26: Diamante [M]

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—¿A que ha venido eso? —dijo ofendida.

—Es mi novia.

Las palabras salieron de mi boca sin apenas darme cuenta. Sentía la mirada de Chaein quemando sobre mí, cómo si estuviera ofendida o algo.

Es cierto que a veces tardo más de lo normal en pillar las indirectas, es cierto que a veces soy más lenta de lo que debería, pero en el momento que Chaein dijo que quería mi número supe y con certeza que sus intenciones no eran amistosas. Al principio me cayó bien, de hecho lo sigue haciendo, pero hay un límite claro en todo esto... Y es que yo tengo novia, y esto es un no rotundo.

Cuando noté como Chaein iba directa a mis labios me iba a apartar, pero no tuve tiempo a reaccionar cuando sentí los labios de Jimin sobre los míos.

Dios, lo echaba de menos y no han pasado ni cinco horas.

—¿Estáis... juntas? —dijo Chaein confusa.

—Eso acaban de decir, mensa —respondió Miles.

Ningning rió en voz baja aunque el ambiente siguiera tenso.

—¿Y cómo fue? Estoy un poco en shock... Sois idols —dijo Euna intentando asimilar—, ¿no se supone que no podeis...? Y menos entre vosotras.

—Empezó hace casi dos meses, bueno, yo llevo enamorada de ella desde hace cinco años —reí.

—Wow, es mucho tiempo.

—Lo es, créeme que lo es —dije asintiendo.

Jimin entrelazó sus dedos con los mios y le sonreí.

—Nuestro contrato nos impide salir públicamente con personas, pero podemos tener relaciones si las mantenemos en secreto... Y bueno, nos pasamos el día juntas —sonrió Jimin al finalizar de hablar.

—Así que era cierto... —comentó Miles.

—¿El qué de todo?

—Una vez leí un hilo de twitter que decía "idols que estan saliendo en secreto" y salíais las dos, pero el hilo se tomó por fake... —se quedó pensativo y sacó el móvil—. Dios, necesito buscarlo otra vez y ver quiénes eran las otras parejas.

Todos empezamos a reir al escuchar a Miles. El poco tiempo que llevabamos con el me estaba cayendo muy bien, me resultaba gracioso, y por lo que veía se llevaba muy bien con Ningning. Hacían un buen duo.

—Siento haberte pedido el teléfono... contigo delante —comentó Chaein tímida.

—No lo sientas, no lo sabías —sonreí—. Te puedo dar mi número igual.

Noté la mirada de Jimin quemándome el rostro, reí.

—Como amigas, eso sí —rectifiqué.

—Lo sé, no soy una rompehogares.

Reí y le escribí el numero en la agenda. Notaba las manitas de Jimin jugando con las mías. A veces me planteaba la suerte que tenía de estar saliendo con ella, con la gran Yu Jimin, me parecía una locura.

Al rato las chicas y Miles decidieron volver a casa para descansar, ya eran casi las cinco de la mañana y estábamos todos agotados. Nos despedimos y abracé a todos, pero cuando abracé a Chaein me dijo algo al oído.

el arte de enamorarse | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora