15: Jimin

1.1K 152 18
                                    

Sorpresa  🤭

***

Jimin

Sentí sus labios sobre los míos y me quedé helada. ¿Qué estaba haciendo? No podía moverme, ¿por qué me besaba? ¿No le gustaba Minjeong? Esto no estaba bien.

Ryujin se apartó rápidamente mientras miraba hacia la puerta. Cuando vi que Minjeong estaba ahí parada sentí que la había cagado muchísimo. Mi pecho se estrujó.

—Dios, yo... —se levantó del sofá—. Perdona, no debí...

—No, da igual, no pasa nada... —respondí confusa.

Todo estaba pasando a la velocidad de la luz. No sabía que hacer o decir, solo quería que Minjeong dejara de mirarme con esa cara.

—Será mejor que me vaya... —dijo Ryujin—. Luego hablamos.

Y salió por la puerta.

—Minjeong... Ese beso no me lo esperaba ni yo, ¿lo sabes, no?

—No te has apartado —dije sin pensar.

—Porque me he quedado... en shock. No me esperaba eso...

—Bueno, ya sabes cómo es, le encanta tontear —dijo.

—Pero yo no quiero que pienses que a mí me gusta o algo...

—No lo pienso, tranquila.

Eso espero, Kim Minjeong.

—No quiero arruinar tu relación con ella... No me gusta, de verdad. No sé que ocurrió...

—Esta todo bien.

Deja de responderme así. Sé que no te da igual, deja de fingir porque esto lo único que hace es ponerme más nerviosa. Di algo, dime lo que sientes de verdad. ¡Háblalo!

—¿Quieres que veamos...

—Me voy a ir a dormir, me duele bastante la cabeza.

Otra vez. Mentira tras mentira.

—Vamos Minjeongie, ese beso no ha sido nada para mí, por favor...

—Jimin, te he dicho que no necesito explicaciones... En serio.

Eso es cierto. ¿Por qué le estoy dando tantas explicaciones? Ah si, porque somos amigas. Y porque sé que las quieres, por mucho que digas que no.

—Pero quiero dártelas —sujeté sus manos—. Por favor, quédate aquí conmigo...

Jimin, ¿qué te ocurre? ¿Por qué suplicar de esa manera? Pero es que no puedo verla enfadada conmigo.

No lo soportaría.

***

Fui a buscar la linterna de Minjeong. Aeri siempre terminaba rompiendo todo lo de la casa, en ocasiones se hacía gracioso pero en otras la mataba con mis propias manos.

Me puse a buscar la linterna por el escritorio pero no la veía, hasta que noté que una libreta estaba abierta por la mitad y escrita. De esto que tu mirada se pasea por encima sin pretender encontrar gran cosa, pero entonces leí las dos primeras frases y tragué saliva. Después las dos siguientes, y así hasta darme cuenta de que había leido ambas páginas y que no debería haberlo hecho.

Mi corazón bombeaba con fuerza, acababa de leer el diario de Minjeong y había escrito cosas que nunca habría imaginado.

Ella... Estaba enamorada de mí... No podía ser, era ridículo. Somos mejores amigas desde hace años. ¿Cómo ha ocurrido? ¿Cómo no me di cuenta?

el arte de enamorarse | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora