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"Isabela Madrigal Guzmán"

Repetía ese nombre en su cabeza, como si se presionara a que le guste. Pero simplemente no podía, no se imaginaba una vida junto con Mariano, no lo amaba.

Ella quería encontrar su amor verdadero, no quería vivir un plan. Quería un amor real, lleno de sentimientos y aventuras, que llene su corazón en verdad.

El muchacho tenía varias 'seguidoras', que se emocionaban al verlo y lo seguían por el pueblo. Éste lucía sus músculos y sonreía coqueto, cosa que le parecía insoportable a la niña de las flores.

Mariano no era mala persona, se preocupaba por su madre y era atento. Pero no del agrado de la muchacha.

Isabela se miraba en el espejo, se preguntaba, si aquella bonita y "perfecta" chica que se encontraba en el reflejo, era ella en realidad.

Sabía que no iba a poder seguir más con esa mentira, esa vida falsa, en algún momento u otro se derrumbaría, pero ella sabía que si daba a conocer su verdadero 'yo' podría causar revuelo en su familia, en su pueblo.

Alma hablaba sobre la boda que tendrían Isa y Mariano, había elegido su vestido, el lugar, las decoraciones, la comida, todo estaba perfectamente organizado. Ver todo eso le formaba un nudo en la garganta a la muchacha, pensar que ella en cosa de meses estaría ahí, en el altar, junto con Mariano Guzmán le causaba nauseas.

Sumado a que todos los pueblerinos cuchicheaban sobre la boda, de la buena pareja que serían y etcétera. Algunos inclusive llegaron al punto de decirle "Señorita Guzmán" a Isabela, a pesar de aún no estar prometida ni casada.

•••

Había llegado el día de la propuesta, el día anterior su primo menor; Antonio, había recibido su don. Todos estaban, muy felices por ese acontecimiento y felicitaban al pequeño, mientras tanto Alma buscaba la manera de aprovechar el don y pensaba en que podría ayudar al pueblo.

Pero ese no era el asunto, Isabela ese día estaría oficialmente en compromiso de casarse con él, no quería ni siquiera salir de su habitación en la mañana. Quería dormir y descansar hasta que todo mejore.

Pero nada iba a mejorar, ¿O sí?

Isabela se sacó los pensamientos de la mente, centrándose en que todo tenía que ser perfecto, esa debía ser su única meta, salió de la habitación con su mejor sonrisa una vez que Mirabel tocó la puerta para ir a desayunar.

Pues no le quedaba opción, solo podía sonreír a pesar de que su mundo se desmoronaba y se derrumbaba.

Imperfect - Isabela Madrigal ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora