el arte de enamorarse | winrina

14: ¿Y por qué no?

Había pasado un par de dias desde aquel paseo por el río. Creo que aquel día fue el punto que necesitaba para sanarme y decidirme a pasar página. Creo que este fue nuestro adiós.

Joder, cómo dolía decirlo.

Salí del mi última clase de gym y pasé por delante de la sala de ensayo, justo me fijé que estaba aquella chica, Sooyoung, ensayando. Me cayó muy bien, era de las pocas personas que me transmitía paz en este lugar.

Me asomé por la puerta y la vi a lo lejos estirando, esbocé una sonrisa y fui hasta ella.

—¿Mucho trabajo? —pregunté como si nada.

Ella se incorporó sonriendo.

—Hola Minjeong. Sí, la verdad es que demasiadas coreografías. ¿Y tú por aquí?

—Quería saludar —sonreí.

—Ya veo... —fue hasta el banquillo a por su toalla—.
Es que hoy no te toca ensayar.

—Ya, bueno, simplemente pasaba por aquí y...

—¿Estas nerviosa? —bromeó. Rodé los ojos.

—No te voy a saludar más, que lo sepas —le dije y ella empezó a reír.

Ella terminó de guardar sus cosas en la mochila y me miró.

—¿Te apetece ir a por un helado? —me preguntó.

—¿En pleno diciembre? —alcé una ceja. Ella sonrió.

—Nunca es tarde para un helado.

—Esta bien, vamos.

No me desagradaba su compañía, me estaba gustado esto de conocerla. Podriamos llegar a ser grandes amiga, o más, quién sabe. Pero por ahora... Poco a poco.

Fuimos de camino a la heladeria mientras hablabamos.

—¿Y cuantos años llevas en la industria? —me preguntó.

—Hace ya unos cuantos. Empecé de trainee hará unos cinco años, creo. Iba con Jimin, fue la primera que conocí.

Mierda, ¿por qué la mencionas?

—He visto que estáis muy unidas —alcé una ceja.

—¿Lo estamos?

—No sé, tenéis una tensión extraña —rió—, algo que no me gustaría interrumpir.

—No sé por qué dices eso. ¿Tensión?

—Sí, o sea, Korea os adora juntas. Muchísima gente quiere que estéis... Ya sabes, juntas —¿era esto una broma?

—Me acabas de dejar un poco shockeada. No sabía eso. ¿Has dicho Korea?

—¿De verdad nunca has leído nada?

Llegamos hasta el puesto de helados.

—No... Sinceramente no soy muy de cotilleos en redes sociales.

—¿Fresa, vainilla o chocolate? —me preguntó frente a la heladería.

—Chocolate —asintió—. Ponle uno de chocolate y otro de fresa.

—Marchando —dijo el trabajador.

—Bueno, lo que estabas diciendo... Yo sinceramente creía que había algo entre las dos.

—¿Qué? ¡No! Nunca. Ella nunca... No.

Me puse tensa ante su comentario. Tan solo el hecho de imaginar una relación entre las dos me ponía nerviosa.

—Vale, vale. Tranquila —rió—, pero la tensión que vieron mis ojos no me la negarás.

—Es que yo no noto nada —no mentí. Nunca imaginé que Jimin pudiera tener algun tipo de tensión hacia mí.