el arte de enamorarse | winrina

15.2: Jimin

Jimin

Mi teléfono comenzó a sonar y miré la pantalla curiosa. Ryujin.

—¿Hola?

—Hola, Karina. ¿Cómo estás?

—Bien, acababa de terminar de entrenar. ¿Y tú?

—Hoy es nuestro dia libre —se hizo el silencio—. Bueno, me preguntaba si querrías ir a comer en un rato.

Me sorprendió escuchar aquello. No creo que Ryujin de verdad estuviera interesada en mí... ¿O sí? Somos amigas. Nada más que eso.

—Claro, por qué no. Pero estaré en los estudios de SM.

—No te preocupes, paso a buscarte.

—Oh, vale. Pues nos vemos allí Ryu.

—Hasta luego —respondió animada.

No sé si estaba bien hacer esto, quizá si Minjeong nos veía pensaría que ocurre algo entre las dos después de aquel beso, pero me resulta ridícula tan solo la idea. Aun sigo teniendo reciente lo de Jeno, no me atrevería a iniciar algo con alguien si es un puro juego, y ellas deben saber eso. Además de que Ryujin no era mi tipo.

A la hora de comer vino a recogerme. Entró a la sala de ensayo y me quedé bastante sorprendida, suele estar bastante restringida a gente que no pertenece a SM pero supongo que al ser Ryujin de Itzy no hubo problema.

Acabamos yendo a un restaurante de jajamyeon. Al principio la conversación era simple, plana, aburrida. Seguia quedando un ambiente incómodo después de aquel beso. Una de las dos debía sacar el tema y gracias a Dios se me adelantó.

—Bueno, sobre lo del otro día... Fue muy brusco, lo siento —dijo sincera.

—Esta bien, es solo que fue... De imprevisto. No me lo esperaba, pensaba que tú... Con Minjeong...

—Ya, es normal. Me comporté como una imbécil con ella, no debí haber hecho eso.

—Esta bien que lo sepas.

Se hizo el silencio y ella le dio un sorbo a su vaso. Hablé de nuevo.

—¿Por qué me besaste?

Ella se quedó quieta, congelada, y suspiró.

—Supongo que porque me gustas.

—¿Yo?

—Claro, tú —rió.

Aparté mi mirada. Sí, al parecer mis pensamientos eran correctos.

—Hmm... Ryujin, yo solo te veo como una amiga... Lo siento de verdad.

Ella rió, me sorprendí.

—Lo imaginaba, no pasa nada. Igual quería intentarlo después de la conversación que tuve con Minjeong.

Frunci el ceño.

—¿Qué conversacion?

¿Hablaron de mi? Aquello me puso bastante nerviosa.

—Me dio su permiso para intentar algo contigo.

Ouch.

Y de nuevo ese dolor constante en mi pecho, que no sabía que era pero no lo soportaba más. Esa presión interior que me estaba jodiendo la existencia.

—¿Ella hizo eso? —pregunté con pena.

—Suenas triste —respondió.

Me aclaré la garganta.

—No, es solo que me sorprendió.

—¿Seguro que es solo eso?

Suspiré. ¿Que le iba a decir, si no lo sé ni yo? Si estaba claro que empezaba a sentir cosas que nunca había sentido antes, a querer cosas que no sabía que quería, la pregunta es... ¿Por qué exactamente? ¿Cómo se le llama a eso?