó a todos de aquella ceremonia con la excusa de que la infante se encontraba enferma.

Isabela no podía creerlo, todo parecía ocurrir en cámara lenta: Camilo llorando en los brazos de Dolores, Mirabel corriendo hacia la habitación desconsolada, Félix calmando a Pepa, Julieta buscando a Mirabel, Agustín intentando ayudar pero cayéndose de las escaleras y Luisa sollozando en silencio.

Ella recordaba haber visto a su hermana pequeña llorar sin consuelo, diciendo que no era especial, recordaba ver a su primo intentar consolarla haciendo bromas sin resultado, Luisa le regaló un peluche de "burricornio" a Mirabel, diciéndole que el la consolaría.

•••

En el día siguiente, su tío Bruno no estaba, había desaparecido, le preguntó a su prima si podía escucharlo, pero esta negó -aunque en verdad si sabía dónde estaba- Isa se preguntaba si tenía algo que ver con la celebración de don de su hermana, era demasiada coincidencia. Aunque no entendía la relación entre una cosa y la otra.

Semanas después, se hizo la regla de no hablar sobre Bruno, Julieta nunca estuvo de acuerdo en no mencionar a su hermano, sin embargo nadie ni nada podía hacerle frente a la matriarca.

Isabela no lo aparentaba, pero ella extrañaba a su tío, es cierto que era 'raro' pero era amable con cada miembro de su familia y los amaba a todos por igual, algo que, por desgracia no era igual con su abuela.

Imperfect - Isabela Madrigal ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora