25: ¿Jugar o rendirse?

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Jimin

—Bueno chicas, os presento por si no recordáis —añadió Ningning—. A Miles ya lo conocéis, y a Sooyoung creo que también —bromeó—. Ellas son Euna y Chaein.

—Encantada chicas —respondió Euna.

—Encantada también —dijo Chaein sonriendo.

Euna es una chica morena, tiene el pelo por los hombros y el flequillo desordenado. Es el prototipo de chica que le gusta hacer senderismo y deporte, pero probablemente me equivoque y odie el gimnasio. Si que es cierto que sonríe un montón, eso me llamó la atención. Luego esta Chaein, que si tuviera que describirla con una palabra sería llamativa. Su pelo era rojo, pero un rojo intenso como el de las cerezas, llevaba una camisa negra y lentillas claras, haciendo que su rostro llamara aún más la atención. Por no mencionar el carmín rojo de sus labios y el lunar en el pómulo.

A quién iba a engañar, eran ambas guapísimas.

Estas últimas semanas estoy sintiendo todo en exceso, y comienza a preocuparme. Siento las emociones demasiado a flor de piel, es como si todo se intensificara...

Ningning se sentó al lado de Minjeong, que ella tenía a Chaein seguida de Euna y Miles. Sooyoung llevaba un rato hablando sobre algo del teléfono con Aeri, pero parecian bastante entretenidas.

—Bueno, ¿con qué juego empezamos? —preguntó Ningning.

—¿Monopoli? —sugirió Euna.

Ningning rodó los ojos.

—Muy aburrido...

—¿Twister? —dijo Miles.

La mayoría de nosotras reímos.

—No esta mal, aunque demasiado movimiento diría yo.

—A mi me parece bien, es divertido —dijo Chaein.

Miré a las chicas que estaban riendo, asentí.

—Bueno, pues el Twister.

Minjeong y yo cruzamos mirada y ella me guiñó el ojo. No pude evitar sonreir.

—Idiota... —dije en voz baja para mí misma.

—¿Dijiste algo? —preguntó Aeri.

—No, no, que vamos a jugar ya.

Ella asintió y volví a darle una mirada a mi novia. Estaba sonriendo juguetonamente, de verdad que esta chica iba a ser mi perdición.

Aeri abrió la caja del juego y Miles la ayudó a colocar el panel con los colores sobre el suelo. Colocaron el panel circular con la flecha a mi lado. Antes de empezar con el juego Ningning trajo varias botellas de Soju, cómo no.

—No puede faltar... —rió.

—El manager los va a matar —comenté negando.

—Bueno, mañana es sábado... Un descansito nos merecemos.

Ningning le echó a cada uno de nosotros Soju en el vaso y todos bebimos cual chupito.

—Venga, vamos a empezar ya —comentó Euna.

—¿Quién empieza? —preguntó Miles.

el arte de enamorarse | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora