el arte de enamorarse | winrina

21: Dos corazones rotos

Bajé del coche hasta llegar a la cafetería. "Coffee and te", la estética la verdad es que no estaba nada mal. El lugar era amplio, las paredes estaban teñidas en un color pastel y tenia adornos azules. Habia mesas con sillas color madera, luego otras que estaban junto a sofás dandole una estética retro vintage.

Era bastante agradable, además de que parecía caro.

—Aquí —me dijo una voz haciéndome girar.

Sooyoung.

—Wow, esto es super bonito —le dije sorprendida y me senté en la silla que había a su lado.

—¿Verdad que sí? Se lo estuve diciendo durante el proceso de creación, incluso estuve aquí con los albañiles —reí.

—Se te da bien ser arquitecta, ¿entonces?

Ella rió.

—Bueno, más que eso... Se me da bien mandarles a hacer las cosas bien.

—Pues te funciona —dije mirando mi alrededor—, es precioso.

Unos segundos mas tardes una mujer joven, de unos 40 años, se acercó a nosotras con una libreta y puso cara de sorpresa nada más llegar.

—¡Sooyoung! ¡Has venido!

—¡Tía Chae! —se levantó a darle un pequeño abrazo. Sonreí al ver la escena, era bastante acogedora.

—Veo que has venido bien acompañada, ¿es tu novia?

Yo ahí casi me atraganto. Los ojos de Sooyoung se hicieron enormes en un segundo y bueno, supongo que mi cara era un cuadro.

—¡No! ¡Somos amigas!

—Vale, vale, tranquila —dijo riendo—. Pues encantada, yo soy la tía Chaeyong —sonrió.

—Encantada, yo soy Kim Minjeong.

—Es un placer cielo, disfruta de la comida.

Yo sonreí. Esa mujer era entrañable, daba ganas de protegerla de cualquier cosa del mundo. Empecé a notar como Sooyoung se ponía nerviosa y probablemente a raíz de lo que dijo su tía, pero es que si fuera así significa que yo... Le gusto. Tragué saliva. Tierra trágame.

Pedimos una de ensalada y cada una un plato distinto de comida con udon. Tenia bastante buena pinta en la fotografía.

—Te quería preguntar algo...

—Dime —respondi curiosa.

—¿Tu sabías que Ryujin y Karina tenian algo? —dijo en un susurro—. Es que no sé si debe correrse la voz, pero ayer las vi juntas cenando y parecían muy cercanas.

Aquello me sorprendió. Claro, la cena. Supongo que Sooyoung las vio en aquella casi cita y pensó lo mismo que cualquier persona habría pensado. Pero... ¿Cómo le digo yo que no es así? Ah si, supongo que contándole el principio... Que está conmigo.

—Oh, no —reí—. No están juntas, ellas... —me interrumpió.

—Que no estoy loca, mira —sacó su teléfono y me enseñó unas fotos que había tomado.

Se veían a las dos riendo, sonriendo, luego se sujetaban de las manos y se miraban a los ojos bastante cercanas. Tragué saliva.

La verdad es que una sensación extraña me subió por el estómago. Yo sabía que no había ocurrido nada, yo confiaba en Jimin, pero esa chica me había hecho dudar con aquellas fotos. Jimin no parecía para nada incómoda. Además, ¿qué hacía grabándolas? Eso era un tanto creepy.

—¿Ves?

Y yo cómo te cuento ahora la verdad sin que suene una mentira. Esto era ridículo.

—No son novias, ni tienen nada. Créeme, sé lo que digo.